Primeros cánticos de los campanilleros en Aracena

El coro deleitó con sus tradicionales coplas a los vecinos del municipio serrano, invitándoles al rezo del rosario y la misal todo tipo de voces El coro está compuesto por una treintena de hombres, tanto jóvenes -para que no se pierda la tradición- como mayores.

Los campanilleros de Aracena durante una de sus intervenciones.

Los campanilleros de Aracena, que esta madrugada deleitaron a sus vecinos con sus cánticos, conforman una de las tradiciones más ancestrales del municipio serrano. Se trata de una treintena de hombres, jóvenes -para que la tradición no decaiga- y mayores, que durante todas las madrugadas de los domingos de octubre se dedican a cantar canciones tradicionales por las calles y barrios de la localidad.

La festividad de la Virgen del Rosario está históricamente ligada a los campanilleros con el rezo del rosario de la aurora todos los domingos de este mes a partir de las seis y media de la mañana. Este coro escoge cada domingo unas calles y barrios del pueblo diferentes para despertar a los vecinos y que vayan a la misa de las siete y media de la mañana en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y a la Iglesia Prioral del Castillo durante el último domingo de octubre.

Esta devoción nació a partir de los frailes dominicos, que a mediados del siglo XVI se instalaron en el antiguo Hospital de San Sebastián, justo a la entrada del pueblo serrano por la carretera de Sevilla y actualmente convertido en el convento de Santo Domingo. A posteriori, todo un barrio lleva el nombre de estos frailes, siendo de los más antiguos de Aracena.

Durante el siglo XVII, la Madre Trinidad, una de las monjas dominicas del convento de Jesús María, promovió la actuación de los campanilleros como un reclamo para incrementar la devoción al rosario. De hecho, algunas de las letrillas de las canciones se le atribuyen a ella. De ahí que la Cofradía del Rosario acompañe al coro durante todo el recorrido junto con los vecinos más aventurados y capaces de aguantar hasta la misa del rosario de la aurora.

El responsable de mantener esta arraigada tradición con vida es José Fernández Guerra, que ha escrito las letras de las coplas durante muchos años, y a su vez, ha transmitido la ilusión a su hijo José Ramón, J.R., actualmente director del coro aracenense. Las canciones están recogidas en un CD editado hace unos años por la Asociación Albuhera.