El hospital Infanta Elena regala otra oportunidad al corazón con su Unidad de Insuficiencia Cardiaca
Uno de cada cinco onubenses padecerá a lo largo de su vida la afección por la que el corazón tiene dificultades para bombear la sangre
La programación ajustada a la realidad del paciente, el seguimiento estrecho y el cariño con el que trabajan los profesionales mejoran la calidad de vida de unos pacientes afectados por varios procesos
Huelva/Uno de cada cinco onubenses padecerá insuficiencia cardiaca -afección por la que el corazón tiene dificultades para bombear la sangre- a lo largo de su vida, según la American Heart Association. O dicho de otro modo, 100.000 habitantes de la provincia de Huelva. Uno de ellos es Cayetano Munit, onubense de 79 años cuyo seguimiento lo realiza el hospital Infanta Elena. Problemas de corazón, un riñón que no funciona correctamente y una diabetes prolongada en el tiempo entorpecen la vida de este paciente que, pese a sus dificultades, encuentra una mano tendida para gozar de una óptima calidad de vida en la Unidad de Insuficiencia Cardiaca de este centro hospitalario, de reciente implantación -funciona activamente desde hace un lustro, aunque comenzó a germinar algunos años antes-. Por ella pasan cada año unos 600 vecinos de la Costa y el Condado onubenses.
La referida Unidad nace por una necesidad. Los pacientes con insuficiencia cardiaca, habitualmente de más de 75 años -dos de cada tres son mujeres- con cardiopatía de base mayoritariamente hipertensiva, función ventricular conservada y múltiple comorbilidad asociada, responden mucho mejor a programas de seguimiento especiales que a estudios invasivos cardiológicos, de los que raramente se benefician. Es por ello que la atención centrada fundamentalmente en internistas, con la colaboración puntual y dirigida de otras especialidades, se ha considerado la forma más idónea para los cuidados de esta población.
Las unidades de tratamiento de insuficiencia cardiaca comenzaron a aparecer en el país "hace solo unos años", dado que se constató que "disminuyen la tasa de reingresos y visitas a Urgencias por cualquier causa, reducen la morbi-mortalidad y mejoran la calidad de vida del paciente", explica a este diario el responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del hospital Infanta Elena, Juan Manuel Domínguez. Es una enfermedad, prosigue, "que poco a poco estropea el funcionamiento del corazón y que, mientras parece que estás estable, te provoca descompensaciones que te deterioran".
Juan Manuel Domínguez, responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del hospital Infanta Elena
"La insuficiencia cardiaca es una enfermedad que poco a poco estropea el funcionamiento del corazón y que, mientras parece que estás estable, te provoca descompensaciones que te deterioran"
La incidencia de la misma sigue una tendencia ascendente porque "el aumento de la prevalencia está relacionado con la edad" y, dado que cada vez las personas viven más, "hay más probabilidad de que se acabe padeciendo", expone el doctor Domínguez. Ante este incremento en el número de casos y al tratarse de una enfermedad que genera complicaciones al estar ligada a otros procesos -diabetes, insuficiencia renal...-, la Sociedad Española de Medicina Interna creó un grupo de insuficiencia cardiaca y fibrilación auricular y fue a raíz de ello cuando comenzaron a surgir unidades como la de Infanta Elena.
Cayetano es uno de los beneficiarios de esta Unidad, tal y como asegura también su mujer y cuidadora, Josefa Pérez. Para ambos lo "mejor" es la inmediatez con la que "nos atienden", pues basta con llamar cuando existe algún problema, como en esta última semana, en la que este paciente empezaba a asfixiarse al tener mal el corazón y el riñón. "Pese a que teníamos cita para la próxima semana, en un 'ratito' nos llamaron y prepararon todo para venir al hospital", aunque Cayetano "no siempre ingresa, a veces recibe su tratamiento en el Hospital de Día", cuenta su mujer.
Un amplio porcentaje llega a la Unidad "después de estar hospitalizado", aunque otros, como Cayetano, lo hacen por Urgencias. "Agradecen, sobre todo, el tener un teléfono al que acudir cuando se encuentran mal porque, rápidamente, los admitimos", expone el responsable de la Unidad, quien añade que son "pacientes de cierta edad que llegan porque se les ha descompensado la insuficiencia cardiaca", a los que "les evitamos, con uno o dos días a la semana en la Unidad, el trastorno que supone estar ingresado 10 días".
