Rocío en el corazón de Huelva
El conjunto escultórico dedicado a la Divina Pastora, obra de Elías R. Picón, preside la Plaza de El Punto · Más de un millar de onubenses asiste al acto inaugural, aderezado con música de tamboril y sevillanas
Pasacalles de tamboril y salve de cohetes en el radiante domingo de Huelva. Bajo un cielo azul, límpido, más de un millar de onubenses se agolpaban en la desembocadura de la Gran Vía para asistir en el mediodía de ayer al esperado acto inaugural del monumento a la Virgen del Rocío, que ya preside la Plaza de El Punto.
Mucho ha llovido desde que el 15 de abril de 2005 naciera la Comisión Pro-Monumento a María Santísima del Rocío, presidida por Aurelia Cazenave, camarista de la Hermandad de Huelva. Como recordó otro de sus miembros, Heliodoro Sánchez, "todo sueño, toda aventura, requiere tiempo y dedicación". Han sido seis años de lucha, de contactos con administraciones, asociaciones, empresas y particulares para lograr financiar el majestuoso conjunto escultórico realizado por el rocianero Elías Rodríguez Picón. "Hoy se hace justicia con Huelva y con la Virgen del Rocío, hoy es el final de nuestro camino".
Un camino de devoción y arduo trabajo que culminó ayer con la firma del documento de cesión del monumento a la ciudad, con el presidente de la Hermandad de Huelva, Juan Ferrer, y el alcalde de la capital, Pedro Rodríguez, como protagonistas.
Llegó entonces el momento que todos estaban esperando: el descubrimiento de la obra. Cayó la sábana blanca que la cubría para ofrecer a los asistentes un espectáculo de bronce patinado que inmortaliza un suspiro, un instante del Lunes de Pentecostés en el que la Virgen del Rocío, vestida de Reina de las Marismas, es llevada a hombros por 60 almonteños. En total, más de cuatro metros de altura y 6.000 kilos de peso para una obra que emociona y que lleva en implícito un homenaje a las hermandades capitalinas, las de Huelva y Emigrantes, en forma de medalla.
Un alarido de júbilo y el estallido de una gran ovación dieron paso a una suelta de palomas blancas. Redoble de campanas por los altavoces y vítores en las gargantas del pueblo, vivas dedicados a la Patrona de Almonte. La piel de los asistentes terminó de erizarse con la Salve rociera, materializada en las flamencas voces de Los Marismeños, Onuba, Manguara, Andares, Cantares de Huelva y Fernando Romero. En el preludio de la primavera, el aroma de las rosas blancas y el azahar perfumaba el aire, tan cálido que se dejaba acariciar por el sutil bamboleo de los abanicos.
Al obispo emérito de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, correspondió bendecir el monumento. Después, la comisión y la Hermandad de Emigrantes depositaron flores a los pies de la escultura.
El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, José Joaquín Gil, tomó la palabra para recordar cómo la comisión solicitó hace seis años permiso para iniciar la construcción del monumento, y destacó que la Plaza de El Punto "será el punto de encuentro de la Huelva rociera con la Virgen, un lugar de referencia también para los que no pueden ir al Rocío".
Visiblemente emocionado, "sin palabras", el artista, Elías Rodríguez Picón: "Imaginaos lo que sentí hace seis años cuando comenzó esta ilusión, lo que puede sentir un creador cuando le ofrecen plasmar en un monumento este Lunes de Rocío". Finalmente, señaló, "mi ilusión siempre ha sido darle a Huelva todo lo que se merece y espero haberlo conseguido".
El obispo emérito, Ignacio Noguer Carmona, disculpó la ausencia del obispo onubense, José Vilaplana, que se encontraba respondiendo a otro compromiso lejos del territorio provincial. Noguer indicó que "me alegro de estar aquí porque la providencia ha querido que Huelva se adorne de monumentos a vírgenes en los que yo siempre he tenido algo que ver". Así, apuntó a los ya existentes de la Inmaculada Concepción y la Virgen de la Cinta, a los que hay que añadir el de la Blanca Paloma, "tres devociones muy hondas que hacen al que sea de Huelva rezar por toda la ciudad".
Como un "auténtico espectáculo" definió la convocatoria de ayer el regidor municipal, Pedro Rodríguez, que calificó la jornada como "uno de los días más emotivos de los que he vivido en mis 16 años de alcalde". En este punto, evidenció el carácter monumental de la Gran Vía, con las dedicatorias escultóricas a Cristóbal Colón en la Plaza de las Monjas (también obra de Picón) y a la Virgen del Rocío en El Punto, "dos señas de identidad tan importantes en nuestros sentimientos".
Dirigió entonces su vista hacia la derecha, a la Avenida de Italia, para hacer llegar al público que "en unos tres años, cuando tengamos la estación del AVE y se derribe ese muro, esta plaza será el verdadero corazón de Huelva, y en él está la Virgen del Rocío". "Aquí", prosiguió, "en este sitio, los que somos onubenses vamos a sentir más nuestra la ciudad".
Apeló el alcalde a marcar en el calendario el 20 de marzo como "un día importante", a la vez que recordó que el nombre de Rodríguez Picón forma ya parte de la historia de Huelva, ya que de sus manos han nacido también los monumentos a la Inmaculada, a Juan Ramón Jiménez, al primer presidente del Recre, Charles Adams, y al empresario taurino José Luis Pereda.
Pedro Rodríguez reconoció el valor de un trabajo que demuestra que, "cuando la sociedad civil se entusiasma en un proyecto, es muy capaz de realizarlo sin tutela". Recitando la letra de una conocida sevillana, el alcalde de la capital recordó también a la Virgen de la Cinta: "Una es la Reina de Huelva, la otra, de las marismas; Huelva le reza a las dos, su devoción es la misma". Su discurso acabó con una retahíla de vivas que respaldó el respetable.
El punto y final al acto lo pusieron los cantaores, con una sevillana dedicada a la Virgen del Rocío, y la Banda Municipal de Música, que interpretó el Himno de Huelva.
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