Hijo Predilecto a una vida de “total entrega” a Huelva y Andalucía
Medallas de Andalucía 2019
La Junta de Andalucía reconoce a título póstumo la trayectoria personal y profesional de José Luis García Palacios
Fue artífice de la actual Caja Rural del Sur
“Él hubiera dicho: ‘¿Me lo merezco?’ Y yo le habría dicho: ‘Papá, claro que te lo mereces’... Era tan especial que pensaba que no se merecía nada de todo lo bueno que le llegaba”. Son las palabras de Pilar Álvarez, viuda de José Luis García Palacios, a quien la Junta ha nombrado (a título póstumo) Hijo Predilecto de Andalucía con motivo del Día de comunidad, que se conmemora el 28 de febrero.
En sus más de 45 años al frente de la Caja Rural del Sur, José Luis García Palacios dejó un sello propio con una forma de trabajar tranquila, con ideas claras y, ante todo, con un saber proceder sin estridencias, para siempre buscar un acuerdo a través del diálogo. Cualidades que mucho habrán pesado en la decisión de conceder este reconocimiento.
Pilar Álvarez lo recordaba ayer, como hace cada día desde el pasado 27 de noviembre, cuando su marido falleció de forma repentina.
Le hubiera gustado haber podido disfrutar junto a él de “este regalo que viene a reconocer una vida de total entrega a Huelva y Andalucía”, aunque está convencida de que “él estará en el cielo viéndonos, disfrutando con todos nosotros”.
Sabe mejor que nadie como fue y, aún con la emoción en los ojos, destaca dos cualidades por encima de cualquiera: la humildad y la bondad, porque “por encima de todo, a él le gustaba disfrutar con los demás sin esperar nada a cambio, y hoy –vuelve a insistir su viuda– estaría abrumado por el reconocimiento”.
El de ayer se suma a una larga lista de reconocimientos que a lo largo de los últimos años han querido premiar una trayectoria ejemplar como precursor en el campo y motor del sistema financiero. Destacan la Medalla de la Ciudad de Huelva y la Medalla al Mérito Constitucional, otorgada por las Cortes españolas.
Pero en esta ocasión, la distinción “es especial”, porque García Palacios siempre ha presumido de ser andaluz y español, además de católico, “y es algo que siempre ha llevado a gala”.
Fue un empresario que se hizo a sí mismo, un veterano emprendedor que supo aunar voluntades para sumar esfuerzos y alcanzar cada uno de los logros de su dilatada trayectoria profesional. Por eso, su viuda ayer no tenía más que palabras de agradecimiento. “A todos, a cuantos han sido partícipes para que se haya conseguido... Él se hubiera acordado de toda la familia y si estuviera en vida lo hubiera agradecido de la misma forma”.
Desde muy joven, José Luis García Palacios adquirió conciencia de la necesidad de impulsar el asociacionismo como solución a la comercialización en el sector agrario.
Desde el principio marcó su carácter innovador en el desarrollo de cultivos tradicionales de secano, viñedos (con elaboración de vino en bodega propia) y riegos de cítricos, que combinó con una actividad ganadera (llegó incluso a comercializar lanas y pieles).
Al final de la década de los 70 revoluciona el campo onubense, al lograr que se pusieran las primeras hectáreas de regadío para el cultivo de la fresa en lo que se denominó entonces Huelva verde.
“Afable, generoso, todo para él estaba bien...”, recuerda quien ha estado toda una vida junto a él y a quien quizá su entrega le ha robado más tiempo que a nadie para disfrutarlo en común. “Daba igual la hora que fuera, siempre cogía el teléfono, siempre respondía a una llamada”.
Aún en la ausencia, le justifica y le sitúa en lo “más alto” de la “bondad”, tanto en su faceta personal como empresarial.
Cada rincón de su casa recuerda a “una persona muy ecuánime, que le daba a cada uno lo que se merecía”.
Su capacidad de trabajo, empeño incansable y un olfato innato para saber qué hacer le llevaron a fundar en el 69 la Unión Territorial de Cooperativas del Campo (Uteco) que también presidió. En 1983, fundó y llevó las riendas de la Federación Andaluza de Cooperativas Agrarias (FACA) en Huelva y Andalucía, que daría origen a la Federación de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) en Huelva.
Esa capacidad para llevar las riendas de una auténtica revolución en el trabajo agrario conduce a su sector a auparlo, en 1972, a la presidencia de la Caja Rural de Huelva (dos años antes ya era vocal), que lideró durante décadas y fue origen de la actual Caja Rural del Sur . Ingeniero técnico agrícola de profesión, fue uno de los empresarios onubenses más influyentes, fundador de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) y de Asaja. Su compromiso social lo llevó a presidir la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer en Huelva.
Hombre de consenso
Los primeros años en la caja coinciden con sus inicios en la vida política. Con la Transición funda la UCD de Huelva y salta a la vida pública como senador constituyente de la primera legislatura. Participó en los Pactos de Moncloa cuyo espíritu de diálogo se invoca ahora desde numerosos ámbitos. “El diálogo que hoy falta tanto, él lo llevaba a gala”, recapitula Álvarez.
Entremezcla anécdotas, recuerdos y conversaciones que han mantenido a lo largo de los años y siempre le vienen a la memoria capítulos en los que saltan al primer plano la “armonía y el consenso”; la “cordialidad y el tranquilidad”. Como ocurrió en una ocasión, mientras fue senador, “que le dijeron que cómo él podía dar a un comunista un préstamo, y él dijo que cualquiera podía tenerlo si lo merecía, independientemente de sus convicciones políticas”.
Con un instinto exquisito para los negocios, fue capaz de compaginar reuniones, asambleas y encuentros en diferentes provincias. Eso sí, intentando robar el menor tiempo posible a la familia, que ahora recibe con “orgullo” este reconocimiento que “llena de alegría a todos”, según manifestaba a primera hora de ayer su hijo mayor, José Luis García-Palacios que entiende que su padre será “un referente” para muchas generaciones. “Un ser irrepetible”, resume Pilar Álvarez.
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