Investigadores por excelencia

La investigación no sólo es uno de los pilares fundamentales que sustenta con firmeza la estructura de la Universidad de Huelva, sino un complemento fundamental para el sector industrial onubense, para su evolución imprescindible en los tiempos que corren.

Por ello, los investigadores más destacados de la Onubense recibieron ayer los premios de la Cátedra AIQB (Asociación de Industrias Químicas y Básicas), un galardón anual que les permitirá seguir indagando en dos de las áreas que más adeptos han perdido en el ámbito universitario onubense, el de las ciencias y el de las humanidades. De este modo, AIQB y la Universidad de Huelva reconocen el esfuerzo de sus profesores y alumnos más destacados, "algo que les sirve de acicate para su trabajo universitario", según explicó el rector de la Onubense, Francisco José Martínez. El director de la Cátedra AIQB, Pedro Pérez, destacó los objetivos de la misma: promover la investigación, el desarrollo tecnológico, la preparación de los docentes y la formación del alumnado.

Para encontrar el origen de la estrecha relación que mantienen la industria onubense y la universidad hay que remontarse diez años atrás, ni más ni menos, como destacó el presidente de AIQB, Gerardo Rojas, en el acto, en el que estuvo acompañado también por el vicerrector de Investigación, Rafael Beltrán, y por el director gerente de AIQB, Juan Manuel Díaz del Valle. "La industria es muy sensible a lo universitario porque nos concierne de forma particular: es una fuente de ayuda para todas nuestras empresas y la UHU gesta a nuestros futuros profesionales", manifestó Rojas.

Los primeros en subir al estrado a recoger sus ayudas de estudios fueron los estudiantes. Los premiados resultaron ser tres y cada uno de ellos recibió 1.200 euros en concepto de ayuda a sus estudios universitarios, una buena inversión de futuro, un margen de confianza de la Cátedra. Los afortunados fueron el estudiante de Química Jesús Ángel Gómez, el de Ingeniería Química Antonio María Borrero y el de Ingeniería Técnica Industrial con especialidad de Química Pablo Reiriz.

En el apartado de ayuda de la Cátedra AIQB a estancias de profesores de la Universidad de Huelva en Centros de Investigación de Prestigio en el Ámbito Científico Tecnológico (2.000 euros), el galardón recayó sobre Andrés Molero Chamizo, que podrá ejercer su labor en la Universidad Autónoma de México, concretamente en el laboratorio de Neurometría. Las tesis doctorales reconocidas en el área científico-tecnológica, premiadas con una dotación de 1.500 euros cada una fueron las del profesor Manuel Abad de los Santos, del Departamento de Geodinámica y Paleontología, y para el profesor Ángel Miguel Sánchez Benítez, de Física Aplicada.

Finalmente fueron entregados los galardones a la investigación, dotados con 2.400 euros. En el área de lo humanístico-social, el premiado fue el profesor Fernando Navarro Antolín, por su "brillante contribución en el campo de la Filología Clásica", que además ostenta el Premio Nacional de Traducción 2008. Ismael Martel Bravo fue el galardonado en el área científico-tecnológica "por la contribución y participación en el diseño y construcción de instrumento nucleares de aplicación en tecnología de aceleradores de partículas". Martel además trabajó en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares de Ginebra (Suiza), donde se elaboró el acelerador de partículas más grande del mundo.

El rector de la Onubense no quiso clausurar el acto sin antes indicar que "las carreras de Ciencias Básicas y Aplicadas están sufriendo una crisis importante, como la económica, porque la mayoría de los alumnos elige carreras de Ciencias sociales o Ciencias de la Salud", mientras que "son las que más nivel de inserción laboral tienen", por lo que animó a los futuros universitarios a decantarse por ellas.