La Punta del Sebo antes y después del Monumento a Colón
Huelva de ayer a hoy
Todo cambio desde que en diciembre de 1927 se iniciara la construcción que concluyó el 30 de marzo de 1929, la escultora visitó los trabajos el 9 de enero de aquel año
Willian H. Page tras su visita a La Rábida en 1917 continúo promoviendo la idea de un Monumento a Colón, tomando mayor interés desde 1919 tras una conferencia que pronuncia en el Club Atlético de Nueva York, donde manifiesta públicamente la necesidad de un homenaje a Cristóbal Colón en La Rábida en reconocimiento a tan importante empresa descubridora.
Y es que “Colón por su viaje de meses a América y por descubrir un nuevo hemisferio, después de casi quinientos años, todavía está en la lista de espera”, manifiesta a su amigo Thomas J. Regan a quien traslada su deseo de erigirle un monumento para que le ponga en contacto con la escultora Gertrude Vanderbilt Whitney, autora de importantes monumentos.
El tiempo pasa pero no desfallece en su proyecto y el 28 de marzo de 1926 firma el contrato con la afamada escultora.
La gran puesta de largo será en el banquete del Columbus Day en Filadelfia el 12 de octubre de 1926 en el Ritz Carlton. William H. Page invita a los asistentes a crear una asociación con el claro deseo de erigirle un monumento. La Columbus Memorial Fund que presidirá Alexander P. Moore, antiguo embajador en España.
El 3 de noviembre de 1926 William H. Page envía carta a la Cámara de Comercio de Huelva solicitando información de la Ría onubense, que traslada a la Junta de Obras del Puerto. Se hace pública a su llegada a primeros de enero de 1927 en el periódico La Provincia. El monumento cuenta con la completa aprobación del Rey Alfonso XIII, así lo indica en su edición del 13 de enero.
En ese momento miss Whitney se encuentra rumbo a Egipto, llega el 28 de enero de 1927 a Alejandría. Un viaje que será trascendental para dar forma al diseño definitivo que tendrá el Monumento a Colón de Huelva. Aquí encuentra la inspiración egipcia que envuelve la idea del coloso, como las majestuosas esculturas de los faraones. Así lo deja anotado en sus cuadernos.
El 11 de marzo regresa a su estudio en París desde Italia, donde había partido hacia Egipto. Aquí muestra al escultor Andrew O’Connor sus ideas, ella tiene “mucho interés en mi Colón”. Le acompaña hasta Huelva, a donde llegan el 17 de marzo de 1927, para conocer el emplazamiento en la Punta del Sebo, en el que tanto insiste pues quiere para él una visión como la Estatua de la Libertad en la bahía neoyorkina.
El 3 de septiembre de 1927 el Gobierno comunica que se acepta el emplazamiento propuesto en lugar de La Rábida como apostaban desde Madrid. En la península artificial que se crea, los ingenieros de la Junta de Obras del Puerto aportan sus conocimientos y el director Francisco Montenegro habla de reforzar la cimentación por las características de la zona.
Llega una nueva celebración del Columbus Day el 12 de octubre de 1927 para la recaudación de fondos de un proyecto que se prevé no exceda de los 300.000 dólares.
Se completa casi el año y el 6 de diciembre de 1927 las obras dan comienzo.
En agosto de 1928 Andrew O’Connor da cuenta del progreso de los trabajos, están concluidos dos tercios y finalizado los relieves.
En los trabajos en la Punta del Sebo se encuentran al frente escultores de la máxima confianza de miss Whitney. A pie de obra todo lo supervisó el escultor Florence J. McAuliffe que trabajaba con miss Whitney en Nueva York, le acompaña el escultor francés Aristide Mian; también trabajó el estadounidense Gerald T. Horrigan, así como los artistas Hugo Tozzi y Arturo Lazzari. En la escultura participaron muchas personas hoy anónimas, canteros portugueses, franceses, italianos, rumanos y húngaros además de obreros españoles.
Miss Whitney enviaba desde París los modelos en escayola a la tercera parte de su tamaño, que eran reproducidos y ampliados por los sacadores de punto.
El 9 de enero de 1929 miss Whitney visita las obras acompañada por Francisco Montenegro, encargado de la construcción, junto al ingeniero José Albelda con las autoridades locales, “y se mostró bien impresionada de los efectos artísticos y del adelanto de las obras”, dice La Provincia.
En este encuentro en Huelva anuncia que ella, junto a otros amigos filántropos estadounidenses, creará una fundación para un museo en La Rábida.
De nuevo vuelve en marzo y el día 30 todo está concluido, es una fiesta, así lo anota miss Whitney: “El jueves. A las 12:15 se colocó la última piedra en la cabeza de Colón y se izó una bandera blanca para que supiéramos que el monumento había terminado. McAuliffe había pedido unos toneles de vino y a todos los obreros se le dio de beber”.
Todo queda para la inauguración del 21 de abril de 1929, días antes de la apertura de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, como estaba previsto.
De la exposición Colón. Monumento a la Amistad con los Pueblos de América en Las Cocheras del Puerto, días laborables de 9:00 a 14:00 y visitas guiadas de 16:30 a 18:30.
Un lugar que se convierte en referencia de la ciudad
Las fotografías muestran el antes y el después de la construcción del Monumento a Colón que se inicia hace ahora 95 años, en diciembre de 1927. El Puerto de Huelva había conseguido unir Huelva con La Rábida por el paseo de la Ría y conectar con el transbordador. La otra imagen es de 1961, previa a la instalación del Polo de Promoción Industrial de Huelva.
También te puede interesar
Lo último