José Rodríguez Quintero: "Necesitamos más proyectos e investigadores que atraigan fondos a la UHU"
"Nuestra tasa de éxito cuando presentamos un proyecto es similar a la de otras universidades, solo que en otras se solicitan más"
El vicerrector de Investigación asegura que el mayor reto al que se enfrentan es al de captar nuevos investigadores que presenten más proyectos y obtengan financiación
Las mujeres investigadoras conquistan la Universidad de Huelva
José Rodríguez Quintero es Catedrático de Fisíca Teórica en la Universidad de Huelva desde mayo de 2019 y el actual vicerrector de Investigación y Transferencia. Ha dirigido cuatro tesis en España y dos en Francia, y ha liderado seis proyectos de investigación financiados por el Plan Estatal de Investigación en el ámbito de la Física Nuclear y de Partículas.
Hoy es considerado uno de los investigadores de la Universidad de Huelva más destacados en varios rankings nacionales e internacionales. Además, es autor de cuatro libros de divulgación científica, editados por RBA en colaboración con National Geographic y traducidos a cuatro idiomas. Para Quintero, la investigación es una pata fundamental de la Universidad y el gran pilar, junto a la formación, en el que se sustenta.
-¿Qué papel juega la investigación en la Universidad de Huelva?
-Una universidad se define por la investigación que realizan sus profesores. La función de la universidad es generar, preservar y transmitir conocimiento y en ese sentido la UHU como cualquier otra lo hace. Sin embargo, sí es verdad que la Onubense está inmersa en un proceso de mejora de sus indicadores. De hecho, desde hace algunos años tenemos la preocupación de que esos indicadores (ese análisis del área investigadora) mejoren.
-La labor investigadora va intrínseca al docente
-Todos los profesores universitarios tienen la obligación de desarrollar tarea investigadora. Para ser personal docente de la Universidad de Huelva hay que ser investigador, como requisito fundamental. Hay que partir de la base de que un doctorado se realiza a partir de una tesis, que no es más que una investigación. Luego ya, dentro de la Universidad, cada profesor, además de impartir docencia, lo compagina con la tarea investigadora en los distintos ámbitos del conocimiento. Esta es la principal diferencia entre una universidad y cualquier otro centro de enseñanza.
-¿Qué dicen los indicadores sobre los investigadores de Huelva?
-Los indicadores dependen mucho de la disciplina científica. Una de las maneras de medir el desempeño de los investigadores es a través del sistema de sexenios. Es una evaluación de la actividad investigadora que se realiza cada seis años o más a través de La Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (Cneai), que analiza la actividad de los profesores durante esos seis años o más. Normalmente, en artículos en revistas especializadas o en libros. La comisión evalúa lo que ha producido un profesor sea cual sea la disciplina (al menos cinco artículos en 6 años). La comisión evalúa esa producción y decide si es positiva o no. Además, ese sexenio es un complemento retributivo para el investigador. La tasa de éxito de la Universidad de Huelva en este sentido es bastante alta, próxima al 100%. El número de sexenios por investigador mide un poco ese desempeño y en el caso de Huelva, reunimos una de las tasas más altas de Andalucía. La inmensa mayoría de los profesores tienen al menos uno. Incluso, en algunos departamentos como en el de Física, la media de sexenios por profesores está entre tres y cuatro.
-Casi el 100% del profesorado ha superado el desempeño de la actividad investigadora, pero ¿Qué pasa con los proyectos? ¿Despunta la Onubense en este sentido?
El nivel de la investigación de una universidad también se mide a través del número de proyectos. Lo que hacemos los investigadores requiere dinero que proviene, por lado, de los fondos de la propia universidad que se gestionan a través de nuestro Plan Propio de Investigación ('Estrategia Política de Investigación y Transferencia' -EPIT-), que sirve para estimular a los docentes a que desarrollen la misma. Pero la manera habitual en la que se hace es que cada uno solicita los fondos necesarios a las entidades financiadoras a nivel regional (Junta de Andalucía), a nivel estatal (Agencia Estatal de Investigación, que evalúa proyectos todos los años) y la Unión Europea (el último programa de financiación se denomina Horizonte Europa).
