Marcos Toti: "IU ha demostrado en el Gobierno que es más que una utopía romántica”
El coordinador provincial de la formación avala la presencia de Unidas Podemos como socio del PSOE en Moncloa como “la única forma” de demostrar que son una alternativa de gestión
Huelva necesita “industria pero sostenible”
Asume el reto de liderar una formación política histórica que no se conforma con ser el complemento a la izquierda del socialismo. Marcos Toti tiene experiencia en la gestión como alcalde de Zalamea, una responsabilidad de gobierno de cercanía que ahora pretende aplicar en una visión global de la provincia de Huelva como coordinador de IU. La suya es una tarea compleja con un sistema electoral que penaliza especialmente a su partido y la fragmentación de los últimos años del voto. El primer paso es convencer de que su mensaje no es una utopía romántica, sino una realidad ejecutable.
–¿El apellido marca el camino?
–Pues no te creas. Es curioso pero mi padre que ideológicamente éramos iguales nunca proyectó sobre mi la cuestión política. Él hasta muy al final de su vida fue militante y activista, pero no asumió cargos de primera línea. Tampoco mi camino era la política porque yo acabé Bellas Artes y ya militaba en la asamblea de Zalamea. Cuando se crea la candidatura de 2003 falta un cabeza de lista, los compañeros me lo ofrecieron y acepto porque teníamos dos concejales y pensaba que tendría que ir a los plenos cada dos o tres meses pudiendo compaginar mi profesión en Huelva. Hicimos una gran campaña y ganamos la alcaldía. A partir de ahí mi camino quedó más marcado.
–De la política cercana, del puerta a puerta de un pueblo pequeño a la responsabilidad global de toda una provincia hay un salto importante.
–Cuando terminó mi último mandato ya pensaba que mi tiempo político en Zalamea había pasado, sentía que había cumplido lo que le podía dar a mi pueblo. No me presento en las últimas, me centro en mi pintura, mis cuestiones particulares y llega la pandemia. Durante estos casi dos años que llevamos he reflexionado mucho y cuando Rafa (Sánchez Rufo) me dice que lo va a dejar pues me lo tomo como un comentario entre amigos. Luego lo medito, le planteo mi deseo de dar un paso al frente y me dice que soy la persona ideal. Me postulo y para sorpresa mía recibo un apoyo casi unánime, no a mi si no a mi coordinadora.
–¿De esos dos años de reflexión en pandemia previos al paso al frente qué aprendizaje saca para aplicar a su proyecto político?
–Esa es una reflexión que llevo haciendo toda mi vida. Intenté pensar en cómo se ve la izquierda a pie de calle, cómo nos ven los ciudadanos porque cuando uno es militante tiene una visión particular desde dentro. Me dediqué a pensar en cómo nos ve la sociedad.
–¿Qué diagnóstico sacó?
–La sociedad dice estar muy apartada de la política pero es muy política. Generalmente se nos imponen debates desde arriba que la sociedad acoge por bombardeo pero no son los problemas reales de la calle.
–¿Está muy lejos la política actual de la calle?
–Hay una retroalimentación mayor que hace unos años y quiero pensar que por el tema de las redes sociales. Sí percibe que la política local tiene menos relevancia. Hoy sale Yolanda Díaz diciendo cualquier cosa y tiene más relevancia que nosotros reclamando el Materno Infantil. Los debates nacional lo impregnan todo y nos olvidamos de los problemas cercanos.
–¿Cuál es el estado de salud de la IU que se ha encontrado?
–Es bueno, pero hay que meterlo en un contexto. Veníamos de varias elecciones seguidas con cuatro marcas diferentes (IU, Unidos Podemos, Adelante Andalucía y Unidas Podemos) y es como en los exámenes finales que cuando lo acaba le viene un bajón. La gente cuando acaban las campañas quieren una relajación, luego llega la espantada de Adelante Andalucía y nos encontramos con el Covid. Por eso estamos bien de salud pero saliendo de una gripe importante de inactividad. La militancia tiene muchas ganas.
–¿Cuáles son sus principales retos?
–La labor de la coordinación provincial tiene dos planos. En el interno va relacionado con revitalizar todas las asambleas para volver a trabajar como lo hacíamos antes de la pandemia. Luego tenemos el reto de la confluencia en el ámbito de Unidas Podemos y esa alianza de agrupaciones que está liderando Yolanda Díaz. Y a nivel externo no es otro que mejorar la calidad de vida de las personas con el objetivo de beneficiar más a quien menos tiene.
–La alianza con Podemos y la posterior entrada en el Gobierno con el PSOE provocó divisiones internas con históricos como Llamazares opuestos abiertamente o la ruptura con el grupo de Teresa Rodríguez en el Parlamento Andaluz. ¿Qué opinión le merecen?
–Llamazares lleva mucho tiempo marchándose del partido. Si analizas de verdad el rechazo ha sido mínimo. En IU tenemos muy claro que la sociedad se cambia gobernando. Protestar es muy cómodo, porque decir no es lo más sencillo. Como he sido alcalde y no oposición sé que lo importante es el sí, hacer cosas y no hay mejor manera de hacerlo que en el Gobierno.
–¿Y la presencia de IU en el Gobierno qué ha aportado?
