Nace la crónica de la vida de los onubenses
30 Años. 1983. El nacimiento
'Huelva Información' ha narrado el devenir de la provincia durante tres décadas. En la Huelva de 1983, todo por hacer.
En medio del sopor veraniego y en una Huelva en la que todo estaba por hacer, un 3 de agosto de 1983, durante unas Colombinas sin toros por el estado de ruina del coso onubense, salió a la calle por vez primera el diario Huelva Información. Unos días antes se había publicado un número cero a modo de ensayo general, de declaración de intenciones y de presentación de su joven equipo de redactores y colaboradores, que llegó a los lectores de forma gratuita y en el que podía verse al presidente del Consejo de Administración y de la Junta de Fundadores, Nicolás González Núñez, pulsando el botón de la rotativa ante la atenta mirada de los redactores y del primer director, Fernando Merchán.
El diario comenzaba así una carrera contrarreloj para ofrecer a todos los ciudadanos de Huelva, desde primera hora de la mañana y con los escasos medios propios de la época, la crónica de lo que ocurría en sus propias vidas como vecinos de una capital de provincias y de unos pueblos en los que era urgente poner orden y acometer reformas y medidas.
Era imprescindible adquirir firmeza en una sociedad que padecía una tremenda crisis, y en esta tarea, Huelva Información tendría a partir de ese momento un papel fundamental como vigía y denunciante público de todo lo que estaba mal en aquellos días, que era casi todo.
La Huelva de 1983 demandaba infraestructuras, camas hospitalarias y plazas escolares para cubrir las necesidades de una población en constante crecimiento, con el Polo Químico como foco de atracción.
Las carencias en educación iban más allá de la problemática nacional de falta de subvenciones. El mayor problema en Huelva era el déficit de plazas, que se vio agravado por el cierre del deteriorado Arias Montano y la negativa de los padres a matricular a sus hijos en el futuro Giner de los Ríos, con cuyo sistema de libre enseñanza no estaban de acuerdo.
Por contra, sobraban los parados y los conflictos laborales. Astilleros ya vivía un clima de incertidumbre y pesimismo por la falta de crédito, y las pymes decían sentirse desprotegidas por el Gobierno. El sector de la pesca atravesaba una situación atroz, sin caladeros en los que faenar, sin acuerdo con Marruecos, con apresamientos en Portugal y con vedas que impedían a los mariscadores llevar el pan a sus casas.
La agricultura y la ganadería padecían, además, una sequía de una gravedad tal que había dejado el pantano del Piedras al 12% de su capacidad. Las ocupaciones de la Sierra Sur tuvieron su exponente en Huelva en la finca Las Penas, de Paterna, en septiembre, y los trabajadores del sistema de empleo comunitario también protagonizaron protestas ante el Gobierno Civil.
Era la cara más amarga de un verano en el que Punta Umbría estrenó escudo, Mecano "defraudó" al público en su concierto en esta localidad costera y Raffaella Carrá dejó boquiabiertos a quienes se congregaron en el popular Club Raúl de Lepe. Y todo ello podía verse en las páginas de Huelva Información, junto a anuncios de los célebres almacenes Arcos, pisos en las nuevas barriadas por 300.000 pesetas de entrada y de las entrevistas que Tico Medina realizaba a los personajes más señalados de la época.
En septiembre, Huelva Información daba su primera gran exclusiva: una joven de 32 años, madre de tres hijos, llamada Presentación Gil, estaba a punto de dar a luz nada menos que a cinco criaturas. El 15 de septiembre el periódico trasladaba a los onubenses con todo lujo de detalles el feliz acontecimiento y cumplía, de paso, por primera vez, otra función: servir de llamada de atención y canalizador de las numerosas ayudas que los apurados padres de ocho hijos recibieron a partir de aquel momento.
Por aquellos días, el Ayuntamiento y Renfe negociaban la construcción de una nueva estación que nunca llegó, se descubría gas en el término municipal de Almonte y se anunciaba un rotundo rechazo de las administraciones a la construcción de una carretera Huelva-Cádiz por la costa.
En otoño, después de la llegada de la marcha de los jornaleros, de que un grupo de parados asaltara Ecorub y el Ayuntamiento, y tras el triunfo de un joven Emilio Silvera en la portátil de la Hispanidad, llegaron por fin las lluvias y acabaron con la sequía que incluso amenazó la actividad industrial. Pero la alegría duró poco: la virulencia de las precipitaciones y las deficiencias en el alcantarillado ocasionaron enormes inundaciones en la capital, originando daños en viviendas e infraestructuras.
Fue 1983 un año de grandes progresos en urbanismo. El Ayuntamiento de Huelva aprobó en agosto una serie de modificaciones en el PGOU con el fin de intentar recuperar el casco antiguo, que había perdido prácticamente su identidad. Se planeó también la creación de un barrio en Marismas del Odiel y se proyectó la construcción de una estación de autobuses en Zafra. Se acometió la urbanización de la calle Puerto y aunque las obras de la Piterilla crearon un gran revuelo, Huelva presumía de la mayor urbanización de España con agua caliente generada con placas solares: el Polígono de San Sebastián.
En octubre el Ayuntamiento plantea la compra de la Casa Colón, la necesidad de recuperar el Gran Teatro y salvar edificios como la ermita de la Soledad. Huelva arrancaba y Huelva Información estaba allí para contarlo todo.
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