Fernando Vergel: "Si de algo presumo es de onubensismo y de tener vocación por la abogacía"

Abogacía de Huelva

El todavía decano del Colegio de Abogados de Huelva dejará su cargo tras la toma de posesión de la nueva junta directiva tras cuatro años y medio al frente de una de la institución más antigua de Huelva junto a la Diputación.

El decano del Colegio de Abogados de Huelva considera "indigna" la compensación a los profesionales del Turno de Oficio

Fernando Vergel muestra la pintura con su rostro como decano del ICAH
Fernando Vergel muestra la pintura con su rostro como decano del ICAH / Alberto Domínguez

Anda despacio pero con paso firme. Con la convicciones inalterables y la sonrisa intacta de quien mira al futuro con la confianza y la tranquilidad del trabajo bien hecho. Fernando Vergel (Huelva, 1941), decano del Colegio de Abogados de Huelva, deja su cargo pero no tiene ninguna intención de dejar la abogacía, una profesión que le apasiona y que ejerce en la ciudad que ama.

Pregunta - Cincuenta y siete años dedicados al ejercicio del Derecho y hay dos cosas en las que coincide todo el mundo sobre Fernando Vergel, su profesionalidad y su sentido del humor. ¿Cuál es la clave para mantenerse a un nivel tan alto en una profesión de tanta responsabilidad como la abogacía?

Respuesta - Te lo voy a resumir en una sola palabra: vocación. Algo que falta hoy, no solo en el Derecho sino en muchas profesiones. De pequeño, cuando todo el mundo se decantaba por las ciencias, yo le dije a mi padre que iba a hacer letras porque quería ser abogado. No tengo pedigrí ninguno, mi padre era una persona humilde y trabajadora igual que mi madre, ama de casa y modista algunas veces. Nací en la calle Palacios y estudié en Sevilla con becas. Y desde entonces siempre he ejercido en Huelva y en Huelva me moriré. Si de algo presumo es de onubensimo y de tener vocación.

P - En todo este tiempo, el sistema jurídico y la sociedad en general han cambiado a veces a un ritmo que apenas permite digerir las transformaciones. ¿Nunca tuvo la tentación de tirar la toalla?

R - Nunca. La vocación es lo que permite superar las dificultades, que son cada vez más y cada vez la justicia se muestra suficientemente mejorable, a pesar de que en Huelva no es tan grave la crisis. Estamos en una época de cambios a la que yo llamo de hipertrofia legislativa porque se legisla mucho y mal, y los jueces tiene que aplicar las leyes, no inventárselas. De un tiempo a esta parte se legisla muy rápido, luego hay que cambiarlo y eso los abogados tienen que paliarlo con más estudios. Es verdad que las leyes tienen que adaptarse a los tiempos pero no tantas en tan poco tiempo porque crea inseguridad jurídica y cada día es más difícil el ejercicio profesional.

P - A pesar de estas dificultades, bajo su liderazgo en el Colegio de Abogados de Huelva (ICAH) siempre ha se han dado pasos hacia la superación, impulsando entre otras muchas cosas la incorporación de mujeres a cargos directivos.

R - Me alegra mucho que me hagas esa pregunta. El Colegio de Huelva, cuando yo ya estaba en la Junta, fue el primero de España que incorporó a la mujer a una Junta de Gobierno, concretamente, Carmen Iglesias García de Vicuña, que estuvo con nosotros hace cuarenta y tantos años. A mi no me ha hecho falta una ley para saber que la paridad es necesaria. Siempre he intentado que las mujeres estuvieran presentes pero el problema de la conciliación todavía pesa muchísimo. Las mujeres siguen estando mucho más limitadas que el hombre sobre las cargas familiares. Nosotros hemos llegado a tener la paridad casi al 50% en anteriores conformaciones de Junta. Sin ninguna ley y solo por convencimiento de que las mujeres tenían que estar presentes.

Fernando Vergel en el Colegio de Abogados de Huelva
Fernando Vergel en el Colegio de Abogados de Huelva / Alberto Domínguez

P - Otra de las grandes banderas por las que ha tomado partido el ICAH es el Turno de Oficio, ¿cuándo vamos a poder constatar una compensación justa para los abogados y abogadas del Turno?

R - Voy a ser muy rotundo. Nunca. Por dos motivos. Primero por la escasez de fondo de la Consejería de Justicia porque la Justicia no da votos; y segundo porque nunca estaremos conformes con lo que nos pagan. Ahora hay una tendencia para ser casi funcionarios, es decir, tener un sueldo y yo digo que es lo peor que le podría pasar a a la abogacía española porque en el momento que seamos empleados, el abogado perdería el principal patrimonio inmaterial que tenemos, la libertad y la independencia. Seríamos dependiente de alguien, los jueces depende del Consejo General del Poder Judicial, los secretarios son dependientes de los jueces, los funcionarios de la administración, nosotros no. Es un capital que no tiene precio y no debemos perderlo. Cuando nos ponemos la toga somos libres e independientes. Solo estamos sujetos a la deontología pero a nadie más.

