Manuel H. Martín: "El Festival de Huelva es un ente muy vivo que ofrece una cercanía con el cine única"
Entrevista al director del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano
El director del certamen cinematográfico onubense destaca que el Festival se abre a la ciudad con conciertos, gastronomía y proyecciones exclusivas
Espera que en la edición 50 haya un incremento del presupuesto que permita más homenajes, actuaciones musicales y actividades por la ciudad
Todo preparado en Huelva para que comience la 49 edición del Festival de Cine Iberoamericano
Huelva/Que la magia del cine está en las salas es un hecho inequívoco. Aun así, el Festival de Huelva de Cine Iberoamericano se puede permitir el lujo de alterar este dicho porque la magia del certamen no se encuentra únicamente en las proyecciones presenciales -que también-, sino que igualmente lo hace en los encuentros entre cineastas y espectadores, en los conciertos o en los food trucks. En definitiva, cada rincón de la ciudad custodia parte del encanto del festival cinematográfico más longevo de Andalucía. Y, precisamente, es la trascendencia que el Festival tiene en la ciudad la que lo hace único. Su director, Manuel H. Martín, es incapaz de esconder la ilusión que deja en él la 49 edición por todas las novedades preparadas con tanto mimo y cariño.
- Esta edición cuenta con un presupuesto que asciende a 820.000 euros, un 15% más que hace un año. ¿Qué supone para la organización?
- Es un presupuesto que te permite trabajar en acciones de calidad, contar con buenos profesionales, la mejora (ya evidente) en las galas de inauguración y clausura y, además, llevar a cabo actividades durante todo el año, véase el cine de verano, el Cine Club o el ciclo de cine dominicano. Aunque el deseo es trabajar con un millón de euros, estamos muy contentos por el presupuesto de este año, sobre todo, porque venimos de trabajar con la mitad hace menos de una década. Cuando trabajas con el doble de presupuesto podemos hacer cosas de mayor calidad porque el cariño ya lo ponemos.
Y, sobre el presupuesto, un dato a tener en cuenta es que el 70% del mismo se queda en la ciudad de Huelva, por lo que podemos decir que lo que las instituciones ponen, luego revierte en la ciudad, ya sea en hoteles, restaurantes, agencias de viajes...El cine es un atractivo para un turismo de calidad y consideramos que, a nivel de eventos, Huelva está en un momento de efervescencia.
- ¿Qué novedades trae consigo la 49 edición?
- Gracias a todo lo que seguimos aprendiendo con los años -porque no dejamos de aprender- cada edición podemos introducir novedades muy positivas. Una de ellas es que la sección Sismos, muy rompedora, se podrá seguir de forma presencial y ya no solo on line, porque el digital está para quedarse, pero sin sustituir el encanto de las salas. También podemos afirmar que toda la Sección Oficial son estrenos nacionales, así como el impulso y la fuerza que le hemos dado al talento local y andaluz porque, aunque es un festival predominantemente iberoamericano, es importante articular bien el relato del talento andaluz. Un ejemplo es la proyección tras la gala inaugural, de Sembrando Sueños, una película que habla de los hermanos Álvarez Quintero, personajes de interés de nuestra cultura popular.
- Habla del aprendizaje, ¿qué le han brindado en ese sentido estos ochos años como director del Festival?
- Sobre todo, aprendes a escuchar. A las instituciones, a la ciudadanía, las inquietudes...De ahí surge, precisamente, la idea de abrir el Festival a la ciudad. De hecho, otra novedad es que contamos con un día más, pero no solo para las proyecciones, sino para tener un día más de presencia en las calles. Tener al alcance un concierto mientras disfrutas de la gastronomía en food trucks o encuentros con los cineastas tras la proyección de una película es muy interesante. Son actividades que se retroalimentan entre ellas.
Fruto de ese aprendizaje hemos incrementado el potencial gráfico del Festival en las calles, al igual que también hemos ganado presencia en la ciudad y la provincia con las proyecciones de cine infantil, juvenil y familiar. Al final, todo se resume en escuchar y aprender de las críticas constructivas, siempre bien recibidas. Sucedía así con los horarios de la programación: ahora acabamos antes y permitimos, por un lado, que los vecinos que vienen de otros barrios puedan usar el transporte público para regresar a sus casas; y, por otro, que la gente tenga tiempo para quedarse en el centro y cenar o pasear por allí.
- Atrás queda la pandemia y parece que las salas de cine están cada vez más animadas. ¿Qué tal le sienta eso al Festival?
