La ciudad y los días
Carlos Colón
¿Guerra en Europa?
Raúl Rodríguez | Músico y antropólogo
Encontrar la creatividad es algo complejo. Pero dicen que después de viajar y recorrer el mundo, no hay nada como volver a las raíces para llenarse de inspiración y descubrir ese 'ángel' que hace único al artista. Y ahí, en el origen, es donde Raúl Rodríguez, con las suelas gastadas rescata las huellas del camino, se descalza y pone música, letra y corazón al trabajo discográfico que mejor habla de sí mismo. Ha descubierto que los pasos dados durante sus 30 años de viajes tenían un sentido y ahora regresa a Huelva, la tierra de su adolescencia, para contarlo como mejor sabe, al son de su icónico tres flamenco (el instrumento de creación propia que es su seña de identidad).
El músico y antropólogo Raúl Rodríguez lanza hoy el videoclip De Vuelta a Casa como adelanto de La Razón Eléctrica, su tercer trabajo en solitario que verá la luz el próximo 31 de marzo. Se trata de un "cierre de ciclo" que llega después del lanzamiento de Razón de Son (2014) y La Raíz Eléctrica (2017). El single, que abre este nuevo disco-libro editado por Altafonte, simboliza la vuelta a las raíces andaluzas y onubenses del autor después de recorrer múltiples escenarios en los que ha compartido músicas con artistas de varios continentes (África, Europa y América).
Rodado en Sanlúcar de Guadiana, el hijo de la onubense Martirio recorre las calles de este pueblo fronterizo con Portugal que ocupa un lugar importante en su propia biografía.
-Este primer single incorpora ritmos y sones de sus viajes como músico y antropólogo durante 30 años. Pero después de haber estudiado a tantas culturas, esta vez, usted es el investigado
-En este videoclip hablo más de mí, me pongo a mí mismo como indígena a investigar. El sujeto que estudia se convierte en objeto de estudio y ha sido una especie de auto antropología, de historia de vida cantada. No es el mismo acercamiento que hace el cantautor, no es un mundo interiorista. Se trata del acercamiento que hace el antropólogo. Intento traducir a un lenguaje comprensible para otras culturas, cómo es la cultura de los músicos ambulantes, los que vamos viajando por el mundo y recogiendo información para poder crear. En este caso, esta canción tiene mucho de ese procedimiento de hacerme entender y hacerme explicar, primero a mí mismo, de mirarme al espejo y reconocerme y darme cuenta realmente de quién soy y de que las suelas gastadas son las huellas que el camino deja en ti. Que cada paso tiene un sentido y que muchos años después volví a Sanlúcar de Guadiana y justo fui donde rompí a cantar, una noche en un concierto en un molino, en el mismo molino que hoy aparece en el videoclip. La canción habla de cómo hay que darle la vuelta al mundo para saber regresar al sitio donde empezó todo.
-¿Cuál es su vinculación con Sanlúcar de Guadiana y el Andévalo de Huelva?
-Es la tierra de mi familia paterna y he vivido en casi todos los pueblos de esa zona, porque mi padre era médico y trabajaba allí, aunque especialmente, en relación a este trabajo, fueron muy importantes los años que viví en Sanlúcar de Guadiana. Desde el 85 hasta cerca de los 90 alternaba vivir con mi padre en ese pueblo con visitar a mi madre en Madrid, en su época de primer impacto, en aquel Madrid de la Movida. Un tiempo de grandes contrastes para mí. Y sin embargo donde empecé a ser músico fue en Sanlúcar, por la cantidad de tiempo disponible. Surgió de un aburrimiento muy productivo que hoy ya no tenemos. "El eco del silencio me enseñó a tocar", como digo en uno de los versos.
-La portada del disco también tiene mucho de Huelva, en concreto del entorno de Doñana
-Sí, es una fotografía del fotógrafo onubense Héctor Garrido que retrata el paisaje de Doñana desde el aire. Una estampa que casa mucho con la filosofía de este disco, porque refleja cómo un mismo paisaje y una misma naturaleza pueden cambiar según la perspectiva de como se mire. Desde una visión micro o una visión macro todo puede parecer distinto siendo, en realidad, lo mismo. He querido que la imagen de portada represente esa belleza fractal de la naturaleza y la singularidad de Doñana.
