Fertiberia defiende su plan para regenerar las balsas de fosfoyesos en 10 años
La tramitación está pendiente de a Autorización Ambiental de la Junta y del permiso de obras del Ayuntamiento
Queda un informe del Consejo de Seguridad Nuclear y otro sobre la afectación a la salud
Huelva/Las balsas de fosfoyesosno desaparecerán del paisaje de la capital, pero al menos dejaremos de verlas. Este es en esencia el resumen del plan presentado por Fertiberia que planeaba sobre las soluciones que se planteaban acerca de cómo resolver un problema que se antojaba como endémico. También es cierto que el proyecto presentado ayer no difiere del que ya se presentó con anterioridad y que está en línea con lo que se ha hecho en la mayoría de países del mundo (al menos entre aquellos que cuidan medianamente su entorno) con ese material fruto de la producción de fertilizantes.
Diez años, 65 millones de euros, 100 puestos de trabajo, 70 camiones al día y 30 años de seguimiento y control son las grandes cifras de lo que se ha bautizado como Restore 2030, un plan que está en el tejado de la Junta y el Ayuntamiento para que la enorme mancha blanca deje de formar parte del paisaje onubense, aunque sí estará debajo.
La presentación sí que difirió de todo lo que se conocía por parte de Fertiberia. Después de la venta de Villar Mir al fondo de riesgo Triton, de una más que compleja búsqueda de avales y de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a la que se presentaron más de 1.300 alegaciones, fue el presidente de la compañía, Javier Goñi, el encargado de presentar las principales características del proyecto. No se ahorraron expresiones como “materialización de un sueño”, “un hito histórico”, “hará de Huelva un referente mundial” o “el mejor plan posible” para presentar un proyecto que es considerado como “prioritario y estratégico”.
Para Fertiberia, se trata del “mejor plan posible, después de haber estudiado las alternativas que se han llevado a cabo en otros lugares del mundo”. El respaldo de la DIA demuestra, a su juicio que estamos ante un plan serio y bien documentado, basado únicamente en criterios técnicos y científicos, que pone a disposición de los ciudadanos de Huelva, con la máxima transparencia posible, el objetivo compartido de la restauración de los apilamientos de fosfoyesos”. Restore 2030 está respaldado por “21 organismos públicos, como el mejor posible, con la aplicación de las mejores técnicas disponibles en la actualidad”.
Según explicó David Herrero, director industrial del grupo Fertiberia, en esencia el plan tiene cinco hitos fundamentales a los que deberá hacer frente y que harán del lugar “el apilamiento de fosfoyesos más instrumentalizado de todo el mundo”.
Los responsables de la empresa quisieron garantizar a la población la “tranquilidad absoluta que deben tener sobre la seguridad de todo el proceso, que se hará sin ningún tipo de riesgo medioambiental”. En aras a abrir el proyecto al conocimiento de la población, el plan estará disponible a partir de hoy en internet y en redes sociales, donde se habilitará un mecanismo de consulta para resolver cuantas dudas puedan ser planteadas.
Lo que queda ahora para que lo apuntado por el plan de regeneración se convierta en realidad, es que la Junta de Andalucía presente la modificación de la Autorización Ambiental Integrada; posteriormente se deberá emitir un informe como parte de todo el procedimiento administrativo para demostrar que los trabajos no tienen afectación a la salud de la población. Además, el Consejo de Seguridad Nuclear deberá emitir su correspondiente informe antes de pasar al Ayuntamiento que otorgará la licencia de obras antes de comenzar las obras en la zona.
La experiencia de otros países, entre los que destaca la del estado de Florida, Canadá, Noruega, Finlandia o Francia, llevó a Fertiberia a contar con la empresa Ardaman, que ha llevado a cabo 70 proyectos en todos los lugares del mundo, con apilamientos que van desde las 40 a las 400 hectáreas. Fertiberia quiso dejar claro que “los fosfoyesos no son residuos peligrosos” y que “presentan una radiactividad similar a la que pueda tener el granito” al mismo tiempo que descartó que “Huelva presente problemas de radiactividad, ya que tiene menores niveles que Madrid, por ejemplo”.
Goñi quiso recordar también la actuación de Fertiberia desde que se planteara la regeneración de los apilamientos en el año 2014. Cuatro años antes “se revocó la concesión para fabricar ácido fosfórico, lo que llevó a cancelar también la concesión para almacenar los fosfoyesos en esos lugares. Fertiberia no cometió ilegalidad alguna, ya que ese almacenamiento se hizo conforme a la ley y con todos los permisos de las administraciones.Cuando se ordenó por parte de la Audiencia Nacional la recuperación de la zona, nos pusimos manos a la obra para presentar este plan como el mejor de los posibles”. Por todo ello, eludió la posibilidad de pedir disculpas a la sociedad onubense por la imagen dada durante estos años.
Tampoco contempló la posibilidad de una alternativa a la solución aportada ahora por la empresa. Ésta pasa por la retirada completa de los fosfoyesos con una inversión necesaria de miles de millones de euros. En este sentido, no contempló que la Audiencia Nacional pueda revertir el proyecto Restore 2030. Para Goñi, el organismo judicial “entiende de leyes, pero no son técnicos, ni científicos como hemos consultado durante la elaboración de este plan que será debatido en la Mesa de los Fosfoyesos con quienes se muestran partidarios de “colaborar en cuanto nos soliciten”.
El proyecto fue presentado con las bendiciones de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas (Aiqbe) de la que es miembro Fertiberia y cuyo presidente, Carlos Ortiz, definió como “un proyecto modélico, una apuesta de futuro de una empresa comprometida con Andalucía que tiene sus raíces en Huelva desde el año 1965 y que desde entonces es un modelo de referencia”.
Cruz asegura que “se abre una nueva perspectiva”
El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, destacó las aportaciones que Fertiberia añadió para mejorar su proyecto para restaurar las balsas de fosfoyesos, por lo que se ha mostrado convencido de que “se abre una nueva perspectiva” para Huelva. El alcalde recordó que el proyecto, tras conseguir la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable tiene pendientes de conseguir los permisos de Junta y Ayuntamiento, además del informe del Consejo de Seguridad Nuclear y un estudio relativo al impacto sobre la salud del proyecto, enmarcado dentro de la AAI, y el informe de compatibilidad urbanístico que corresponde al Ayuntamiento. Se trata, por tanto, de diversos trámites, pero el alcalde ha valorado que el proyecto cuente ya con la DIA que se basa “en criterios científicos, no políticos”. Por ello, el proyecto debe abordarse ahora por el Comité de Expertos, establecido dentro de la Mesa de Participación de los Fosfoyesos, toda vez que ha resaltado que se estén dando “pasos” que propician “pensar en el futuro” de Huelva. El alcalde de la capital onubense destacó que el proyecto “dista” mucho de lo presentado inicialmente por la empresa que en estos años ha ido añadiendo aportaciones para su mejora.
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