Historia del Parque de la Luz (I)

AATRÁS quedó el paréntesis de deliciosa fragancia histórica en el que se asentó, a mediados del siglo XIX, en su espacio, la célebre Venta El Recreo y no muy lejos el establecimiento denominado La Florida y, tras el derribo de la primera y de dos o tres viviendas de humilde corte, quedó un espléndido solar del que podrían emerger varios bloques de las tan necesarias viviendas.

Es bien cierto que en las primeras décadas del siglo pasado, muchas de las desdichas patrias tenían que ver con la falta de espíritu de asociación, que en algunas regiones llegaban al exagerado individualismo, entre soberbia y egoísmo, entre verdad y desconfianza. Con respecto a los andaluces, este espíritu colectivo surgía muy de vez en cuando ya que no creían necesitar de la cooperación para sortear las andanzas de aquella vida perra.

Pero superados los años sesenta del siglo XX, viendo Diego Morón González la necesidad que había de viviendas por el regreso de muchos huelvanos de los países donde habían emigrado (Alemania, Holanda, Bélgica…) y por el propio crecimiento demográfico de nuestra capital y observando el magnífico solar existente frente al sitio llamado Los Rosales, creyó conveniente crear una Cooperativa. Su proyecto se fue conociendo y ganando los entendimientos de un grupo de personas y meses después esta aspiración estaba lograda. Así, por un pequeño desembolso económico, cualquiera podría ser socio de la Cooperativa de Viviendas Parque de la Luz y en un futuro no muy lejano tener un piso ubicado no muy lejos del centro de la ciudad, que tendría una superficie construida de 80 metros cuadrados y constaría de 3 dormitorios, comedor-estar, cocina, cuarto de baño, terraza solana y terraza-lavadero.

El 13 de julio de 1969, se bendecía y colocaba la primera piedra de la Barriada-Cooperativa Parque de la Luz. Tres días más tarde, se leía en el diario Odiel:

"El domingo 13 de julio, a las diez y media de la mañana, fue bendecida y colocada la primera piedra de la Barriada Cooperativa Parque de la Luz. Se trata de una moderna barriada, situada en La Florida que, perfectamente urbanizada consta de ocho bloques de nueve plantas cada uno, con un total de 256 viviendas que vienen a solucionar el problema de casa a otros tantos socios de la Cooperativa. Es autor del proyecto el arquitecto don Ricardo Anadón Frutos y será construido por la eficiente empresa Fábrica, S. A., una firma que cuenta con numerosas realizaciones en toda Andalucía, todas ellas con un indudable sello de prestigio y seriedad.

La barriada que se espera esté terminada en un plazo récord de 18 ó 20 metros, aunque no sería muy difícil una pequeña reducción todavía de este plazo, cuenta con terreno suficiente para en un futuro que se pretende sea inmediato pueda construirse escuela, guardería infantil y otras importantes dependencias anejas.

El acto de bendición, que llevó a cabo el asesor religioso de la Cooperativa don José Murillo Diez, asistido por don Carlos Blanco Yenes, asistió el presidente don Francisco Luque Montero y su junta rectora, así como el presidente de la Unión Territorial de Cooperativas don Joaquín Lobo Ríos; por parte de Fábrica, S. A. el director general con Manuel Zafora Cortés; el presidente de Administración don José López de Ontiveros, Torres, don Salvador Vidosa Rodríguez, delegado comercial en Huelva, y el jefe de Obras don Vicente de Diego.

En presencia de numerosos socios que también acudieron a tan interesante y para ellos trascendental momento, el presidente de la Cooperativa pronunció unas palabras para resaltar el significado del acto, destacando el carácter social de las viviendas, que serán pronto una hermosa realidad gracias al lema del cooperativismo: "La unión hace la fuerza". Puso de manifiesto el interés de todos los socios por el proyecto y tuvo frases de elogio para la empresa constructora, Fábrica, S. A., de la que, dijo, se esperaba mucho en esta realización donde más de doscientas familias tienen puesta su ilusión. También habló el asesor religioso de la Cooperativa, tras proceder a la bendición de la primera piedra, y luego, en nombre de todos los socios, don Carlos Blanco Yenes…".

Transcurrieron los meses con lentitud desesperante y un mal día los 264 socios se enteraron con inquietud de que había habido un desfalco de 14 millones de pesetas y las obras habían quedado paralizadas. Estos socios no sabían qué paso dar, ni a quien acudir en busca de la solución. Y acaeció que uno de los socios era Juan Gil Zamora, auténtico volcán de actividad, al que se acercaron varios socios para que se solucionara aquella situación. Como Juan tenía cierta amistad con el Gobernador, por su cargo de Director de Cáritas de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, decidieron pedirle audiencia al Gobernador para contarle la delicada situación por la que atravesaban tantísimas familias.

Desempeñaba el cargo de gobernador civil Juan Alfaro Alfaro, que ya conocía las circunstancias y decidió prestarle toda la ayuda que estuviese en su mano. Recibió a la pequeña embajada encabezada por Juan Gil y le dijo a éste: "Juan, convocad la Asamblea y te presentas para presidente y si sales, te acercas por aquí para ver cómo podemos arreglar este asunto".

Siguiendo las pautas marcadas por el Sr. Alfaro, la Asamblea se desarrolló en los bajos de los Sindicatos, se expusieron las cosas con mucha claridad y de ella resultó elegido presidente de la cooperativa Juan Gil Zamora.

Días después, el Sr. Alfaro recibía en su despacho a la junta directiva de la Cooperativa y a diversas personalidades relacionadas con el tema. Y como el gobernador tenía bastante amistad con el director del Banco de Crédito a la Construcción, enclavado en Madrid, le dijo al Sr. Gil Zamora: "Lo siento, porque este asunto te va a marear un poco, ya que tienes que ir a Madrid las veces que sean necesarias para conseguir el dinero y terminar las obras".

Juan Gil Zamora, se vio secundado por un grupo de animosos compañeros de la junta entre los que es obligatorio citar a Manolo Gallardo, secretario; Manuel Caballero, tesorero y Paco Navarro, contable.