Retiran 60 toneladas de arena y crudo del vertido, que ya alcanza Cádiz
Alrededor de 200 operarios de Cepsa peinan la Costa de Huelva, entre Torre Carbonero y Malandar · El dispositivo que coordina la Junta sitúa la mancha de hidrocarburo a diez millas del litoral onubense
Unos 200 efectivos de Cepsa participaron ayer en la recogida del vertido de hidrocarburo de la refinería de La Rábida, tras la fuga accidental del pasado jueves, que todavía sigue a expensas de la investigación abierta por la compañía petroquímica. Según informó la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva, que coordina el dispositivo, en la jornada de ayer se retiraron 300 bidones de arena y chapapote de la Costa onubense, un total de 60 toneladas (la mayor parte del material es arena).
La batida -que proseguirá hoy a partir de las 7:00- se ha realizado en la zona comprendida entre la playa del Malandar y Torre Carbonero, en Matalascañas, y en el litoral oriental de Huelva.
Técnicos químicos del servicio Emergencias 112 y del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), dependientes de la Consejería de Gobernación, se desplazaron a la zona para coordinar los trabajos. El retén encargado de la retirada de restos -que el pasado sábado contó con 33 operarios- se amplió ayer a casi dos centenares de efectivos dada la extensión del terreno sobre la que hubo que actuar y a que la recogida tiene que realizarse a mano, "de forma exhaustiva", por el pequeño tamaño de los restos, "que siguen sin suponer riesgo para el baño ni para las personas que están en la playa", aseguraron desde la Junta de Andalucía. Siguió tratándose de pequeños fragmentos de carácter sólido pero que llegaron en mayor cantidad que el sábado, por lo que se previó el aumento de operarios. El dispositivo de hoy se ajustará a las necesidades que se detecten.
Por otra parte, el dispositivo desplegado en la línea marítima de la refinería localizó ayer la presencia de crudo en unas 10 millas de la costa onubense, así como en parte del litoral de la provincia de Cádiz, entre las zona de Bajo de Guía y Playa de Poniente, donde también están actuando efectivos.
El remolcador Miguel de Cervantes ha recibido instrucciones de dirigirse a la zona afectada y llegar hasta Sanlúcar de Barrameda, ya que por su gran altura puede ayudar en la visualización de los restos y contribuir así a las labores de limpieza, según informa la Subdelegación del Gobierno de Huelva.
De otro lado, las áreas de la playa de Matalascañas afectadas ayer han quedado totalmente limpias tras recoger dos bidones de hidrocarburo mezclado con arena (la mayor parte del material), unos 400 kilos, aunque permanece un retén en la zona por si aparecieran nuevos restos.
Dado el tamaño pequeño de los restos, los sensores del avión SASEMAR de Salvamento Marítimo no detectaron la existencia de hidrocarburo en los dos vuelos realizados esta mañana a sólo 500 pies de altura desde Rota hasta el río Piedras, incluida la desembocadura del Guadalquivir, pero sí fueron vistos por el piloto en la línea que se extiende entre Torre Carbonero y los búnkeres existentes en la playa de Malandar.
Por su parte, Ecologistas en Acción cifró hoy en unos 20 metros cúbicos la afección que el vertido del pasado jueves en la línea marítima de la refinería de Cepsa, en Huelva, ha producido en las costas de Doñana, razón por la que el colectivo solicita la convocatoria urgente de la comisión permanente del Consejo de Participación de Doñana.
El representante de la asociación en el Consejo, Juan Romero, indicó a Europa Press que las playas de Doñana están afectadas en más de 15 kilómetros por las 'galletas' de chapapote, concentradas fundamentalmente en la Punta de Malandar, frente a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
"El problema es que hay que evaluar las repercusiones medioambientales y socioeconómicas, viendo si hay aves petroleadas y el posible perjuicio a las pesquerías tras el arrastre del fuel en dirección Cádiz", explicó Romero.
Asimismo, el representantes de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana señaló que la intervención del barco estatal 'Miguel de Cervantes', con la utilización de floculantes y dispersantes químicos para intentar disolver el fuel, podría provocar que las 'galletas' sedimenten y, posteriormente, sean arrastradas a la costa, "por lo que el problema se puede ampliar en el tiempo".
Por último, Romero aseveró que las organizaciones Ecologistas en Acción, WWF-Adena y SEO/Birdlife volverán a pedir a los ayuntamientos afectados de Cádiz -Sanlúcar de Barrameda y Chipiona- y Huelva -Moguer y Almonte- su "rechazo más contundente" para que no se construya el oleoducto de Balboa.
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