- El contexto de Covid-19 nos obligó a tener limitaciones lógicas, pero ahora que ha pasado, el público está volviendo a las salas de cine. Es muy positivo que las personas vayan a los cines y que allí descubran películas que, de alguna manera, tienen menos promoción. Y es aquí donde entra el Festival de Huelva, que ofrece películas únicas, muy difíciles de ver en pantalla grande, si bien muchas de ellas se acaban estrenando ahora. Hemos mejorado mucho la calidad de programación.
Pese a que el 90% de nuestra programación es presencial, no nos olvidamos del on line, un apoyo que hay que utilizar siempre que se pueda. Ejemplos de ellos son el ciclo de cine dominicano o Ventana Cinéfila (un apoyo a la actividad educativa). Al final, ambas modalidades suman para el objetivo sobre el que trabaja un festival, el de que estén las proyecciones en pantalla grande.
- ¿A cuanto público llega el Festival de Huelva?
- Hablamos de más de 30.000 espectadores físicos, a los que hay que sumar el on line. De ellos, la mitad corresponden a un público adulto y cinéfilo y la otra mitad al infantil y juvenil. De hecho, es ese público más joven al que queremos conquistar porque será el del futuro; y lo hacemos con el cine de verano, las proyecciones en plazas públicas de municipios de la provincia o la participación de los centros educativos en el mismo Festival. En este sentido, contamos con un departamento de programación educativa para que niños y docentes puedan disfrutar de la experiencia cinematográfica y, con una guía didáctica, poder llevársela al aula; así como para otras acciones como el programa Jóvenes Comunicadores Cinéfilos -que hemos ampliado-, donde estudiantes cuentan el Festival desde dentro, o Cines y Valores, una sección de corte social y mayoritariamente gratuita.
Considero que nuestros números son positivos y coherentes si se comparan con los habitantes que tiene Huelva. Lo que queremos es tener un número de espectadores estables que sientan el Festival como suyo y que vengan también a las actividades paralelas porque, al fin y al cabo, es el Festival de la ciudad, el de todos los onubenses. Y por ello y, como soy espectador y lector antes que nada, damos a la audiencia la posibilidad de puntuar algunas secciones y, por ende, participar en varios premios. La nota media que dieron los asistentes el pasado año fue de 7'5 o, lo que es lo mismo, un notable a la programación que pusimos.
- Si tuviera que destacar un aspecto único de este certamen...
- La cercanía, sin lugar a dudas. Tenemos una ciudad en la que, por su tamaño y amabilidad, nos permite hacer un Festival de Cine único, con una gran cercanía. Ejemplo de ello es que el público lo que quiere es que termine la proyección, aplaudir al creador y salir al hall del Gran Teatro para hablar con él sobre la película. Eso no está en otro sitio.
Siempre que vengo de otros festivales, lo hago con la misma filosofía: tenemos un buen Festival, con buena organización y muy amable, donde se respira calma y cercanía. Huelva tiene además todas las bondades para ello. Y este reconocimiento lo encontramos también en los datos de las ayudas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), pues somos los quintos en cuanto a ayudas se refiere porque nos puntúan por internacionalización, impactos y contenidos. Es un ejemplo de que estamos haciendo un gran Festival y, sobre todo, sostenible.
- La mitad de los títulos están dirigidos por mujeres, paridad en el jurado... son ejemplos de la clara apuesta por la igualdad.
- El Festival tiene una política de igualdad indudable. Abogamos por ella y no solo con esos ejemplos, sino también con los premios o las contrataciones, donde nuestras máximas son el currículum y la paridad.
- Aún no ha empezado la edición 49, pero es pregunta obligatoria: ¿qué espera de la 50, un número tan especial?
- Cuando cumples medio siglo, por todo lo que implica a nivel histórico y emocional, es algo que marca mucho y, por eso, tiene que ser un festival exclusivamente diferente. La propuesta es seguir con el modelo de estos ocho años, pero con más actuaciones musicales, más homenajeados, más actividades...y todo eso exige un mayor presupuesto.
- Eso sí, sin perder el sello iberoamericano.
- Eso no se pierde. Aunque cambiamos la marca hace algunos años para decir Festival de Huelva de Cine Iberoamericano e implicar así a toda la ciudad como el resto de certámenes españoles, el iberoamericanismo es nuestra seña y lo seguirá siendo.
- ¿Goza de buena salud el Festival de Huelva?
- Es saludable y sostenible, estamos fuertes. El Festival es un ente vivo que sigue adelante y esto es más destacable aún si tenemos en cuenta que venimos de años complicados. La ilusión y el cariño son incuestionables.
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