El mago Paulino Gil lleva su Chequín al Gran Teatro

El espectáculo Chequín, del mago Paulino Gil, Premio de Magia Cómica en el Campeonato Mundial de Magia, celebrado en Alemania (2014), llega al Gran Teatro de Huelva, donde se llevará a escena este viernes, a partir de las 19.00.

En Chequín, nombre inspirado en la expresión check (entrada en un hotel), Paulino Gil interpreta a Leonardo, un peculiar viajero que llega a un hotel, en el que trabaja el recepcionista Mirilla, al que da vida Julito Rapado, y allí transcurre toda la historia, envuelta en magia y cargada de guiños cómicos. "Leonardo es un personaje mágico, al que le viene la magia de forma espontánea", indica el protagonista, que apunta que "todo sucede en un imaginario".

El espectáculo se estrenó en el campeonato alemán y desde entonces ha recorrido gran parte de la geografía española, aunque esta es la primera vez que se representa en un teatro de la comunidad autónoma andaluza. "Habíamos llegado hasta Extremadura y, ahora, después de Huelva, estaremos en octubre en Sevilla". Gil destaca que han estado por el País Vasco, Cataluña, Asturias, Galicia, Cantabria, Valencia, Castilla y León y en Madrid, donde "se ha representado dos veces en el Círculo de Bellas Artes".

Chequín está dirigido a toda la familia. "Disfrutan los niños y también disfrutan los adultos y los jóvenes; hemos dado con una fórmula mágica que gusta a todos". Hay una cuidada puesta en escena y se utiliza el gesto en vez de la palabra como medio de comunicación, jugando la música un papel fundamental.

Es muy dinámico y, durante los sesenta minutos que dura la sesión, el público participa de forma activa con el mago, "se siente partícipe, como si estuviesen hospedados en el mismo hotel, están incluidos en la historia, participan de forma espontánea, incluso desde sus mismos asientos". Algunos de ellos son invitados a subir al escenario para intervenir en los números de magia, que se suceden a lo largo de la actuación, "hay cientos de detalles mágicos".

Gil señala que actualmente en España se "está viviendo con la magia un momento dulce". Manifiesta que "ya era hora que los programadores de cultura eligieran buenos espectáculos de magia para que estén en los teatros". Subraya que "los espectadores están interesados por la magia y los magos realizan proyectos que les gustan a los espectadores".