Multitudinaria salida de la Virgen del Carmen desde la Concepción

Campanillas de una especial corte de monaguillos, júbilo de las campanas de la Concepción y cohetes para anunciar una salida histórica, la de la nueva imagen de la Virgen del Carmen del templo concepcionista mientras en su interior se escuchaba a la Banda de Música del Maestro Tejera.

La salida había creado una gran expectación y así se vivía desde el primer momento en la calle, con los alrededores de la parroquia de la Concepción repletos de personas esperando. Salía del interior un ordenado cortejo carmelita en una comitiva a la que se habían sumado numerosas hermandades, se encontraban representadas las hermandades del Carmen de Punta Umbría y Villalba del Alcor, la Bella, Virgen de la Cabeza, Emigrantes, Rocío de Huelva, Resucitado, Pasión, Sagrado Corazón de Jesús de al Concepción,Inmaculada, Nazareno y Vera Cruz, la Soledad también se sumó en la representación de hermanos mayores y presidentes.

Le seguían las hermandades de la Virgen del Carmen del Santo Ángel de Sevilla y la Esperanza; representantes de la Guardia Civil, Marina y Policía Local. Les acompañaba también Pilar Miranda, presidenta del Puerto de Hueva, de la que es Patrona la Virgen. En la presidencia junto al hermano mayor, Antonio Rivera, se encontraban el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; Ernesto Seijas, de la junta del Carmen; Diego Capado, párroco de la Concepción y fray Juan Dobado, carmelita del Convento del Santo Ángel de Sevilla.

La salida resultó verdaderamente hermosa y estuvo acompañada por las sevillanas dedicadas a la Virgen del grupo Manguara, que le cantó desde el balcón de Huelva Información. El paso lo llevaba la cuadrilla de costaleros en la que está al frente Manuel Gómez Carnicerito.

El paso siguió caminando rodeado de un gran ambiente, se notaba que en el centro de la ciudad se recuperaba la devoción perdida de la procesión de la Virgen del Carmen de la Concepción. Una tarde calurosa, con 30 grados en el termómetro de La Placeta, donde el sol entraba por la calle Gravina para saludar a la Virgen. De ahí continuó el caminar buscando la zona portuaria, Doce de Octubre, la Comandancia de Marina y la esperada llegada al paseo de la Ría, donde se adentró para desde aquí bendecir las aguas ya con la caída de la tarde, mientras se lanzaba una corona de laurel.