La década de los concursos
Historias del fandango
La de los años 20 del siglo pasado fue la década de los concursos, por la notable cantidad de los celebrados y por la estimulante competencia que generaron
Nota
Esta información, desarrollada, podrán encontrarla en el libro de próxima aparición Cuando el fandango voló, de Miguel Ángel Fernández Borrero, Edit. Almuzara, 2023.
EL modelo del Concurso de Granada de 1922 y el éxito del Concurso de Huelva de 1923 dejaron en el ambiente flamenco una fórmula muy apropiada para motivar –en el caso de Huelva– el cante por fandangos en toda una legión de aficionados. Fue incentivadora, tanto para el cante en general como para los artistas y para el público, que comenzaba a ser de masas.
Citamos a continuación los más destacados de los que se celebraron en la provincia, además del de 1924, que fue, en sus criterios esenciales y por su alcance, una continuación prácticamente del concurso del año anterior. Esta es una enumeración sucinta, que da idea de cómo arraigó el modelo y del efecto activador que tuvo para el flamenco.
# En 1925 anotamos uno de fandangos en el que tomaron parte los profesionales de la compañía de varietés capitaneada por La Sultanita, más los aficionados Manuel Borrero, de Alosno; Chamaríz, Sebastián Gómez, Rafael Herrero Herrerito, Paco Isidro, Antonio Rengel y Carlos Montero [1].
# También tuvo lugar otro concurso de malagueñas y soleares con un premio de cien pesetas que, al empatar cuatro de los concursantes, se repartió entre ellos.
# Quince días después se celebró una réplica del anterior, volviendo al escenario el mismo cartel de aficionados (a los artistas de Huelva participantes los catalogaba la prensa local de “aficionados”, no de “profesionales”). A petición del público actuaron Niño Isidro, El Comía, Niño Rengel, Rebollo y El Carnicero. Destacaron los fandangos de Rengel y El Comía, “que entusiasmó al respetable”. ¿Qué se echó de menos en esta sesión del Real Teatro? Que actuara alguna mujer [2].
Pues sí: era habitual la falta de voces femeninas en los concursos.
# En noviembre de 1925 se celebró otro en el Teatro Mora, llamado por la empresa Concurso de Cante Jondo, en el que participaron tres niños, Carlos Montero, Sebastián Gómez Niño de la Barra y Antonio Barrios Niño Barrios. El trío infantil fue muy ovacionado y “se repartieron los premios de la empresa”.
# En enero de 1926 se celebró uno en Moguer, al que se presentaron nueve aficionados. Ganaron el primer premio, ex aequo, Antonio Carrasco cantando seguiriyas y martinetes y José González El Recovero con malagueñas. El segundo fue para el joven de quince años Manuel Soriano Ponina. El cantaor profesional moguereño José Rebollo presidió el jurado y cantó para el público sus conocidos fandangos.
# Un año después, enero de 1927, el periódico La Provincia convocó un concurso de letras de saetas, un cante muy demandado en todo tiempo que tenía mucho arraigo y practicantes. El premio, un reloj.
# Al concurso de la Copa Monumental Cinema 1927, de Madrid, se presentaron los onubenses Paco Isidro y Antonio Rengel, que competirían con otros quince, entre cuyos nombres figuraban cantaores tan experimentados como los andaluces Manuel Escacena, Guerrita, el Niño Gloria, Bernardo el de los Lobitos y Angelillo. Cada cantaor debía interpretar tres coplas con libertad de estilo [3].
# En octubre de 1929, se celebró otro que denominaron Concurso Regional de Cante Flamenco, en el Cinema Park que registró un lleno total. Se disputó una copa de plata, que ganó por aclamación general el Niño de Fregenal cantando fandanguillos. Se inscribieron el Niño de las Tarantas, Manuel Becerra, Niño de Cantillana, Niño de la Calzada, José Torrejón Domínguez, Manuel Pérez El Chamaríz, Sebastián Gómez Niño de la Barra y Miguel Bernáldez Niño de Triana; cuatro de ellos no se presentaron. A todos los acompañó el guitarrista Paco Pérez Montellano. Sobresalieron por su estilo y su arte el Niño de la Calzada, el Niño de Cantillana y el ganador Niño de Fregenal. El acto finalizó con el original dúo de fandanguillos de “La copla andaluza” que protagonizaron los dos últimos citados, entre los aplausos del público [4].
# En agosto de 1929, el Ayuntamiento capitalino decidió organizar un Concurso de Cante Regional, o “fiesta del fandanguillo”, para darle lustre y homenaje al cante emblemático de la provincia. Finalmente, por falta de participantes, no se llegó a celebrar. El fallido intento provocó que el Ayuntamiento no volviera a convocar otro de semejantes características hasta las Colombinas de 1973. (Ya lo desarrollamos con detalle en el artículo El concurso fantasma de 1929, del 30 de enero de 2022El concurso fantasma de 1929).
# También aquel verano se celebró otro concurso de cante flamenco en la plaza de toros de Ronda, en el que se cantaron fandangos. Actuó como árbitro Manuel Vallejo y concurrieron doce aspirantes. El primer premio lo consiguió un gitanillo de catorce años apodado El Lele, y el segundo, Antonio Rodríguez Niño de la Huerta.
# En agosto de 1930 se celebró en la plaza de toros de La Merced un concurso de cante jondo en el que participaron el Niño Gloria y Paco Isidro [5].
# En octubre, se organizó otro de cante jondo para aficionados en el Circo Borza. Lo ganó José Barrio El Choquero.
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