Cayetano es el ejemplo de paciente totalmente dependiente al que se le evita el ingreso con el control continuo y la asistencia del Hospital de Día; si bien hay otros pacientes que son totalmente autónomos, pero con los que hay que trabajar el mantenimiento de una buena calidad de vida y el mayor tiempo posible de independencia. Es el caso de Francisco Carreño, deportista nato que en 2019 empezó a notar que "mi respiración no era la misma y que me cansaba mucho más". Algo pasaba.
Fue entonces cuando el médico de cabecera le mandó al especialista y, desde entonces, recibe atención periódica en la referida Unidad. "Hemos aprendido a mejorar nuestra alimentación y a llevar el control diario del peso, tensión y pulso", cuenta este vecino de La Palma del Condado, para el que lo "mejor" es "tener a nuestra disposición a un equipo cada vez que lo necesitamos, dado que siempre nos atienden".
Son varias las características las que le dan a esta Unidad un carácter claramente diferente al resto de los seguimientos habituales en la actualidad y que plantean una concepción distinta de la asistencia ambulatoria de nuestros pacientes. Una de ellas es el planteamiento de una consulta totalmente protocolizada con unos objetivos amplios, ya que se busca no sólo la estabilidad clínica y adecuación terapéutica, sino además un control del resto de factores de riesgo vascular y una atención global del resto de comorbilidades que presente el paciente, lo que implica un seguimiento estrecho y continuado del mismo para poder conseguir dichos objetivos.
Tirando de metáfora, "ponemos parches a un barco que aguanta una travesía por el océano", sostiene el doctor Fernando Narváez, que ve en estas unidades el "futuro" porque serán "muchas las personas que serán muy mayores y, por ende, a las que tenemos que mantener con una digna calidad de vida".
"Captamos al paciente lo antes posible, nos coordinamos entre médicos y enfermeros para que la atención sea en el mismo día y realizamos un proceso asistencial muy eficiente y definido", añade su compañera, la doctora Carolina Magro, quien explica que "tienen una primera visita a la enfermera para hablar sobre cuidados o problemas, y otra a continuación al médico para ser explorados".
Precisamente, lo que se persigue también es potenciar ampliamente la participación de enfermería en el manejo de estos pacientes, ya que uno de los aspectos más cruciales a la hora de conseguir un buen manejo de la insuficiencia cardiaca es una adecuada formación del paciente y sus familiares, aspecto éste en el que la enfermería ha demostrado una clara idoneidad en la literatura científica reciente. En este sentido, el enfermero de la Unidad, José María Romero, habla de la idoneidad de abordar la enfermedad, no solo desde el punto de vista clínico o sintomático, sino también desde el humano. "A las personas tenemos que ayudarlas, educarlas y formarlas", como sucede con Francisco Carreño. "Queremos que se sientan atendidos en todo momento, sobre todo, porque son personas con enfermedades complejas que pasan días muy duros. La salud no es el estado físico, también el mental", enfatiza el profesional.
El tratamiento es totalmente personalizado, pues es "importante aplicar científicamente lo que se sabe una enfermedad, pero hay que tener en cuenta que la tiene una persona, que cada uno es único", prosigue Romero, quien advierte a los jóvenes de la importancia de evitar "factores de riesgo como el sedentarismo o la mala alimentación", en tanto que "están íntimamente relacionados con la insuficiencia cardiaca". "Tenemos la responsabilidad, con los avances, de velar por la población, pero la sociedad tiene la labor de concienciarse para estar más sana", resume.
Otras características son la visión integral del paciente, de manera que se pueda abordar la mayoría de los problemas sin necesidad de someter al paciente a múltiples consultas que a su vez solicitan más estudios y tratamientos; consultas cuya programación se ajusta a las necesidades del paciente y a cualquier problemática que le surja; y la facilidad de acceso, tanto telefónica como físicamente.
El hospital Infanta Elena, a la espera de la acreditación de calidad
La Unidad de Insuficiencia Cardiaca del hospital Infanta Elena acaba de incorporarse al programa de acreditación de la Sociedad Española de Medicina Interna, destinado a las Unidades de Manejo Integral del Paciente con Insuficiencia Cardíaca (Umipic), con el fin de avalar así sus procedimientos de trabajo y sus resultados. Se trata de un programa que se puso en marcha a nivel nacional con el objetivo de ofrecer una sistemática de atención a los pacientes crónicos complejos con insuficiencia cardíaca, desde una perspectiva integral, implicando al paciente, desarrollando el conocimiento de conceptos básicos a través de enfermería y aportando una visión integral desde la medicina interna. Para avalar las buenas prácticas en dichas unidades, se ha desarrollado un programa de acreditación mediante el programa Semi Excelente, con el que cuentan muy pocas unidades del país y en el que espera estar la del Infanta Elena.
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