Huelva blinda su patrimonio contra los incendios

Los monumentos y archivos onubenses disponen de planes de contingencia y protocolos de seguridad ante accidentes como el que destrozó Notre Dame de París el pasado lunes

Casa Colón de la capital onubense, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. / Nedd Chairi Muñoz
Antonio Carrasco

19 de abril 2019 - 06:00

Huelva/La imagen de Notre Dame presa de las llamas y su aguja cediendo por el fuego quedará grabada en la memoria. Un monumento icónico protegido por la Unesco que cayó ante la mirada de miles de parisinos al otro lado del Sena y de millones más a través de las pantallas en sus casas. Una desgracia cercana por la familiaridad de la catedral francesa que plantea una duda. ¿Puede volver a pasar? ¿Está Huelva preparada para atender a una emergencia similar?

La provincia tiene un extenso patrimonio histórico y material protegido por diferentes planes de emergencias adaptados a las peculiaridades de cada uno de ellos y desarrollado por cada responsable. La normativa es muy estricta y rigurosa con las exigencias de medidas tanto activas como pasivas en materia de conversación de patriminio y muy especialmente contra los incendios, el mayor enemigo de estos monumentos. Las administraciones públicas son las garantes de la mayoría de ellos, pero también lo son la Diócesis de Huelva por su enorme legado de valor incalculable o hermandades como la Matriz de Almonte. Todas disponen de planes especiales para proteger sus tesoros. El patrimonio de Huelva está bien protegido y así lo avalan las medidas existentes.

La Diputación Provincial y el Ayuntamiento tienen planes de autoprotección

Todos los monumentos y espacios públicos onubenses disponen de planes de contingencia y en algunos casos por su sensibilidad existen medidas especiales que garantizan que los bienes más preciados queden blindados de las llamas y su efecto sea el menor posible. Algunos detalles incluso quedan reservados por seguridad.

Ermita de la Virgen del Rocío, el monumento más visitado de la provincia. / Alberto Domínguez

La Diputación Provincial tiene, según los datos facilitados, programas específicos para cada uno de sus espacios protegidos, monumentos y edificios bajo su responsabilidad, auditados además de forma externa y revisados de forma periódica. Todos ellos contemplan las vías de evacuación, las necesidades, accesos, contenido y continente de cada de uno así como los medios activos imprescindibles para afrontar un incidente. El que hace referencia al Muelle las Carabelas, por ejemplo, es un extenso dossier con 125 páginas en el que se detalla con minuciosidad el espacio y se estudian todos los riesgos externos e internos a los que puede hacer frente así como las respuestas a cada uno de ellos. Estos planes de autoprotección, como son denominados, están adaptados a cada uno de los espacios dependientes de la Diputación. También la Junta de Andalucía dispone de ellos ante cualquier alerta en los edificios o monumentos de su competencia. De hecho, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, anunció el pasado martes en Córdoba que su Consejería ha iniciado una revisión de todos los planes de seguridad de todos los monumentos de titularidad autonómica de Andalucía, “para comprobar que todas las medidas y las acciones de conservación preventiva están en orden” tras el incendio de Notre Dame.

La Ermita del Rocío dispone de un sofisticado sismeta que retrae y aisla a la Virgen

En la capital, el Ayuntamiento cuenta con el Plan Municipal de Emergencias, que contempla todo el catálogo de edificios protegidos, con pautas genéricas de prevención y actuación. No obstante, según fuentes municipales, dichos edificios, al no tener en general más de un siglo de construcción, están construidos con materiales que no aceleran la propagación del fuego, como por ejemplo, el hormigón, lo que limita el riesgo. El marco de referencia municipal es el Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural, que sirve de instrumento de coordinación a las Administraciones Públicas, Protección Civil, Bomberos y fuerzas y cuerpos de seguridad; y que, como anunció el ministro de Cultura José Guirao el pasado martes, va a ser objeto de revisión ante la alerta que supone el incendio de Notre Dame por lo que será mejorado. Una vez queden fijadas las nuevas pautas, se adaptarán los planes de autoprotección individualizados en función de la estructura y contenido de cada edificio y monumento, al objeto de prevenir incendios y afrontar las situaciones de emergencia con la máxima seguridad y garantía.

Cuartel de Santa Fe, que pronto será rehabilitado. / Nedd Chairi Muñoz

El monumento más visitado de la provincia de Huelva está blindado ante posibles incendios. La Ermita de la Virgen del Rocío dispone de un moderno sistema de seguridad que garantiza que la imagen y el camarín donde se encuentra queden libres de cualquier peligro. En caso de fuego, un mecanismo retrae a la Virgen y la cubre. Se activa así una protección que convierte el espacio en un verdadero búnker aislado de cualquier incidencia . La ermita como tal tiene su propio plan de evacuación diseñado para garantizar la seguridad personal de los presentes. De esta forma, el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales, se muestra “muy tranquilo ante una posible desgracia que ojalá no tengamos que ver nunca”. La Ermita de la Virgen del Rocío es “un lugar totalmente seguro con un sistema sofisticado como el que tienen algunas hermandades de Sevilla y que se revisa y moderniza regularmente”. El mecanismo de protección lleva instalado desde el año 99, según señala Reales. El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte reconoce que vio “por televisión” el incendio de Notre Dame, ante el que “me quedé muy afectado por el valor arquitectónico y devocional, porque es un templo dedicado a la Virgen” por lo que “nos sentimos muy cercanos de corazón a lo que ha pasado en París”.

