Huelva registra, al menos, un intento de suicidio al día

Feafes pide un plan de prevención de la conducta suicida, además de campañas de sensibilización a nivel estatal

El colectivo más afectado es el de los jóvenes de entre 15 y 29 años

La depresión es una de las causas que puede motivar una conducta suicida. / H. Información
Alberto Ruiz

13 de septiembre 2021 - 06:10

Huelva/Otra pandemia amenaza en silencio. Cada día diez personas se quitan la vida en España y el suicidio es ya la primera causa de muerte no natural en el país, por delante de los accidentes de tráfico. Asimismo, es la primera causa de muerte en España en los jóvenes de entre 15 y 29 años, por delante de los citados siniestros y del cáncer.

En Huelva no hay día en el que Feafes no reciba una llamada sobre "un intento de suicidio", tal y como asegura a esta redacción la presidenta de la asociación, María Domínguez, quien pone de manifiesto que "es un hecho que no se sabe y es vital que se ponga en conocimiento de la sociedad para visibilizar esta oleada de conductas suicidas".

Esta afirmación la corrobora también el psiquiatra del hospital Juan Ramón Jiménez, Álvaro Moléon, que confirma que "diariamente recibimos en Urgencias intentos de suicidio, a veces incluso, más de uno".

Aun así, España suspende en la citada cuestión, dado que "carece de un plan nacional de prevención del suicidio, así como de campañas de sensibilización a nivel estatal", remarcan desde Feafes Huelva. De este modo, tanto la asociación de salud mental como Álvaro Moleón coinciden en la necesidad de "un plan de prevención suicida a nivel nacional", además de "la dotación de más recursos para la sanidad pública, la apuesta por herramientas y terapias innovadoras, terapias públicas de grupo, acceso inmediato a personal sanitario especializado, la formación de médicos de familia sobre la detección de signos de alarma de la conducta suicida o nuevas herramientas farmacológicas".

Taller de salud mental durante la pandemia. / H. Información

A este respecto, el psiquiatra del Juan Ramón Jiménez considera que la muerte por suicidio es "un tema al que no se le da la importancia que requiere, pues debería abordarse como se hace con cualquier otra enfermedad". A su vez, señala que "no hay una apuesta global para hablar sobre ello", pese a que "hay estudios que evidencian que hablar sobre la conducta suicida con un lenguaje pulcro, objetivo y riguroso contribuye a disminuir los intentos".

Por su parte, la presidenta de Feafes Huelva recuerda que "no se avanza en la muerte por suicidio, pues nadie habla claramente sobre ello". Esta conducta viene dada por problemas de salud mental, "una pandemia cuyos casos han aumentado un 80%, especialmente en los jóvenes", y es "destructivo" tener personas "de nuestro entorno sin la medicación y la atención adecuada, ya que queda demostrado que un paciente bien diagnosticado es una recuperación segura". Esto se debe a que "los estudios han avanzado, pero la sociedad y los protocolos no", finaliza.

El colectivo más afectado por la conducta suicida es el de los jóvenes de entre 15 y 29 años, según remarca Álvaro Moleón, quien atribuye este hecho al componente educacional, "en tanto que los adolescentes son cada vez menos tolerantes a las frustraciones por la educación recibida en casa"; y a la pandemia, un escenario que ha derivado en la "parálisis" de las herramientas sociales en los más jóvenes.

En un 80% de los casos los trastornos de salud mental motivan la muerte voluntaria

Del mismo modo, la Covid-19 ha afectado también a los adultos en términos de salud mental, sobre todo, a aquellos con trastornos obsesivos o hipocondríacos, "pues la ansiedad ha aumentado en ellos". A su vez, las continuas modificaciones en las restricciones han trastocado la rutina de este colectivo, quienes "han visto alterados sus planes".

La conducta suicida viene dada en un 80% de los casos por trastornos relacionados con la salud mental, véase la depresión, los trastornos límites de la personalidad, la bipolaridad o la esquizofrenia. Igualmente, tal y como explica Moleón, son varios los signos de alarma que hay que tener en cuenta, como la realización de una carta de despedida, regalos sentimentales en fechas no señaladas, precedentes familiares o algún intento previo de suicidio, además de las ya mencionadas enfermedades mentales.

De otro lado, según el psiquiatra del hospital Juan Ramón Jiménez, los colectivos que más riesgo tienen de adoptar una conducta suicida son los sanitarios, que pueden hacer más fácilmente a armas letales, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los migrantes, la población reclusa y los varones viudos. Además, destaca que las mujeres "intentan suicidarse más veces que los hombres, pero estos intentos son menos letales que los de los varones, quienes tienen en el ahorcamiento y en la precipitación las fórmulas más habituales". Las mujeres, por su parte, suelen recurrir a la ingesta de pastillas.

En este punto, entre los factores de protección ante la muerte por suicidio figuran el disponer de una atención sanitaria especializada al alcance, el tener vínculos familiares afectivos y evitar la consumición de sustancias tóxicas.

Un hombre sentado en un banco con gesto cabizbajo. / H. Información

Con ánimo de concienciar sobre la "necesidad de tratar la prevención del suicidio”, el Teléfono de la Esperanza aborda de forma urgente, gratuita, anónima y especializada las situaciones de crisis emocionales. Concretamente, la organización atendió en 2020, un año marcado por la pandemia, un total de 3.800 llamadas, un 40% más que el año anterior.

Además de la atención telefónica permanente que prestan a través del 959 28 15 15, el Teléfono de la Esperanza destaca por ofrecer desde su sede de Huelva orientación familiar, jurídica y psicológica, llevando a cabo también programas y talleres presenciales que están dirigidos a profundizar en todo tipo de crisis humanas, desde un estado de soledad o un duelo, hasta una pérdida del sentido de la vida.

Sobre los mencionados talleres, la institución presentará el próximo 23 de septiembre su amplio abanico de actividades a desarrollar a partir de octubre, entre las que se encuentran formaciones como Aprendiendo a Vivir, Duelo, Inteligencia Emocional, Autoestima y Desarrollo Personal, Modalidades de Comunicación, Mindfulness y el Taller de la Felicidad. Los mismos están destinados a la ciudadanía en general y, especialmente, a aquellos que persiguen la serenidad y la paz que derivan en una mejora de la salud emocional.

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