El Medio Ambiente señala al futuro de la actividad del Puerto
La innovación es uno de los aspectos a potenciar para lograr mayor competitividad
Huelva/Siempre está presente a la hora de hablar del Puerto de Huelva, hasta el punto de convertirse en algo ineludible a la hora de referirse a cualquier proyecto surgido de la actividad que se desarrolla en los muelles onubenses. No hay ni un solo proyecto que se presente en la Autoridad Portuaria que no tenga esa vertiente que determina su propia existencia. Y es que su situación geográfica privilegiada, la posibilidad de disfrutar frente a la actividad marítima de un entorno como las Marismas del Odiel, tiene la vertiente de la sostenibilidad como un elemento básico a la hora de poner sobre la mesa cualquier proyecto de desarrollo. Todo ello surge también de una necesidad de reivindicarse, de marcar distancias con lo vivido en el entorno de la ciudad hace décadas y que todavía lastra la oposición de ciertos colectivos a cualquier cosa que llegue, tanto del Puerto como de la industria que sustenta su actividad.
Uno de los más implicados en la defensa de este papel fue José Antonio Agüera. Tanto desde las instalaciones de Cepsa -principal operador en el Puerto de Huelva y motor económico de la provincia-, como de la presidencia de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas que agrupa a las principales con actividad en Huelva, quiso defender ayer la "estrategia entre el Puerto y la industria química" como algo determinante para su supervivencia, para "conseguir aumentar la competitividad" de las dos vertientes.
Esa preocupación ambiental ha pasado a su juicio de ser "una preocupación en el pasado, a una virtud en el día de hoy". Para Agüera, "la mejor garantía que pueden tener en Huelva de la consecución de la sostenibilidad, es que la industria está regida mediante regulaciones estrictas que deben cumplir las directivas comunitarias que marcan en Europa y que son comunes a todos los países que pertenecen a la UE. Por ejemplo, una fábrica que quiera instalarse en Alemania, debe cumplir las mismas obligaciones que una que lo haga en el sur de España".
Se trata también de responder al reto que le plantea la competencia de otros países, sobre los que existe una desventaja clara tanto "en el coste de la mano de obra, como en el de la energía", auténtico caballo de batalla de la industria en todo el país y que superan con esa eficiencia sobre la que se fundamenta la sostenibilidad. "A pesar de esas desventajas, conseguimos vender en esos países", señaló Agüera, quien esgrimió las bondades de una industria "que es de primera línea, ya que en Huelva están las plantas más eficientes del todo el mundo, las que consumen menos cantidad de CO2 por tonelada producida, algo que nos hace sobresalir en un mercado en el que la competencia aumenta constantemente".
Para Agüera, el debate sobre si cumplen la más que estricta regulación que se establece para todas ellas, "para su vigilancia y control, no existe, no hay posibilidad de discusión alguna". De hecho, se habla de "industria ambiental o actividad ambiental, ya que pocos sectores tienen unos niveles de protección y vigilancia tan altos como los que tenemos en la industria química".
En este mismo sentido, el director del Puerto de Huelva, Ignacio Álvarez-Ossorio, expuso que dentro de esa visión global que buscan las instalaciones onubenses, "el medio ambiente es una ineludible" y volvió a recordar que "Huelva está entre los puertos que más invierte de España en Medio Ambiente".
Javier Peña puso sobre la mesa la experiencia propia de Impala Terminals y el Grupo Trafigura y recordó el récord que supuso la instalación de unos muelles y las instalaciones adyacentes "en apenas seis meses", desde que se diseñaron "hasta que estuvieron plenamente operativas; para ello se puso un especial interés en ser absolutamente respetuosos con el maravilloso entorno en el que nos instalamos. Para ello, todas las galerías de transporte de material estuvieron a cubierto, al igual que todas las instalaciones que albergaban la manipulación de los graneles, para que no tuvieran ningún impacto en el medio ambiente, para que no se levantaran nubes de polvo en los procesos de mezclado del material". Peña recordó las dificultades para plantear esas exigencias, especialmente "porque se trata de procesos más caros, que requieren unas inversiones mayores, así como inconvenientes operativos, pero es algo que se pone como un requisito ineludible a la hora de plantear cualquier tipo de instalación en la zona".
También Peña abrió el debate sobre la innovación como uno de los elementos que ayudan a incrementar la competitividad de las empresas y buscar su particular hueco en el mercado. Esa "optimización de los procesos resulta fundamental a la hora de, por ejemplo, cambiar un método de mezclado por otro ya existente, de cara a conseguir el auténtico paradigma empresarial, como es el de hacer algo en menos tiempo y con menos mano de obra a utilizar en ellos". Todo ello parte de la necesidad de competir con "países cuya mano de obra vale siete veces menos que aquí". Si se tiene en cuenta que el coste laboral es el mayor (junto con la energía, especialmente la eléctrica) al que deben hacer frente las empresas, se trata de "algo fundamental para poder entrar en ciertos mercados y para que, en nuestras instalaciones pasemos, por ejemplo de mezclar 11.000 toneladas a la semana a más de 33.000". Todo ello vendrá de la mano de la digitalización, definida como "una deuda eternamente pendiente que en casi todas las empresas".
Esa innovación también fue seguida de una reclamación, en este caso no achacable a la Autoridad Portuaria, sino al sistema marítimo nacional, que hace casi imposible el acortar los plazos a la hora de operar en el Puerto de Huelva. Así, por ejemplo, mientras que en la casi totalidad de procesos industriales se mide el tiempo en horas, en los puertos son bloques de seis horas, es decir, "que si por ejemplo necesitas para cargar un barco 20 horas y media, no puedes pagar por el tiempo que consumes realmente, sino que tienes que abonar 24 horas, las utilices o no". Se trata de "retos a abordar de cara a conseguir esa competitividad para garantizar la continuidad de la industria".
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