Pergaminos de Santa Clara, joya del archivo diocesano de Huelva. / Huelva Información

La Diócesis de Huelva tiene uno de los mayores patrimonios artísticos y monumentales de la provincia. Decenas de iglesias, con sus tesoros centenarios y sus archivos, están protegidas por “distintos sistemas alertas y sus correspondientes seguros multirriesgos individualizados” ya que no es posible un plan general por la diversidad. Así, en el caso de algunos templos en concreto como la Concepción o San Pedro, “están especialmente diseñados y adaptados a sus características”, señalan fuentes del Obispado onubense. La Catedral de la Merced es propiedad de la Diputación Provincial aunque la Diócesis tiene la cesión de su uso y mantenimiento, señalan estas mismas fuentes. Además de sus edificios y tesoros históricos, uno de los grandes legados de la Diócesis es su archivo. En sus fondos hay documentos que datan del siglo XIII, con especial atención a los pergaminos de Santa Clara, una joya que goza de una protección particular. En 2015, a iniciativa del Obispado, el cuerpo municipal de bomberos hizo un estudio de los riesgos y necesidades, con un sistema de protección especial y un plan de evacuación de los bienes protegidos además del protocolo de actuaciones de la sede diocesana. En el caso de los pergaminos de Santa Clara, existe un sistema estanco e ignífugo que garantiza que en caso de accidente estén salvaguardados. El patrimonio está a salvo.

La desgracia de Notre Dame es un aviso para las administraciones

El incendio de la catedral de Notre Dame en París ha puesto en alerta a las autoridades españolas, que convocaron un Consejo de Patrimonio Histórico extraordinario el próximo día 26 para abordar la situación de los planes de salvaguarda de bienes culturales ante emergencias.

Ese tema era uno de los puntos del orden día de la última sesión -4 y 5 pasados- de ese Consejo, que reúne a representantes de la administración del Estado y las comunidades autónomas, pero no pudo tratarse por falta de tiempo, según recordó el martes el Ministerio de Cultura.

El ministro José Guirao anunció que se va a poner en marcha una revisión de las instalaciones de los grandes monumentos españoles tras la “alerta” recibida por el incendio de París.

El Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura tiene el objetivo primordial de llevar a cabo medidas para proteger los monumentos en caso de catástrofes naturales o accidentes.

Además existe un Plan Nacional de Catedrales, que incluye pautas de restauración, plazos e inversiones necesarias; pero no todos esos templos disponen de planes preventivos individuales, según explicó a Efe el subdirector del Instituto de Patrimonio Cultural y coordinador de ese plan nacional, Javier Rivera Blanco.

“Los planes preventivos son vitales, con medidas para revisar las instalaciones eléctricas, el estado de la madera, o impedir el acceso de vándalos; en definitiva, prever el daño antes de que se produzca”, dijo Rivera.

Por otro lado, este experto hizo un llamamiento a los ciudadanos en general para tomar conciencia de la importancia del patrimonio histórico y cultural. “Los españoles cuidamos muy bien nuestro coche, pero no nuestros monumentos, les destinamos muy poco dinero, no nos damos cuenta de que no solo son nuestra identidad sino también fuente de ingresos y clave para recuperar la España vaciada”, señaló.

El arquitecto Juan de Dios de la Hoz, galardonado por su trabajo de reconstrucción en Lorca (Murcia) tras el terremoto de mayo de 2011, recordó que una catástrofe así no suele tener una sola causa, sino que “hay dos o tres coincidencias y se produce la tragedia”, aunque finalmente “los accidentes ocurren y el riesgo cero no existe”.

Tras el incendio que destruyó partes de Notre Dame como la aguja, la bóveda y algunas vidrieras, el debate que se abre es el de la restauración. Según Rivera, podría llevar dos o tres años, aunque lo primero es decidir qué criterio aplicar.

Lluís Dilmé, que participó en la reconstrucción del Gran Teatro del Liceo de Barcelona tras el incendio que lo destruyó en 1994, opina que debe salvaguardarse la imagen tal como era, debido a “la enorme fuerza de un edificio tan emblemático”, aunque algunos elementos interiores puedan ser de arquitectura contemporánea.

Para Rivera, lo lógico sería aplicar los conocimientos del siglo XXI en lo que se refiere a uso de materiales ignífugos, que no se dilaten con los cambios térmicos y que supongan un menor peso para la estructura.

La tragedia de Notre Dame despertó también reacciones de solidaridad en España. No solo el Gobierno se puso a disposición del país vecino para “lo que necesiten”, también empresas y colectivos profesionales ofrecieron su colaboración a las autoridades galas.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último