-Su nuevo trabajo refleja cómo la creatividad se encuentra en lo sencillo, en la soledad, en la distancia, quizá, lejos de toda la tecnología que hoy nos envuelve
-Desde luego. La sociedad ha desvalorizado la creatividad de muchas maneras. De hecho los artistas vivimos en la cuerda floja. Estamos muy cansados de escuchar que la creatividad no es productiva, que el artista no debería inventar tanto, que es mejor repetir fórmulas del mercado... todo eso ha hecho que, poco a poco, tanto los poetas de mi generación, los músicos o la gente del cine que se atreve a innovar y a hacer cosas diferentes, estemos marginados. Incluso lo he visto con mi madre, con lo que le ha costado hacer entender que uno puede expresarse con un lenguaje nuevo. Sin embargo, estamos en un mundo en el que le hemos cedido la creatividad a la inteligencia artificial. Pretendemos que sean las máquinas las que inventen. Este trabajo además de ser musical también tiene ese lado poético en busca de esa motivación, de ese chispazo que enciende la creatividad única del artista.
-Tuvo un profesor en la Universidad que incluso le incitó a que dejase los estudios y se dedicara en cuerpo y alma a tocar y a hacer 'antropología de la creatividad'
-Al principio me enfadé, porque yo quería compaginar ambas facetas. La de músico y la de antropólogo, pero con el tiempo entendí que para llegar a donde estoy hoy tuve que transitar ambas ramas de manera conjunta. Ahora me he dado cuenta de que llevo 30 años haciendo un trabajo de campo desde dentro, de la tradición. He estudiado cómo funciona la creación porque he trabajado con artistas como Kiko Veneno, Martirio, Chavela Vargas, Santiago Auserón, Javier Ruibal... eso es un proceso que solo se construye durante mucho tiempo y muy lento. Entonces ahora sí tengo la sensación de que mi vida ha servido para algo. Que el trayecto de lo que he ido haciendo me ha dado la oportunidad de contarle a las personas que no se dedican a esto cómo es el fenómeno creativo por dentro. Cómo se crea y cómo nace ese 'ángel'. Al final, el sentido de la vida es tener esa actitud creativa a la hora de hacerlo todo. A la hora de construir música, a la hora de relacionarte con los demás, a la hora de amar, de hablar...utilizar el lenguaje siempre de una manera nueva.
-Y en toda este recorrido profesional, ¿Qué papel ha jugado tu madre, Martirio?
-Es muy amable y muy generosa conmigo, porque yo hago un trabajo con ella muy cercano, siendo compañero fundamental en su trabajo, pero ella en todo momento ha querido que yo tuviera mi propio camino. Nunca hemos ejercitado el proceso de ser famosos, nunca hemos vendido nuestra vida a nivel social ni a nivel mediático. Soy otro ejemplo distinto de otros hijos de artistas y eso me ha facilitado ser persona y hacer lo que he hecho a nivel musical a su lado sin que muchos supieran que éramos madre e hijo. Eso me ha ayudado a desarrollar un amor infinito por el arte sin la fama, desde la libertad, algo que también intento inculcar a mis hijas.
El músico y antropólogo Raúl Rodríguez acumula una trayectoria profesional de treinta años en la que ha desarrollado las facetas de instrumentista (guitarrista y creador e intérprete del tres flamenco), productor, compositor y cantautor.
Desde 1992 ha formado parte de las bandas de Kiko Veneno, Martirio (su madre), Javier Ruibal y Juan Perro (Santiago Auserón), Caraoscura (1992-1995) y Son de la Frontera (2003-2008).
A lo largo de su carrera, ha grabado y tocado en directo también con artistas como Chavela Vargas, Compay Segundo, Enrique Morente, Jackson Browne, Omara Portuondo, Toumani Diabaté, Lila Downs, Luz Casal, Soledad Bravo, Marta Valdés, Silvia Pérez-Cruz, Jorge Drexler, Ketama, Raimundo y Rafael Amador, Manuel Molina, Jorge Pardo, Chano Domínguez, Javier Colina, Rocío Molina, Arcángel, Rocío Márquez, Miguel Poveda, Mayte Martín, Maui, Ojos de Brujo, Pony Bravo, Los Estanques, Coetus, Carlos Núñez, Jerry González, Manuel García, Kevin Johansen, Jonathan Wilson, Habib Koité, Rajery, Tony Allen, Trilok Gurtu, Los Activos, Silvio y Juan el Camas, entre otros.
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