En este aspecto la UHU no está bien y tiene que mejorar. Estamos relativamente estancados en cuanto a los fondos y proyectos que conseguimos. Nos hemos preguntado desde el Vicerrectorado por qué tenemos menos proyectos que otras provincias andaluzas y es porque realmente pedimos menos. Nuestra tasa de éxito cuando presentamos un proyecto es similar a la de otras universidades, solo que en otras se solicitan más. Nosotros tenemos pocos proyectos y recaudamos menos. Esto se debe, por un lado, al campo de investigación en el que se trabaje. Un proyecto de ciencias humanas requiere de menos fondos que otro de ciencias experimentales, por ejemplo. Y, por otro lado, a que hay muchos profesores de la Universidad de Huelva que trabajan en proyectos fuera. Estos proyectos sí les cuentan a ellos para el sexenio pero no computan para la Universidad de Huelva. Son proyectos que se quedan fuera. Esto se puede deber a una cuestión de comodidad (de la burocracia y gestión del mismo se encargan en otros centros y ellos solo se limitan a realizar su parte investigadora) o porque no disponen de un equipo completo dentro de la UHU para afrontar un proyecto determinado.
-Evitar esta fuga de talentos es entonces un reto
-Estamos intentando evitar que se vayan los investigadores. Una opción puede ser mediante la coordinación compartida de proyectos en los que una parte del equipo esté en la UHU y otra en cualquier otro sitio y que, independientemente de quien lo coordine, que el reconocimiento sea para todos los sub equipos del proyecto. Así la gestión sería de la Universidad pero también los fondos. Hay que potenciar esa opción. Que los investigadores desde Huelva potencien equipos e incrementen la investigación de cada año.
-Con todo, hay grandes investigadores y proyectos que han sido reconocidos a nivel mundial ¿Qué criterios se siguen para hacer esta selección?
-El Ranking de Shanghai, que mide el impacto de los trabajos a través del número de citas que reciben. Lo habitual es que otros investigadores lean un artículo y lo citen en los suyos. El cómputo del número de citas mide el impacto de los artículos y por ende del investigador. De este modo, a través del índice "H" se establecen estos rankings de investigadores.
-¿Cuáles han sido los trabajos de investigación más destacados de los últimos tiempos?
Las investigaciones relacionadas con las energías renovables en colaboración con la Aiqbe y Atlantic Copper están jugando un papel importante. Pero hay muchas. Por citar algunos hitos destacados, un grupo de astrofísicos de nuestra universidad ha descubierto una estrella joven que es un "caso único en el universo conocido"; También destaca un proyecto en el que se explican los problemas y soluciones de la contaminación por aguas ácidas en las Minas de Tharsis; tres investigadoras han formado parte del equipo internacional que ha publicado un revelador estudio sobre la captación de luz solar por microorganismos marinos no fotosintéticos en la prestigiosa revista Nature; otra investigación sobre el impacto psicológico de la Covid-19 en profesionales de residencias de mayores o una investigación liderada por la UHU sobre el sitio megalítico La Torre-La Janera. Estos son solo algunos hitos, pero también destacan numerosos investigadores que han sido incluidos entre los mejores en los rankings a nivel internacional.
-Sin embargo, la forma de medir el impacto de los investigadores en los rankings internacionales está muy vinculada a las ciencias experimentales.
-Así es. El sistema de medición es uno de los factores que hace que mientras en Huelva tengamos a 8-9 investigadores entre los mejores a nivel mundial, en los rankings universidades como la de Jaén tenga a 25. Tenemos a buenos investigadores en ciencias humanas que no aparecen porque el propio mecanismo para medir el impacto está muy sesgado hacia el mundo de las ciencias.
