Arranca en Huelva el curso político con el foco en las municipales de mayo
Nuevo curso político
Los socialistas tienen ocho meses por delante para movilizar a su electorado ante la fortaleza de la marca PP
La Diputación es la joya de la corona en la batalla política por Huelva
Cruz y Miranda se postulan en la batalla clave por la capital
Con mayo en el horizonte arranca un curso político especial. Las elecciones municipales asoman en una agenda que desde ya queda enfocada al reencuentro con las urnas. Todo cuanto acontezca en los próximos meses tendrá un claro objetivo más o menos evidente hacia unos comicios clave para la vida política provincial. Por más que el ciudadano viva en un ciclo ininterrumpido de campañas, las municipales son unas elecciones diferentes. El número de cargos públicos en juego, el impacto sobre la estructura interna de los partidos y las propias claves naturales de la política de cercanía convierten esta cita electoral en exámenes individuales donde las siglas quedan solapadas por la gestión directa. Que gane el partido está bien, pero cada candidato lucha por su propia supervivencia. Ningún encuentro en las urnas deja tantos vencedores y perdedores como unas municipales, donde las corporaciones se enfrentan a la renovación y junto a ellas la joya de la corona de la política municipal: la Diputación Provincial.
Los engranajes de todas las formaciones están en marcha. Las recientes autonómicas no son extrapolables en resultado directo, pero han fijado las posiciones de partida de la gran batalla política en Huelva. Es imposible hacer un análisis sin tener presente el histórico triunfo del PP, la pérdida de capacidad movilizadora del PSOE o el revés sobre las expectativas de Vox. Ciudadanos prácticamente queda excluido de cualquier ecuación. Las municipales son infinidad de duelos particulares inmersos en uno global.
Las autonómicas advierten una tendencia clara de ascenso del PP, la virtual desaparición de Ciudadanos y el estancamiento de los partidos en los extremos a la derecha y a la izquierda. Todo ello implica por un lado el rearme del PP con un punto de partida mucho más favorable que hace cuatro años al asumir la mayor parte del trasvase de votos naranja y además la creación de un amplio espacio en el centro de los dos partidos hegemónicos donde centrar todos los esfuerzos. Ahí se va a dirimir el resultado. El PP y el PSOE se juegan mucho en la provincia de Huelva. El éxito reciente de Juanma Moreno estuvo precisamente ahí, en ese voto moderado de centro. Pero si algo tiene el PSOE es una estructura provincial fuerte. Los socialistas activarán toda su maquinaria para recuperar y sobre todo movilizar al electorado que le fue esquivo en junio. Como punto de partida los populares centrarán su esfuerzo en la fortaleza de la Junta de Andalucía, mientras a los socialistas les toca defender su papel local donde su hegemonía es clara evitando en lo posible entrar en debates generalistas.
El calendario natural (pendiente de su publicación oficial) fija la cita para el domingo 28 de mayo. Quedan 251días para la cita con las urnas. Ocho meses de una campaña dura.
Los comicios examinan el liderazgo de los líderes de los grandes partidos
Las elecciones municipales de mayo van a tener múltiples lecturas, alguna de ellas en clave orgánica para los dos grandes partidos de la provincia. Sus líderes se examinan. El PSOE llega tras unos malos resultados autonómicos mientras el PP lo hace con el viento a favor de ese mismo precedente. El escenario municipal es diferente y todos lo saben. Para María Eugenia Limón es su verdadero estreno como líder provincial. La presidenta de la Diputación de Huelva afronta su primera reelección al frente de la admisnitración y la planificación de unas municipales como secretaria general del PSOE onubense. Se examina con el electorado y también con sus compañeros tras unas reñidas primarias. Mantener la Diputación es esencial la estructura socialista y para reforzar su liderazgo al frente del PSOE. Sin el mando en la Gran Vía su posición quedaría debilitada. Las elecciones municipales ponen a prueba la capacidad de movilización socialista. Para Manuel Andrés González es una responsabilidad y un caramelo envenenado. El PP se encuentra con una oportunidad histórica, como la misma formación lo ha tildado, y por lo tanto la exigencia es total. Los resultados deben estar a altura de las expectativas existentes en el entorno popular.
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