Manifiesto fervor en la novena de la Virgen
El domingo por la mañana se celebra la Función Prinicipal de Instituto oficiada por el obispo de Huelva
Almonte/El pueblo de Almonte se encuentra inmerso en las actividades de culto que hacen de antesala a la romería rociera, o a lo que los almonteños llaman el Rocío Grande. En estos días se está celebrando una novena en honor a Nuestra Señora del Rocío, en la céntrica iglesia parroquial. Hasta allí acuden un gran número de lugareños devotos y feligreses de otras hermandades para ofrecer sus respetos a la Blanca Paloma.
El pasado miércoles el sacerdote encargado de oficiar la misa fue Ángel Moreno Sancho, vicario de la diócesis de Sigüenza, en Guadalajara, y capellán del Monasterio de la Madre de Dios de Buenafuente de Sistal, también en Guadalajara. Además, el coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Espartinas puso la nota musical durante la celebración eucarística, con unos sones en los que se mezclaban la solemnidad religiosa con el arte del cante con aires flamencos.
Cada día de la novena ofician la misa sacerdotes de diferentes puntos de la geografía andaluza y del resto de España, que sienten de una manera muy especial la devoción por la Virgen del Rocío. De la misma forma, los coros de distintas hermandades rocieras, de las provincias de Huelva y Sevilla, acuden a esta cita religiosa que va calentando motores para las jornadas próximas en la aldea marismeña. El último día de la novena, el sábado, la misa la oficiará Francisco Jesús Martín Sirgo, párroco de Almonte, rector del santuario de la Virgen del Rocío y director espiritual de la Hermandad Matriz. Ese mismo día, antes de la celebración eucarística, habrá un acto de recibimiento e imposición de medallas a los nuevos hermanos. Será el domingo por la mañana cuando se celebre la Función Principal de Instituto, oficiada por el obispo de Huelva, don José Vilaplana Blasco. Después de este solemne acto religioso se llevará a cabo la procesión del Santo Rosario por los lugares de costumbre. Este será el último acto de culto previo a la misa de romeros, que tendrá lugar el próximo miércoles y que supone el pistoletazo de salida de la romería para el pueblo de Almonte.
Antes de comenzar la misa de la novena el pasado miércoles, el grupo de tamborileros de la hermandad matriz de Almonte entonó su peculiar melodía para acompañar a la hermana mayor de este año, Eva Toro, que no pudo ocultar su emoción por ocupar este cargo en los actos rocieros que están teniendo lugar. Tras proferir vivas a la Virgen, la hermana mayor y los directivos de la hermandad matriz entraron en la parroquia en un ambiente a rebosar de emoción contenida. El centro neurálgico del pueblo -donde se sitúa la iglesia parroquial- es, en estas jornadas, un hervidero de bullicio y de ambiente festivo en torno a los actos religiosos. El casco histórico de la localidad se llena de vecinos ansiosos y emocionados ante la inminente festividad. Y es que ya queda cada vez menos para el lunes de Pentecostés.
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