El Monumento a Colón de Huelva cumple 90 años

Punta del Sebo

El Puerto de Huelva reactiva la restauración del coloso

El Ayuntamiento promueve diferentes actos conmemorativos

El Monumento a Colón en la Punta del Sebo / A. Domínguez
Eduardo J. Sugrañes

21 de abril 2019 - 06:06

El Monumento a Colón continúa siendo un símbolo para la provincia de Huelva después de ser inaugurado tal día como hoy de hace 90 años.

Habían pasado doce años de la visita a los Lugares Colombinos del abogado norteamericano William H. Page, quien en 1917 se lamenta de que aquí no hubiese un monumento dedicado a la figura de Cristóbal Colón; lo que existe es la columna levantada en el IV Centenario y en mal estado. Reclama un homenaje de los norteamericanos a quien hizo posible que con su llegada a un continente hasta ese momento desconocido, pudieran despertar esas tierras.

No fue fácil aquel empeño de William H. Page. Gracias a su tesón consigue poner en marcha a la sociedad norteamericana y promueve el gran proyecto de la Columbus Memorial Fund, en 1926. Había que contagiar el espíritu de ese homenaje y, lo que no era menos importante, buscar los fondos necesarios para hacer posible un monumento en homenaje a Cristóbal Colón.

La Columbus Memorial tuvo la respuesta acorde con los esfuerzos que llevaba a cabo y es en 1927 cuando en Huelva se conocen los deseos de los americanos de este homenaje.

La ciudad de Huelva se siente sobrecogida por una noticia de tal magnitud, en la que se habla de un monumento que solo tendría parangón con el de la Estatua de la Libertad.

Los americanos, Nueva York, Colón, Huelva… sin duda alguna va a crear una expectativa inusual. Solicitan informes del lugar donde ubicar la gran escultura. José Albelda, jefe de obras del Puerto, apunta directamente a la Punta del Sebo, en la confluencia donde se abrazan los dos ríos, el Odiel y el Tinto.

En esta gran empresa cuentan con una reputada artista neoyorquina, la escultora Gertrude Vanderbilt Whitney, que se involucrará muy activamente en el proyecto. Visita Huelva para conocer el espacio apuntado desde la Junta de Obras del Puerto y ve que es el lugar idóneo, tendrá que luchar para que al final todos entiendan que aquí es donde debería estar.

Sin duda lo más acertado, porque se conseguiría esa visión idílica de un monumento de 37 pies de altura que se levantara en esta bahía recordando a los promotores del proyecto a la de Nueva York, con su estatua de la Libertad.

Su construcción supondrá una gran obra de ingeniería, pues en la Punta del Sebo se creará una península para adentrar en la ría el espacio donde habrá de levantarse. Se protegerá de un malecón y es la cantera fósil marina de Niebla la que aporte las piedras que recubrirán la estructura de hierros procedentes de las traviesas de ferrocarriles y hormigón.

Aquí nadie puso en duda el proyecto de la Columbus Memorial Fund, sabían del empeño que ponen los estadounidenses para conseguir sus objetivos y este no iba a ser menos. Contaron desde el primer momento con el apoyo de las instituciones americanas, del mismo presidente de los Estados Unidos, así como del rey Alfonso XIII y del presidente del Gobierno, el general Primo de Rivera. Lo más importante es el apoyo de la alta sociedad española que representaba el duque de Alba, quien facilitó todas las gestiones a la escultora y la propia fundación, como la propia embajada de los Estados Unidos en España.

Sillar a sillar se fue construyendo el proyecto escultórico de miss Whitney, no sin antes apostar por esta concepción artística de Cristóbal Colón. Se adapta perfectamente a lo que quieren los compatriotas americanos: consigue la simbología perfecta de la esencia de la aportación de Cristóbal Colón, que es el que lleva la fe del cristianismo a América.

Así, una figura de Cristóbal Colón es la que se abraza a la cruz que se presenta como timón, guía náutica en el viaje descubridor. No olvida en este homenaje a los Reyes Católicos, a los que los americanos desde el primer momento quieren también reconocer su aportación clave. La mejor solución encontrada fue la que nos presenta miss Whitney, que crea una cámara o santuario en el interior del propio monumento, donde aparecen los nombres de quienes hicieron posible económicamente este monumento.

Al igual que le ocurre a las grandes obras no deja a nadie indiferente y son objetos de debates, algunos bienintencionados, otros por desconocimiento y los más porque es el deporte nacional español y aquí trasladado la esfera local.

