Música y baile para despedir el curso

El colegio José Nogales de Aracena concluye el año académico con una fiesta a base de coreografías l varios homenajes Durante la fiesta de fin de curso, el centro rinde homenaje a los profesores que se jubilan y a los alumnos que el próximo año pasan al IES San Blas.

Los niños fueron arropados en sus respectivas actuaciones por familiares y amigos, que abarrotaron las gradas del centro escolar aracenense.
Los niños fueron arropados en sus respectivas actuaciones por familiares y amigos, que abarrotaron las gradas del centro escolar aracenense.
Javier Moya Rufino / Aracena

30 de junio 2010 - 01:00

El colegio público de primaria José Nogales de Aracena, donde se dan los seis cursos pertenecientes a la E.G.B., celebra cada año con motivo del fin de curso una gran fiesta en las pistas del centro.

Muchos de los docentes preparan con cariño a lo largo de las últimas semanas previas a la fiesta alguna coreografía donde la música y los propios niños son los auténticos protagonistas bajo la supervisión de amigos, familiares, compañeros, amigos y numerosos curiosos del municipio serrano.

El ambiente en las pistas del colegio es muy gratificante para padres e hijos acompañados de tantos familiares. Además se le da un merecido homenaje tanto a los maestros que se jubilan en el centro como a los alumnos que al cumplir sus seis años en el centro pasan ya al I.E.S San Blas. Éstos reciben un diploma del colegio que entrega el maestro en cuestión con la mención pública delante de los presentes y el aplauso por la labor académica realizada durante los últimos años.

En cuanto a las coreografías, son muy curiosas cómo desde los más pequeños, perfectamente ataviados de forma uniforme para la ocasión, son capaces de preparar bailes dignos de ver y donde interpretan alguna historia con el debido acompañamiento musical para el orgullo de ellos mismos y sus familiares. Incluso donde el idioma no es obstáculo alguno para ser atrevidos y bailar al son de la música inglesa. En algunos casos, son bailes alusivos a ciertas prácticas aconsejables, pero siempre con la dificultad de hacerlo con el inglés como bandera.

Otro aspecto importante es la integración de los niños extranjeros que residen en la localidad y se implican en las costumbres tanto del centro como del pueblo y hacen estas actividades al igual que el resto de compañeros.

Todo ello para despedir un largo curso académico y adentrarse en el verano con ganas de cara a coger fuerzas para el próximo comienzo de curso académico a principios del mes de septiembre.

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