La Junta frena el plan de Montija por la falta de comunicaciones por carretera
La operación en la que el Ayuntamiento lleva trabajando desde hace 9 años se topa con informes desfavorables Se negocia la creación de nuevos accesos desde Huelva y Sevilla
Casi nueve años lleva la operación urbanística de San Antonio-Montija en la incubadora. En pleno boom inmobiliario, el proyecto se topó con el freno de la Junta de Andalucía en lo que el PSOE calificó de pelotazo por la recalificación de suelo industrial a residencial. El Ayuntamiento tenía previsto utilizar el barbecho de la crisis para desbloquear todo el proceso administrativo y allanar el camino para desarrollar a lo largo de una década un sector que incluye 3.607 viviendas, un Parque Metropolitano, dotaciones, industria blanda y comercio. A comienzos de este año, el Consistorio aprobó de forma inicial el Plan Parcial, confiando en que cuando en los dos próximos años culminara toda la ruta burocrática, las circunstancias del mercado permitieran abordar esta urbanización de 276 hectáreas expandiendo la Huelva residencial más allá de la Ronda Exterior, entre el nuevo centro comercial Holea y la Ronda Exterior. Sin embargo, la fase actual de tramitación del documento ha cosechado varios informes desfavorables del Gobierno andaluz.
Según informaron desde el área municipal de Desarrollo Urbano, antes de proceder a la aprobación provisional del Plan Parcial hay que resolver las alegaciones contenidas en dichos informes, empezando por los problemas que atañen a las comunicaciones viarias, como ha establecido el dictamen de Carreteras de la Junta de Andalucía. Como admiten desde el Ayuntamiento, "es el problema más grave" para desbloquear el proyecto de Montija, "porque es preciso garantizar las comunicaciones a este nuevo sector de crecimiento de la ciudad, que en principio sólo están previstas por una nueva rotonda en la vieja carretera de San Juan del Puerto y por el nexo existente en la actualidad bajo el puente del Carrefour. Sin embargo, -precisan desde el Consistorio- para obtener el visto bueno de Carreteras, es preciso acordar nuevos accesos desde Huelva y desde Sevilla que garanticen las comunicaciones de la ciudad con esta nueva zona. El tema está en negociación y la alternativa que tiene más posibilidades es la de crear un nuevo carril de aceleración tanto en la A-49, como en la prolongación de la Avenida de Andalucía".
Al margen del asunto de las carreteras, otro de los informes sectoriales fue el de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, "temas relativos a excavaciones arqueológicas que ya se han resuelto dejando la ordenación del Plan Parcial tal como está -apuntan desde Desarrollo Urbano-, pero con el compromiso de realizar de manera previa a cualquier labor de urbanización futura, una prospección arqueológica que a tenor de los resultados, en caso de hallazgo y tras su valoración, pueda alterar la ordenación actual".
Por otra parte, el Consistorio aduce que se encuentran "en vías de solución" las cuestiones relativas a las vías pecuarias, "algo normal en todos los planes de crecimiento", a requerimiendo de la Delegación de Medio Ambiente.
También en trámites de solución se incardinan las alegaciones de Adif, "suelos de su propiedad, antiguas vías ferroviarias, algo también normal en este tipo de planes", explican, añadiendo que también se está abordando el emplazamiento de Red Eléctrica Española respecto a la ubicación de un tendido eléctrico que pasa por estos terrenos de Montija. Una vez se obtengan los perceptivos informes sectoriales resolviendo estos escollos, el Ayuntamiento dará cuenta del proyecto a todos los propietarios de las fincas afectadas y, tras estudiar las alegaciones que puedan presentarse, se esperará el dictamen de la Comisión de Urbanismo para aprobarlo de forma definitiva. Para iniciar las obras, se debe constituir la Junta de Compensación y redactar y aprobar el proyecto de urbanización y el de reparcelación. Una auténtica odisea administrativa, como lo fue la del Ensanche Sur que, desembarcando en plena crisis no ha encontrado sino escollos en el camino, con las obras paradas desde hace 7 meses (como ayer informó este periódico, los últimos malabarismos enfilan el reinicio de la urbanización a principios de 2014, después de que quebraran las dos constructoras anteriores).
Precisamente apelando a la parálisis del Ensanche, cuando el teniente de alcalde de Desarrollo Urbano, Francisco Moro, acusó de obstruccionismo al Gobierno andaluz en el reciente Debate sobre el Estado de la Ciudad, el mandatario del PP lamentó que el torpedeo se repita ahora con los informes desfavorables sobre Montija. Nuevamente la réplica desde la bancada de la oposición fue apremiar a otros frentes más acuciantes en el urbanismo de la ciudad, en vez de empeñar energías en futuribles. "Dejénse de Montija -aclamaba el pasado lunes en este debate el portavoz socialista Gabriel Cruz- ¿Cómo pretenden hacer allí 3.600 viviendas, teniendo abandonada Isla Chica? Céntrense en solucionar el problema de Isla Chica, que es lo que están esperando los ciudadanos del barrio desde hace mucho tiempo". Un discurso que, inexorablemente, acabó como la pescadilla que se muerde la cola, en el bucle del "PSOE paró el proyecto en los tribunales, como hizo con el Ensanche Sur", aduciendo los socialistas que "el PP tiene a la ciudad empantanada, vendiendo humo, con el Ensanche y Isla Chica muertos, y ahora hablando de Montija". Una dicotomía servida en bandeja a los electores en la disputada batalla de 2015, en la que las relaciones institucionales entre los periquistas y el Gobierno andaluz vuelven a descarrilar las promesas que se quedan por el camino.
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