Se marcha Irene pero llega la borrasca Juan: Huelva, una de las provincias de Andalucía afectadas

Tras el paso de la borrasca Irene, que ha dejado rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora y oleaje de hasta tres metros, nos preparamos ahora para la llegada de una nueva borrasca, Juan. Irene activó avisos en todas las provincias andaluzas, afectando especialmente a Almería, Cádiz, Huelva, Granada, Jaén y Sevilla con condiciones climáticas adversas, incluyendo lluvias intensas, tormentas y granizo.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha alertado sobre la llegada de Juan, que podría dejar nevadas en cotas bajas en La Rioja y Euskadi, aunque aún existe incertidumbre sobre su trayectoria exacta y su impacto en Andalucía. La borrasca Juan podría provocar precipitaciones en forma de lluvia en el norte, el centro y el suroeste peninsular, manteniendo un tiempo bastante estable en el Mediterráneo.

Impacto en las provincias andaluzas

• Huelva: Habrá alerta por viento y fenómenos costeros, con rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora y olas de 4 a 5 metros mar adentro.
• Almería: Almería se enfrenta al aviso amarillo por viento y oleaje, con vientos de hasta 70 kilómetros por hora y olas de hasta tres metros.
• Cádiz: En esta ciudad hay alerta amarilla por lluvias, tormentas y viento en el litoral, con rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora.
• Granada y Jaén: En estas dos ciudades andaluzas tendremos riesgo amarillo por viento, especialmente en las zonas de Guadix, Baza, Cazorla y Segura.
• Sevilla: En Sevilla tendremos aviso por lluvias y tormentas en la campiña, con posibilidad de granizo.

Precauciones y recomendaciones de seguridad

La llegada de estas borrascas consecutivas representa un desafío significativo para las autoridades y los ciudadanos. Se recomienda precaución en los desplazamientos y estar atentos a los avisos de las autoridades locales y de AEMET. Además, es esencial tener en cuenta medidas de seguridad como evitar zonas propensas a inundaciones, asegurar objetos que puedan ser arrastrados por el viento y evitar desplazamientos innecesarios durante los momentos de mayor intensidad de la borrasca.

Estas borrascas no solo representan un desafío para la seguridad pública, sino también para actividades económicas como la agricultura y la pesca.