La Fiscalía mantiene abierta una investigación

Las pesquisas del Servicio para la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se encuentran en manos de la Fiscalía, que mantiene abierta una investigación para determinar los daños causados y la responsabilidad en el movimiento de tierras en el sector B-3 de la Zona Arqueológica de Huelva.

Los primeros indicios apuntan a que la maquinaria pesada que actuó en la segunda quincena de diciembre trabajaba para la construcción de la estación del AVE, aunque desde Adif se ha descartado que en principio haya alguna relación. Fuentes de la Guardia Civil han evitado confirmar ningún extremo y remiten a la investigación en curso de la Fiscalía.

El arqueólogo onubense Diego González Batanero presentó el martes pasado una denuncia particular ante el Seprona, después de tener conocimiento de los hechos en la primera semana de enero.

Según consta en el escrito presentado ante la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, al que ha tenido acceso esta redacción, González Batanero informó previamente a la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Huelva, donde le confirmaron, tras las averiguaciones oportunas, que los trabajos en las parcelas se realizaron "sin haber solicitado licencia o autorización de ningún tipo". Del mismo modo se puso en contacto con la Delegación de Cultura, que "tampoco tenía constancia de dichos movimientos de tierra".

González Batanero, que aclara la diligencia de ambas administraciones al conocer los hechos, incorporó esta información a la denuncia.