Una gran excavación para redescubrir La Joya

Un trabajo en equipo de Ánfora, la Universidad de Huelva y el Instituto Arqueológico Alemán permiten descubrir nuevas tumbas en el estudio preliminar de la zona

Trabajos arqueológicos realizados estos meses en Las Joya / Josué Correa
Eduardo J. Sugrañes

22 de septiembre 2019 - 07:07

La Joya siempre vuelve a sorprender. Este verano lo ha hecho de nuevo en la excavación previa al gran parque arqueológico que aquí se proyecta. De cinco mil metros cuadrados reservados en un principio se ha pasado a cerca de diez mil, lo que no deja de ser una extensión bastante significativa en una ciudad en la que poco se ha mantenido insitu. Aquí la conservación dependerá de lo que se encuentre, pero siempre quedará este área donde explicar el desarrollo de la ciudad histórica, aunque los restos arqueológicos queden en cajas en el museo o en el mejor de los casos en alguna vitrina. Muchas piezas encontradas, que contextualizan y reafirman las claves de un buen estudio arqueológico.

Sin duda, ha sido un verano muy especial en el que irremediablemente el recuerdo que sobreviene es el de Juan Pedro Garrido Roiz, quien descubrió Tartesos para Huelva en este cabezo, desde el que se otea entre una muralla de pisos la Ría e incluso la Punta del Sebo.

Este es el lugar excavado por Juan Pedro Garrido y en el que apareció tan importante ajuar funerario que tiene recorrido los museos más importantes del mundo, incluido el de Nueva York. Ahora es el equipo de Ánfora arqueología el que trabaja en la zona estos últimos meses para realizar un estudio preliminar de lo que viene a dar de sí toda esta amplia extensión. Un trabajo de campo que concluyen y que dará paso a un proceso de estudio.

Las primeras tareas realizadas fueron la de limpieza, en la que se tuvieron que extraer varios camiones de basuras acumuladas a lo largo del tiempo en la zona. En la cota más alta no se ha realizado ningún tipo de cata arqueológica, ya que se conservan marcadas las tumbas excavadas por Juan Pedro Garrido Roiz. Se trata de una necrópolis fenicia típica del mediterráneo en una elevación a la vista del mar, donde se controla la entrada de Huelva y está visible. Es un hito territorial.

Son necrópolis en las que siempre se piensa en la existencia de un templo o un elemento votivo, que en este caso no existe aunque Garrido Roiz ya adelantó que aquí había un túmulo arrasado, que es difícil de identificar porque se hace con tierra de cabezo.

En esta zona sólo se ha limpiado, ya que el diagnóstico es el del propio Garrido Roiz que ya señala que hay que seguir excavando alrededor de las catas llevadas a cabo por él, ante la importancia de lo encontrado. Es importante señalar que se espera realizar una excavación completa y en la que se puedan aparecer importantes piezas. Aquí se conservan los cortes de los trabajos de los años sesenta, una zona en la que se esperan incluso mejores resultados por lo que en este más de medio siglo ha avanzado la investigación arqueológica en técnicas y estudios.

Los sondeos se realizaron en la zona inmediata más abajo de donde continúa apareciendo una necrópolis. Lo mismo que en todo el frente de la calle Fray Junípero Serra queda patente esta necrópolis. Se trata de la presencia de enterramientos del siglo octavo o sexto antes de Cristo.

Al ser esta una zona de labranza propia en los cabezos de la ciudad, hay restos de zanjas de cultivos del siglo XVI, que aparecen en la zona de la avenida de las Adoratrices. Mientras que en la trinchera abierta a lo largo de la calle San Sebastián no hay vestigio alguno de interés arqueológico, por el movimiento que tuvo aquí el cabezo por las casas a él adosadas.

Queda a partir de ahora un gran trabajo de estudio tras la presentación del diagnóstico general de la zona encargada a Ánfora, que ha hecho un convenido con la Universidad de Huelva y es el profesor Juan Carlos Vera quien se encarga de la parte científica. Al mismo tiempo, Ánfora también ha conseguido implicar en esta excavación al Instituto de Arqueología de Alemania. Una excavación dirigida por Alejandra Echevarría Sánchez y coordinada por Diego Batanero.

Ahora se espera que estos 10.000 metros cuadrados se convertirán en una gran zona ajardinada de carácter arqueológico.

El Ayuntamiento duplica la zona de parque arqueológico a diez mil metros cuadrados

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Huelva dio el visto bueno el pasado mes de junio a la aprobación provisional del nuevo documento de modificación puntual del Plan Especial de la Unidad de Ejecución número 1 Cabezo de la Joya.

Según el Ayuntamiento, después de 15 años ahora se da respuesta ampliando los espacios libres para el disfrute ciudadano y potenciar el yacimiento arqueológico, para lo que actualmente se está haciendo un estudio específico.

En esta modificación, la superficie de la unidad de ejecución se fija en 25.897 metros cuadrados. Se reordenan las parcelas de uso lucrativo, tanto en ubicación como en tamaño, se modifica el trazado de los viales interiores, así como el reparto de aprovechamientos y las alineaciones de la edificación.

Se redistribuye las unidades de vivienda por tipología edificatoria, de forma que se aumentan las viviendas plurifamiliares, más demandadas en la ciudad, en detrimento de las unifamiliares, quedando en una proporción de 270 unidades plurifamiliares (72 protegidas y 203 libres) y 14 unidades de viviendas unifamiliares.

Se amplía así las zonas verdes y espacios libres para el esparcimiento y disfrute de los ciudadanos y libera más superficie para el realce y puesta en valor del yacimiento arqueológico.

Así, al compactarse la superficie destinada a viviendas, la modificación puntual del proyecto logra un aumento del Espacio Central Libre, la Necrópolis. De esta forma de 5.614 metros cuadrados iniciales se pasa a casi 9.900. Con lo que se amplía la zona arqueológica a estudiar y posteriormente interpretar en la urbanización y posterior ejecución.

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