-¿Cuántos grupos de investigación tiene actualmente la UHU?
-Según la última evaluación de la Junta de Andalucía, la Onubense cuenta con 96 grupos de investigación. Un número demasiado grande, en mi opinión. Yo creo que es importante reducirlos y conseguir que los que estén adquieran más relevancia y un mayor impacto. Nosotros desde la Universidad de Huelva lo que hacemos es una firme apuesta por los centros de investigación. Actualmente tenemos ocho en los distintos ámbitos del conocimiento y los indicadores los sitúan, a la mayoría, por encima de la media nacional. Pretendemos que estos centros sirvan como tractores de la investigación, que potencien y financien los proyectos de los investigadores. Actualmente tenemos el Centro Científico-Tecnológico de Huelva; el Centro de Estudios Avanzados en Física, Matemáticas y Computación; el Centro de Investigación en Patrimonio Histórico, Cultural y Natural; Centro de Investigación en Química Sostenible; Centro de Investigación en Tecnologías de Productos y Procesos Químicos; Centro de Investigación en Recursos Naturales Salud y Medio Ambiente; Centro de Investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social y el Centro de Investigación en Tecnología, Energía y Sostenibilidad.
-En Huelva se hacen investigaciones de todo tipo, que incluso no podríamos llegar a imaginar.
-Hay muchas y variadas. Algunas vinculadas al cambio climático; otras muy relevantes de cara a la industria, con grupos trabajando en el uso de biocombustible, por ejemplo; otras con la economía circular; en materia oscura, agujeros negros; también en física nuclear, relacionadas con el origen de la materia... hay estudios sobre el impacto de la leche materna en algunos productos, incluso tenemos un investigador especialista en El Quijote, la gran obra maestra de la literatura.
-¿Qué grado de conocimiento cree que tiene la ciudadanía de las investigaciones que se realizan en la Universidad de Huelva?
-Yo creo que está mejorando y consiguiendo que la gente entienda cuál es el papel de la Universidad y qué se hace, en parte, gracias a eventos como 'La noche de los investigadores' que nos permite acercar la investigación a la calle. Evidentemente nosotros hacemos ciencia pero nuestra obligación también es transferirla y divulgarla a la sociedad. En ese sentido, la Unidad de Cultura Científica está haciendo un gran trabajo con la colaboración de Aiqbe y los Encuentros de Saber Abierto, que han abordado, precisamente, esta cuestión: la importancia de la divulgación científica en un mundo en el que las tecnologías generan desinformación a veces. A través de estas iniciativas se está intentando transmitir que el papel de la UHU va más allá de la formación.
-¿Hay infraestructuras y fondos necesarios para poner en marcha las investigaciones?
-Los fondos son siempre insuficientes. La UHU tiene problemas con el modelo de financiación. Aún así captamos poco, por eso debemos presentar más proyectos para canalizar más subvenciones en materia de innovación. Este es, sin duda, uno de nuestros grandes retos. Los investigadores no crecen del campo. Para que un proyecto se lleve a cabo desde Huelva y se capten fondos hacen falta equipos completos. Es vital así la formación y para conseguir buenos investigadores hace falta tiempo. Hacen falta buenos investigadores que formen a otros nuevos. Una cadena de formación que no se hace de la noche a la mañana. Y si no los tenemos aquí, los tendremos que captar. La UHU ha pedido eso en los últimos años y se está apostando por programas de captación, además de retención del talento.
En cuanto a las infraestructuras, las que tenemos actualmente son razonablemente buenas, pero lo que sí faltan son recursos humanos en algunos casos. A veces hay problemas porque la universidad está motivada, fundamentalmente, por la tarea docente. Para desarrollar proyectos puntuales sí se hacen contratos. Aunque no siempre. A veces hay ideas pero no medios materiales ni recursos humanos. Necesitamos modelos de financiación que atiendan no solo a la calidad docente, sino a la investigadora.
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