El nuevo IVA y la crisis reducen un 15% los ingresos de las funerarias

Las familias prescinden de servicios accesorios a la hora del sepelio y se decantan por los más baratos La nueva ley de emprendedores incentiva la creación de negocios en el sector

Numerosas personas acudieron ayer al cementerio municipal de La Soledad.
Numerosas personas acudieron ayer al cementerio municipal de La Soledad.
Diego J. Geniz-S.h Huelva

02 de noviembre 2013 - 01:00

El sector funerario es uno de los que mejor ha resistido los envites de la crisis, pero la persistencia de una economía poco favorable y el nuevo tipo de IVA empiezan a hacer mella en las empresas que prestan servicios en los sepelios. La suma de estas circunstancias ha provocado que en un año los ingresos bajen un 15% en toda España, porcentaje extrapolable a la provincia de Huelva, según afirmaron ayer fuentes de la Panasef, la patronal de las funerarias a nivel nacional. Estas empresas se encuentran ahora ante un nuevo periodo con la recién aprobada ley de emprendedores, que incentiva la creación de negocios en este sector.

A todos nos llega la muerte, razón por la cual el negocio funerario se había mantenido a flote desde que en 2008 empezó el declive económico. Sin embargo, la subida del tipo del IVA en ocho puntos (del 8% al 21%) en los servicios relacionados con el óbito provocó en 2012 una alarma en el sector cuya motivación ahora se justifica tras conocerse la bajada de los ingresos. No en vano, el pasado ejercicio la facturación de las funerarias descendió un 15%, merma que también han sufrido las empresas que realizan esta actividad en Huelva.

En la provincia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) facilitados por Panasef, fallecieron en 2012 un total de 4.580 personas, lo que supone un aumento del 8,2% respecto a 2011, cuando la cifra fue de 4.230. Este incremento no se ha traducido en un repunte de los ingresos. Todo lo contrario. Ello se debe, principalmente, a la subida del IVA, que encarece el coste de la muerte en casi 400 euros, lo que obliga en una época de carestía monetaria a reducir al máximo los servicios, optar por los imprescindibles y dentro de ellos, los más baratos. Así lo confirman desde la patronal de las funerarias, donde explican que sólo los grandes grupos como Mémora, Funespaña o ASV se pueden permitir refinanciar el cobro de sus servicios, opción que resulta prácticamente imposible para la multitud de pymes que operan en el sector, lo que obliga a los clientes a elegir por la fórmula más barata para enterrar a un familar.

"No es para menos, ya que el tipo impositivo que el Gobierno ha colocado a las funerarias es igual que el de la joyería, cuando aquí se presta un servicio básico", señalan desde la Panasef. El descenso de los ingresos supone una seria amenaza para la estabilidad del empleo, ya que desde la patronal se advierte de una posible pérdida de trabajadores los próximos años si la facturación continúa a la baja. "Si ya hay servicios que no se prestan por falta de demanda, lo más lógico es que una empresa se vea obligada a prescindir de empleados", aseguran desde la asociación de funerarias.

El sector ha comprobado también como con la crisis se ha reducido el número de contrataciones de seguros de deceso, sobre todo por la población aún activa. Esto supone que si se produce un fallecimiento, los familiares han de afrontar un gasto medio que se sitúa por encima de los 3.000 euros al incluir ataúd, flores, esquela, coche y tanatorio. Debido al encarecimiento en productos como la gasolina y la flores por la subida del IVA y al contexto de crisis los onubenses se decantan por los artículos y servicios más económico dejando a un lado el lujo funerario de épocas pasadas. Esto ocurre, por ejemplo, con los féretros, entre los que hay un abanico de precios que oscilan desde los 900 a los 6.000 euros. Este coste se reduce en el caso de que sirvan para la incineración, por lo que el precio no superará los 500 euros. En cuanto a las flores, si antes se compraban tres coronas, ahora lo más habitual es adquirir una (el precio medio se sitúa en 130 euros), mientras que también ha bajado el número de familias que optan por publicar una esquela en los periódicos para reducir gastos.

El encarecimiento del coste mortuorio es uno de los motivos que ha provocado que el número de incineraciones en el cementerio de La Soledad se incremente. Concretamente durante este año, la actividad del cementerio ha supuesto 649 cremaciones y 564 enterramientos, por lo que un año más se mantiene la tendencia al alta de las incineraciones con un 53,5% sobre el 46,5 de enterramientos.

Según datos aportados por el Consistorio, desde el año 1997, cuando se puso en marcha en Huelva el servicio de horno crematorio, se ha producido un incremento paulatino del número de incineraciones frente al de enterramientos. En 2009, por primera vez, las cremaciones superaron a los enterramientos, mientras que en la actualidad se aproxima el dato al 60% que alcanza la media nacional.

Para dar cobertura a esta realidad, el servicio de horno crematorio en Huelva presta sus servicios todos los días del año en horario de mañana y de tarde hasta las 21:00. Además, en respuesta a la demanda de los ciudadanos, el cementerio de La Soledad cuenta con el denominado Jardín de las cenizas, un espacio habilitado para el depósito de los restos resultantes de las cremaciones. Asimismo, el cementerio de La Soledad cuenta con un horno incinerador para las cremaciones de restos, que este año se ha utilizado en 223 ocasiones.

En el sector funerario se abre ahora otro periodo tras la aprobación de la ley gubernamental de emprendedores, que exime a los nuevos negocios que se dediquen a esta actividad de la obligación de contar con una licencia municipal de apertura. Con la eliminación de dicho requisito se persigue incentivar la creación de empresas en un servicio básico al que también ha llegado la crisis.

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