Retroceder en el tiempo es posible

Recuerdos del pasado, sonrisas nostálgicas... El paso del tiempo y el cambio de vida en la sociedad pueden contemplarse en la exposición de Juegos y juguetes antiguos, historia del cómic de Adriano Gómez Ruiz, que se encuentra abierta en la Sala de exposiciones del Teatro Sierra de Aracena.

Toda la familia podrá disfrutar de esta muestra de juguetes y juegos antiguos hasta el próximo 3 de enero. El horario es de 20:00 a 22:00 durante todos los días, incluidos las fechas festivas.

Todas las dependencias de la sala están ocupadas por juguetes, juegos y cómics. De hecho, en consonancia con las fechas navideñas, parece más una tienda de juguetería que una exposición propiamente. En el primer pasillo aparecen aquellos juegos con los que han crecido muchos niños, de los que han aprendido mucho y con los que se han divertido. Hay muchos asistentes que con esta exposición rememoran las eternas horas jugando al Monopoly, las preguntas y respuestas del Trivial o el clásico juego del Cuerpo Humano. También están expuestos los cuentos e historietas de aventuras que los padres y mayores tantas veces contaban a sus hijos generación tras generación. Muchos de ellos aparecen fotografiados y se complementan con una cartulina explicativa con una información acerca de su funcionalidad, creador y década en la que estuvo presente.

En la parte central se pueden observar los juguetes más artesanales de la exposición, pero que entonces eran auténticas joyas y privilegios para ciertas familias. Entre estos objetos preciados están las bicicletas para niños y los triciclos con elementos tan olvidados en la actualidad como la madera. Entonces la imaginación afloraba cuando la necesidad económica y penurias sociales eran latentes en gran parte de la población. Las cometas, por ejemplo, son otro elemento que requiere de pocos recursos materiales y puede servir de gran entretenimiento, llegando a perdurar en el tiempo. En este sentido, en el Castillo de Aracena muchas tardes van los niños con sus abuelos como grandes expertos a intentar volar sus cometas.

Las colecciones también forman parte de la exposición de Adriano Gómez Ruiz ya que aparece una gran cantidad de vehículos en miniatura y, por otro lado, una vitrina llena de muñecas desde las más elaboradas hasta otras más pequeñas y sencillas.

El fútbol no podía faltar en esta muestra. Su mayor exponente hace años era el juego de las chapas, en la que dos amigos se pasaban horas y horas con un simple tapete en forma de terreno de juego y las chapas de cualquier bebida, que servían como jugadores.

Y en el último pasillo existe una gran colección de cómisc o conocidos popularmente como tebeos por ser el nombre de una de estas historias más populares por entonces. Igualmente, como en el resto de apartados de la sala de esta exposición, que tanto gustó en el día de su inauguración y que está contando con gran presencia de público pese a las noches frías de estos días, existen indicaciones de texto divulgativas e informativas.

La exposición provoca la sorpresa y los recuerdos en el público asistente a la exposición, que no duda en esbozar una sonrisa y comentar sus habilidades en uno u otro juego de su niñez.