La voz dormida del lenguaje de signos

Reivindicaciones de la Asociación Cultural de Sordos de Huelva

La Asociación Cultural de Sordos reivindica más intérpretes y romper todas las barreras “comunicativas, educativas y sociales”

Unas 10.000 tienen déficit auditivos en la provincia

Cinta Basegosa, miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural de Sordos, habla en lengua de signos.
Cinta Basegosa, miembro de la junta directiva de la Asociación Cultural de Sordos, habla en lengua de signos. / Josué Correa
J. M. Lugardo

14 de junio 2019 - 22:16

Unas pequeñas tarjetitas daban significado a un abecedario que se habla con las manos y que quiere despertar. Enigmas para muchos y una fortaleza de conocimiento para unos pocos. El Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas ha tomado fuerza en la Plaza de las Monjas para reivindicar que la comunidad sorda sea más visible de cara a la sociedad. Esa pequeñas tarjetitas fueron la carta de presentación de la Asociación Cultural de Sordos de Huelva. La simbología de cada letra mediante la que forman su vocabulario diario.

La concienciación más directa es la necesidad de una intérprete del lenguaje de signos para escribir estas líneas. Fue la manera para poder comunicarse con Cinta Basegosa, miembro de la junta directiva de la asociación. “Necesitamos más intérpretes, ayudas, ser independientes y cubrir nuestras necesidades. Hay que romper todas esas barreras comunicativas, educativas y sociales”, señaló Basegosa en voz de la intérprete Almudena Rubiales.

La asociación cuenta con dos traductores de la lengua en toda la provincia para una comunidad con unas 10.000 personas con déficit auditivos. “Sería ideal que en cada municipio hubiese uno para que se cubran las demandas”. Sobre todo, remarcó Basegosa, en el aspecto de la sanidad donde una persona sorda “va sin intérprete”. A los hospitales también suman los ayuntamientos y centros sociales como localizaciones básicas donde “debería haber un intérprete”, sitios fundamentales para el día a día.

Es una reivindicación para conseguir la “completa accesibilidad de las personas sordas” de dar voz a esa melodía callada que habla con más potencia que nunca. El problema para contar con más intérpretes es el económico, que se piden mediante subvenciones de organismos institucionales, así como se demanda a través de las partidas presupuestarias anuales.

Mesa informativa de la asociación, ayer en la Plaza de las Monjas.
Mesa informativa de la asociación, ayer en la Plaza de las Monjas. / Josué Correa

Una pequeña carpa junto al frescor de la fuente de la Plaza de las Monjas sirvió como escenario para motivar a los onubenses en el aprendizaje del idioma de los signos. Un curso, con un precio de 160 euros, que arrancará en el mes de julio, permitirá a todo el que quiera poder conseguir un nivel A-1 homologado. La asociación también acoge cursos de otros niveles para que el conocimiento se extienda con la misma rapidez que las manos cuando hablan.

Esta asociación, que atiende a cualquier persona que demanda sus servicios, cubre al completo la capital y toda la provincia. La asociación ha reivindicado la lengua de signos en las escuelas “igual que hay inglés o francés”. “Es una oportunidad de igualdad y libertad, que se acepte como una lengua más y se integre en todos los niveles”. La Asociación Cultural de Sordos de Huelva ha compartido con los onubenses su manifestación. Ha dado voz a sus demandas, necesidades y peticiones para desarrollar su vida como la de los demás.

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