Sobre el Turno de Oficio algunos creen que es un ejercicio no libre de la profesión y no es así. ¿Que es poco? Sí. ¿Que estamos consiguiendo algunos éxitos como una mayor compensación o contemplando actuaciones que antes no se pagaban? También pero siempre nos parecerá poco y debe ser así.

P - ¿Puede esto influir en que las nuevas generaciones cada vez quieran dedicar menor tiempo al Turno?

R - Los jóvenes no pueden pretender vivir del Turno de Oficio. Eso es un desiderato. Vivir del turno es imposible. Estamos bajando en el número de colegiados, entre los que se jubilan y los que abandonan. Esa bajada responde a que no hay suficientes casos en el mercado y también a la Orden de 1997 para poder acceder al Turno de Oficio. Cuando se implantó la obligatoriedad del máster yo lo interpreté como una revocación tácita de esta Orden pero al cabo del tiempo, el Reglamento de Justicia Gratuita confirmó que los tres años para poder participar en el Turno subsisten. Los jóvenes han reclamado a este Colegio para su incorporación al Turno de Oficio, alegando una discriminación, pero yo no puedo saltarme la Orden. Hasta ahora las sentencias que se han dictado son negativas y eso supone un frenazo. Cuatro años de grado, dos y medio y de máster y otros tres de espera, cuando te das cuenta se han metido en los treinta años.

P - Una de las cuestiones más polémicas en los últimos años sobre la profesión de la abogacía es la cuestión de la mutualidad, ¿tiene solución?

R - La mutualidad tiene solución aunque no es la que quiere una aparente mayoría. La mutualidad ha podido ser poco transparente y ha creado expectativas que luego no se han cumplido pero ha sido como consecuencia de las modificaciones legales y eso nadie lo dice de las que hablábamos antes. En un principio era obligatorio y después la Administración dijo no quiero mutualidades. Eso produjo la desaparición de muchas mutualidades y como consecuencia de eso se dio libertad de adscrición, lo que era obligatorio era estar protegido socialmente. Creo que los adversarios de la mutualidad se han comportado de una manera poco ortodoxa, en Madrid tuvimos que entrar protegidos por la Policía. Entiendo que si les han prometido 1.200 de pensión y ahora se encuentran con 400 pero es que han pagado menos durante años. Llevan razón si, pero no la que aducen sino las modificaciones a las que se ha visto obligada la mutualidad. Es verdad que la mutualidad ha tenido poca transparencia, pero esto ya lo predije en el Congreso Nacional de la Abogacía de Tarragona.

P - Sobre las infraestructuras que necesita Huelva para seguir progresando, ¿confía en que podamos ver pronto la Ciudad de la Justicia?

R - Yo no la conoceré. Hay voluntad pero el tema del Ensanche nunca ha estado claro. Lo cierto es que con el cambio de color político y en sintonía con la Consejería de la Junta al menos se ha situado en una parcela pero de aquí a que eso se haga pueden transcurrir años y años. Es muy necesaria porque en este Palacio de Justicia se ha gastado más en arreglos y en alquileres que lo que se habrían gastado en construir una nueva sede.

Fernando Vergel en la plaza de los abogados de Huelva
Fernando Vergel en la plaza de los abogados de Huelva / Alberto Domínguez

Con el Colegio de Ferroviarios ya advertí que no se iba a hacer y hablé con Gabriel Cruz para decírselo. Nadie invierte en una situación de futuro incierto, comprando un sitio donde vivir y dormir pero no adquieres la propiedad y eso es muy difícil de meter en la cabeza a los cooperativistas. Lo mismo digo con la Ciudad de la Justicia. Ahora esta muy de moda hablar de cooperación público-privada y ahí lo veo complicado. Se que se hará algún día pero muy a largo plazo, muy probablemente volveremos a ser los últimos de Andalucía.

P - Atendiendo al aumento en los índices de criminalidad, parece que estas instalaciones son vitales. ¿Le preocupa más el aumento cuantitativo de casos o la sofisticación en casos como los ciberdelitos o las agresiones sexuales en menores de edad tan difíciles de identificar?

R - Es una cuestión muy compleja. Nosotros llegamos los últimos al problema y no podemos interceder en cuestiones como la educación a todos los niveles, concienciación social, etc. Llegamos los últimos y por tanto de momento no veo que esa criminalidad sofisticada pueda disminuir a corto plazo.

P - A nivel personal, abandona en los próximos meses el cargo como Decano del ICAH, ¿qué proyectos tiene para el futuro?

Mi proyecto es sobrevivir pero no dejar de trabajar mientras la cabeza funcione. A mi hijo, que también es abogado, le digo muy seriamente que los abogados somos soberbios, creemos que lo hacemos mejor que nadie y somos imprescindibles. Es mentira. En mi caso sobreviviré en el ejercicio profesional el tiempo que pueda pero no me daré cuenta cuando mis facultades mentales comiencen a decrecer y le he dicho que cuando me vea con algún fallo, me lo que diga y lo dejo.

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