El Museo del Mundo Marino perece ante el abandono institucional
Seis años después de su clausura, la situación del que fuera emblema del turismo natural en la zona es de desidia
El proyecto contó con una inversión de 6 millones de euros
Huelva/Era uno de los buques insignias del turismo en Matalascañas a principios del siglo XXI. Por sus salas pasaron desde su apertura más de 150.000 personas -muchos de ellos escolares de decenas de centros educativos- que ayudaron, en cierto modo, a intentar romper la estacionalidad del núcleo costero almonteño. Pero tras casi diez años de andadura, a principios de 2012 naufragó este proyecto museístico de arquitectura modernista. Hoy, algo más de seis años después de su cierre, el Museo del Mundo Marino se encuentra abandonado y relegado al más absoluto de los olvidos por las instituciones que un día apostaron por su justificada puesta en marcha. Tal es su estado de decrepitud y desidia que ha sido fruto de continuos expolios durante este periodo, y sólo hace falta dar una vuelta por sus alrededores para ver su decadente estado exterior. Tras su triunfal inauguración y desigual andadura, ahora es como si nunca hubiera existido.
El Museo del Mundo Marino, ubicado en el Parque Dunar de Matalascañas, fue inaugurado el 24 de julio de 2002 por quien entonces era el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves González. Fue un proyecto que tuvo una inversión de más de 6 millones de euros y que aglutinó en sus cinco salas temáticas, entre otras piezas, un buen número de esqueletos reales de cetáceos, así como reproducciones a escala, además de una gran colección de conchas y moluscos. Por otro lado, en sus instalaciones se ubicaba la primera ecosfera expuesta en España, proveniente de la NASA, que recreaba en una esfera herméticamente cerrada, con la ayuda de la iluminación artificial, todo el ciclo vital, desde el plancton generado por fotosíntesis hasta los pequeños seres vivos que se alimentan de él.
El contenido museístico de este centro era excepcional, así como la temática planteada, imprescindible para poder entender la relación del ser humano con el mar y, en este caso, también con el entorno de Doñana, a través de sus ecosistemas y paisajes naturales.
Sin embargo, después de unos buenos comienzos, el paso de los años y una fuerte crisis económica de por medio limitaron sus recursos e ingresos y, por otro lado, el número de visitantes de este centro museístico de Matalascañas descendió paulatinamente.
Los problemas se agudizaron en 2011, cuando el Gobierno de la Junta de Andalucía dejó de pagar a tiempo la totalidad de una subvención extraordinaria de 100.000 euros que concedió dicho año la Consejería de Medio Ambiente. Cuando llegó esta cantidad, a comienzos de 2012, ya era tarde.
Como en su día informó Huelva Información, en enero de 2012, tras el periodo de Navidad el Museo del Mundo Marino cerró sus puertas ante la falta de fondos con los que poder haber hecho frente a renovar la póliza de seguros del edificio. Meses antes, las aportaciones económicas y el número de visitantes habían caído considerablemente, ya que se liberaron en 2011 tan sólo 50.000 euros. Aunque el edificio continuaba abierto hasta esa fecha, arrastraba una deuda con los proveedores de 187.000 euros y un gran número de deficiencias que hacían peligrar la seguridad de los usuarios y de los trabajadores. Así, por ejemplo, tenía averiada la bomba antiincendios y no se podía arreglar o sustituir por carecer de suficientes fondos económicos.
Desde su inauguración hasta su clausura, el tutelaje económico del museo correspondió a la Fundación Doñana 21, que mediante la Consejería de Medio Ambiente liberaba los fondos para el mantenimiento del centro. Su gestión, por otro lado, corría a cargo de la sociedad Parque Dunar -conformada por el Ayuntamiento de Almonte y la Junta de Andalucía, a través de la citada Fundación Doñana 21-, que contrató a Ingeniaqued, y que a través de su filial Demostrado se encargó de gestionar las instalaciones.
Ante el estado de abandono que presenta hoy el edificio, esta redacción quiso conocer a través de las instituciones implicadas en el Museo del Mundo Marino cuál es su situación. Huelva Información no ha recibido respuesta de la Fundación Doñana 21, aunque sí de la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Huelva y del Ayuntamiento de Almonte.
En este sentido, el delegado territorial, José Antonio Cortés, declara que "la Junta de Andalucía participó conforme a sus competencias, pero un equipo de Gobierno de coalición, ajeno al Partido Socialista, se lo cargó de un plumazo al poco tiempo de tomar posesión". Además, añade, "es una decisión que sigue sin entenderse y que generó la situación en la que se encuentra actualmente, reducida ahora a un ámbito municipal".
Sobre una posibilidad de reabrir el edificio , el delegado informó que "si en algún momento se dan las condiciones para que haya un proyecto de reapertura y se produce una demanda por parte del Ayuntamiento, la Junta lo estudiaría de muy buen grado, como con todas las demandas que recibimos en positivo de los ayuntamientos de la provincia".
José Miguel Espina, concejal-delegado de Turismo, Desarrollo Local, Desarrollo Industrial y de Matalascañas, afirma que desde el Consistorio de Almonte "están estudiando" qué hacer con este edificio. Así, expresa que "en principio la idea es abrirlo", si bien indica que "existen otras prioridades en la actualidad" para el Consistorio, como el Paseo Marítimo o el acerado.
El concejal almonteño señala que durante estos 6 años de clausura del Museo del Mundo Marino, muchas piezas han acabado repartidas en museos y centros como el CSIC, entre otras instituciones, mientras que otras han desaparecido fruto del expolio que ha padecido el edificio.
En resumen, Espina afirma que se quiere reactivar nuevamente este edificio, y concluye que "cuando encontremos una opción que sea viable lo abriremos".
Otra opinión sobre la deriva del Museo del Mundo Marino del Parque Dunar es la de Juan Gómez, presidente de la Asociación de Propietarios de Matalascañas, que comenta en declaraciones a este periódico que "desde que se inició el proyecto del Parque Dunar se invirtieron más de 3.000 millones de pesetas" en la edificiación de este museo, pero que progresivamente empezó a decaer hasta su cierre total, ya bajo el Gobierno del PP en Almonte. Es en este momento, según asegura, cuando se produce la dispersión de las piezas. Pero también el expolio del edificio, al no haber movimiento ni personal de seguridad para su custodia. Así se explica el comienzo de su paulatino abandono y olvido.
Por otro lado, Gómez señala que "habría que averiguar qué ha pasado con las actuaciones del Parque Dunar" que estaban proyectadas en sus comienzos. Así mismo, apunta que el Museo del Mundo Marino "no ha repercutido en un beneficio para Matalascañas, sólo en los primeros años". "Lo que debía de ser una atracción turística para Matalascañas se ha convertido en una ruina turística", afirma, por lo que considera que debería volverse a abrir para ser "un buque insignia para romper la estacionalidad en época de invierno".
Mientras, a la espera de una posible futura apertura, el Museo del Mundo Marino de Matalascañas continúa en estado de letargo y abandono ante la desidia institucional.
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