Por un momento hay que imaginarse la Huelva de 1929, donde lo más que se levantaban del suelo eran las torres de las dos parroquias, mientras que una tercera, la del Polvorín, se construía a la par que este monumento.

Un debate estéril sobre la figura de Cristóbal Colón del monumento, la concepción artística de miss Whitney es la que hace que para algunos empiecen las especulaciones. Es bastante simple, el homenaje es a Colón pues no tiene sentido alguno que sea otro el que está en el monumento que la persona objeto del homenaje.

La inauguración del monumento tenía fecha, por lo que se trabajaba contra reloj, aunque todo estaba medido. Miss Whitney fue quien se encargó personalmente de fijar fechas, que no era otra que en los días de Pascua tras la Semana Santa. Hubo quien quiso que se trasladase la fecha a la de la partida de las naves colombinas en agosto. Sin embargo no quedó muy convencida porque no sabía qué podría pasar en este país por su inestabilidad política.

La ciudad vivió con inusitado interés la inauguración el Monumento a Colón, que había supuesto en estos dos años la presencia de numerosos obreros y artistas de distintos países, americanos, franceses, italianos, portugueses y españoles. Aquella ciudad vivía la alteración propia de la construcción del coloso, que se tradujo en explosión festiva.

Por otra parte, también lo que se pretendía era unir de alguna manera el Monumento a Colón con las exposiciones que se celebraban en España, la Iberoamericana de Sevilla y la Universal de Barcelona.

En la víspera del sábado día 20 se anunció que se iluminaría el monumento con grandes focos, para lo que se llevaban hasta la Punta del Sebo unos generadores. Hay que imaginarse lo que supondría para la ciudad ver iluminado aquel monumento de cerca de cuarenta metros de altura levantado en medio prácticamente de una zona virgen.

Una jornada festiva en la que la Agrupación Artística Álvarez Quintero pone en escena con motivo de esta inauguración la obra Guiñitos.

La ciudad latía de una manera muy especial, habían llegado hasta ella los buques de las armadas española y americana, Cervera y Rigl.

Una jornada especial que fue aprovechada por las autoridades para acudir hasta La Rábida en el transbordador Francisco Montenegro, que se inauguraba para esta ocasión y pensando en unir a Huelva con los Lugares Colombinos, para promocionarla así ante la cercanía de la Exposición Iberoamericana de Sevilla

El Ayuntamiento había lanzado un bando para recibir al presidente del Gobierno, que acudiría a la inauguración acompañado del infante don Carlos, pues el rey se encontraba de luto por el fallecimiento de su madre.

La mañana del domingo de Pascua en la que se inaugura el monumento amanece de lluvia, lo que no consiguió reducir el interés de los onubenses para acudir a la Punta del Sebo a ver la inauguración. No quedó coche ni taxi libre en la ciudad que estuviera llevando gente hasta la Punta del Sebo.

La inauguración se resguardó un poco al instalarse a la espalda del monumento, donde se colocó un cuadro con la imagen de la Virgen de la Cinta, Patrona de Huelva. Sin embargo la lluvia en algunos momentos resultó imposible de aguantar, como relatan las crónicas periodísticas. En un pequeño momento en el dejó algo su insistencia de viento y agua se procedió a la bendición por parte del arcipreste de Huelva, Pedro Román Clavero. Mientras, se dieron lectura a los discursos por parte del embajador de los Estados Unidos, Ogden H. Hammond; y del presidente del Gobierno español Primo de Rivera; así como una carta enviada por el presidente de los Estados Unidos, Herbert Hoover. Asisten también el infante donCarlos y el duque de Alba.

Esa dimensión internacional del Monumento a Colón quedó patente por las personalidades que asistieron y por los discursos que se pronunciaron; testigo de ello fue la presencia no solo nacional sino internacional. Una noticia que voló por todas partes y que una vez más fue lo colombino lo que otra vez puso a Huelva en el mundo.

Uno de los aspectos importantes de este aniversario es el hecho de que se va a reactivar la restauración por parte del Puerto de Huelva. Mientras, desde el Ayuntamiento se promoverá la declaración Bien de Interés Cultura con carácter propio, ya que ahora tiene esta categoría dentro de los Lugares Colombinos, y la Concejalía de Cultura prepara un amplio programa de actos.

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