–Podemos comparar la situación actual con la respuesta a las anteriores crisis de Rajoy y Zapatero. Frente a aquellos recortes, podemos decir que de la actual estamos saliendo por la izquierda, con un escudo de protección social increíble y no hay mejor dato para demostrarlo que los datos del paro. No hace ni dos años y ya estamos en cifras mejores que antes de la pandemia. Y ese ministerio lo lleva una persona del Partido Comunista de España que es Yolanda Díaz. Estar en el Gobierno nos ayuda a cambiar la imagen que la gente tiene de nosotros. Siempre se nos ha visto como románticos utópicos, gente buena y con ideales que no eran realizables. Esa figura que representaba bien Julio Anguita. La entrada en el Gobierno demuestra que además de teorizar somos capaces de realidad lo que decimos. Curiosamente eso explica que hayamos sido siempre una fuerza muy municipalista, porque la persona del pueblo tiene un conocimiento más personal y sabe que nuestros candidatos hacen realidad los proyectos. A nivel nacional nos enfrentamos a la dificultad de acceso a los grandes medios y una ley electoral anacrónica que es un crimen.
–Precisamente uno de los grandes problemas que tiene la provincia de Huelva es la altísima tasa de paro, competencias que corresponden a Yolanda Díaz, ministra de Unidas Podemos.
–El paro en Huelva tiene unas características propias por la situación geográfica y productiva de la provincia. Estamos encajonados como región periférica y somos víctimas del desmantelamiento de la industria, de la cultura del ladrillo y no ser capaces de reconvertirnos. El potencial que tiene Huelva es espectacular. En Zalamea por ejemplo tenemos una finca pública de 6.000 hectáreas improductivas, presentamos un proyecto de explotación a la Junta que garantizaba el paro cero. Fue rechazado. Alternativas hay. Si pensamos que el futuro es el turismo estamos muy equivocados, porque tenemos unas playas maravillosas sin conexiones ni los servicios de otras zonas con las que competimos. El empleo que genera el turismo es precario y estacional.
–Históricamente el empleo de calidad en Huelva lo ha generado la industria. ¿Respalda la reindustrialización?
–Absolutamente, queremos industria, pero la queremos sostenible. No hemos sido capaces de hacer llegar nuestros mensajes. Jamás hemos dicho que estemos en contra de la industria.
–¿Qué le parece el proyecto CEUS?
–Muy interesante. Es una alternativa experimental que garantiza esa sostenibilidad. Ahora mismo estoy expectante para verlo realidad porque todos sabemos que a Huelva las cosas llegan a cámara lenta, como si viniesen andando.
–Es que si tienen que venir en tren ni llegan.
–Lo del tren en nuestra provincia es un crimen. Al igual que otras cosas se nos acusa de estar en contra del AVE y nosotros no decimos eso. Decimos que Huelva necesita una vía de alta velocidad, no el AVE que es una marca. Pero tiene todavía más sentido que se hagan una red de cercanías que vertebre la costa o el norte de la provincia. Tardo una hora en llegar desde Zalamea, miro por el retrovisor y veo una ristra de coches con una sola persona. No tiene mucho sentido. Mucha gente habla del AVE porque trae turismo, congresos, etc. Nosotros el debate lo llevamos más allá. No hay transporte más limpio que el ferrocarril.
–Para mejorar las líneas de ferrocarril, desdoblar la N-435 y tantas infraestructuras necesarias hacen falta inversiones y los últimos presupuestos no son precisamente buenos para lograrlo.
–Los últimos PGE no han sido buenos para Huelva. Pero habría que hacer una apuesta global con un plan a largo plazo. Hay un estudio del Consejo Económico y Social que fija en más de 1.000 millones de euros el déficit histórico de inversiones en la provincia. El 1 de enero tenemos que empezar a preparar los presupuestos del 2023 y nos reuniremos con quien sea necesario para comenzar a recortar ese déficit. Necesitamos un plan estratégico a largo plazo, con dotaciones reales anuales.
–Su primer reto electoral serán las autonómicas en unos meses. ¿Cómo las afronta?
–Valdano dice que los goles no se buscan, se encuentran. La cuestión no consiste en afrontar unas elecciones sino en hacer el trabajo cada día para cuando lleguen. Somos una estructura muy organizada, implantada en toda la provincia y con una economía justa. Hacemos nuestras propias campañas sin los recursos de otros. Por eso es tan importante nuestro trabajo diario en cada municipio.
–¿Cuándo serán?
–Hay tactismo muy grande por parte del PP y la ultraderecha de VOX que llevan tiempo dándose piquitos y ahora hacen como que se han enfadado. A Cs no lo cuento porque posiblemente vaya ya integrado con el PP si Juanma Moreno se impone a Casado que no quiere que lo haga. La derecha no ha hecho nada, se ha dedicado a decir que estamos en pandemia y no hacer nada.
–Y en un año y medio las municipales, que son las elecciones donde más se mide el trabajo cercano.
–Tenemos las alcaldías de Fuenteheridos y Encinasola, cogobernamos en Cartaya, Valverde, Ayamonte... Aspiramos a todo, a cambiar la realidad de los pueblos, a que no haya una mayoría absoluta en Diputación que nos convierta en una fuerza necesaria.
–¿Y en la capital cómo valora el trabajo realizado por Mónica Rossi?
–Es espectacular en unas circunstancias muy difíciles porque trabajar con una mayoría absoluta enfrente es durísimo. Está currando barrio a barrio. Es una persona con una enorme sensibilidad, que escucha y se implica en los problemas de las personas. Es la política que hace falta en los municipios. Es esencial la política de faros largos con una planificación general y la del día a día, que es la que se suele abandonar porque la grande absorbe mucho. Mis padres tenían un piso en La Hispanidad y cuando voy casi tengo que coger una pala para quitar las hierbas y entrar. Vengo al centro y está todo impecable. Mi barrio es tan Huelva como la calle Concepción.
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