La factoría de Nilefos se destinará a la fabricación de fertilizantes especiales

La factoría de Nilefos en la avenida Francisco Montenegro tiene un futuro industrial en la fabricación de fertilizantes. Si el proyecto de la empresa Fertinagro sigue adelante (y esa es la intención de su presidente) la instalación industrial se convertirá en el plazo más corto de tiempo posible en otra de sus unidades industriales (cuenta con 11) para la producción de fertilizantes especiales, manteniendo el alrededor de medio centenar de empleos en stand by desde que la antigua Rhodia dejó de fabricar fosfato dicálcico el pasado año.

Ese es el proyecto que ha traído Generoso Martín Blesa, presidente del Grupo Turol Trading (matriz de Fertinagro) hasta Huelva, donde se ha reunido con los representantes de las administraciones interesadas en la nueva actividad empresarial. La intención de Martín Blesa es utilizar las instalaciones de la factoría onubense para la fabricación de especialidades dentro del mercado de los abonos que podrían ser utilizadas en el campo onubense. La propuesta pasa por reflotar la empresa con los empleados con los que cuenta ahora mismo (que están en expediente de regulación temporal de empleo -ERTE-) y en un futuro no muy lejano ampliar incluso la producción y los puestos de trabajo.

Para ello contaría con el apoyo del Ayuntamiento de Huelva y de la Junta de Andalucía, aunque restaría aún lo más importante: hacerse con la propiedad de la fábrica, hasta ahora perteneciente al empresario indio Nithin Madhvani, que la dejó abandonada el pasado año sin luz, agua ni vigilancia. Madhvani dejó Huelva además sin devolver a la Junta de Andalucía los 2,3 millones de euros de subvención que la Administración le adelantó para la ejecución de inversiones en la fábrica onubense. El compromiso era el gasto de 15 millones de euros en el nuevo proyecto industrial para la fabricación de fosfato dicálcico (un componente de la alimentación animal), de los cuales 3 serían aportados por el Gobierno andaluz. De ellos, 2,3 fueron adelantados pero no invertidos por el empresario, que desapareció sin dar razón de ellos. La Junta inició la tramitación administrativa para lograr el reintegro de esa cantidad y en marzo multaba a Nilefos con 83.125 euros por el impago de los salarios de los empleados y su falta de ocupación efectiva.

Pese a todo, la fábrica sigue en manos del mismo propietario, por lo que el proyecto de Fertinagro carece de fecha de inicio. A finales de diciembre acaba el ERTE para los trabajadores de la antigua Rhodia y se espera que el futuro se haya aclarado para entonces.