Huelva barrio a barrio: Un caserío blanco a las afueras con identidad
Más de 450 onubenses viven a 10 kilómetros del casco urbano de la capital en un barrio único
Los vecinos reclaman un mejor servicio postal
Barrio a barrio: La Ribera, en imágenes

A poco más de 10 kilómetros de la capital tiene Huelva un barrio diferente, único. La Ribera y la Alquería configuran el único núcleo fuera del casco urbano de la capital con una identidad propia, reconocible. Casi medio millar de personas que viven en su espacio propio, un caserío blanco visible desde la autopista que sin embargo comparte código postal con la barriada de La Orden.
La Ribera y la Alquería surgieron hace más de 200 años. En origen era el alojamiento de trabajadores de los cortijos de la zona, donde gente humilde construyó casas con materiales frágiles que muy poco tienen que ver con las edificaciones actuales. El tiempo fue consolidando la zona como un pequeño núcleo residencial que actúa como pueblo dormitorio de la capital. Todo ello influye mucho en su propia identidad. Está integrado por dos grupos de viviendas separadas entre sí.
En La Ribera y La Alquería todo son casas bajas, parcelas independientes y una distribución propia de un urbanismo trazado de forma natural. Sus calles con nombres de héroes mitológicos homenajean el espíritu de sus pobladores. Sus habitantes echan en falta servicios básicos ya que dependen en la mayoría de los casos de desplazarse hasta el casco urbano de la capital o la cercana San Juan del Puerto. El pan por ejemplo llega en furgoneta. El panadero hace sonar su claxon para sus clientes habituales. Para el resto de compras hay que desplazarse. Tienen un bar para compartir sus momentos de ocio. Casa Mendoza se convierte en el epicentro de toda la vida social de la barriada. También lo es el local de la Asociación de Vecinos.
Sus vecinos llevan años pidiendo que su desconexión física con el resto de la capital no sea más que una cuestión geográfica, que no les impida disfrutar de las mismas comodidades y servicios que el resto de los onubenses. Algunas reivindicaciones surtieron efecto como el acuerdo con los taxis de la capital para recibir servicios de transportes a un precio equivalente al del autobús de Emtusa. De este modo los vecinos pueden desplazarse con un coste asumible. También las calles y el acerado “han mejorado mucho en los últimos años”, reconoce el presidente de la Asociación de Vecinos, Francisco Ruiz. Los habitantes de la Ribera y la Alquería saben lo que es la lucha por sus derechos.
La población es mayoritariamente adulta. Los pocos niños que hay en la barriada no tiene posibilidad de ir a clase junto a sus casas. Dependen para ello de La Orden, con el Giner de los Ríos como el centro de referencia mayoritario. La construcción de una promoción de 65 viviendas adosadas rejuvenece el vecindario. Entre semana el ambiente “es muy tranquilo durante el día” porque la mayoría de sus vecinos trabaja fuera y duerme en sus domicilios. El fin de semana en cambio “hay mucha vida” con un ritmo “diferente, muy parecido al de los pueblos”.
Pero hay hay una batalla abierta con el servicio de Correos. Pese a que administrativamente pertenecen a La Orden, el reparto de la correspondencia se hace desde San Juan del Puerto, señala Ruiz. Por ello, “hasta que no hay una cantidad de correo no se hace el reparto y nos encontramos muchas veces con que nos llegan las citas del médico cuando ya ha pasado la fecha”. Lamenta que sea “ahora mismo el principal problema que tenemos porque el resto de dificultades que teníamos las hemos ido mejorando poco a poco”. Hay otra cuestión que tiene preocupados a los vecinos. El arroyo Valcaso cruza el núcleo principal de La Ribera. Su cauce hormigonado requiere de “mayor limpieza porque si viene una tromba de agua nos preocupa que se pueda desbordar”.
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