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SOS ARO: ¿Quién ayuda a los que ayudan?

La asociación Alcohólicos Rehabilitados Onubenses se encuentra en situación límite, sin recursos para reforma su nueva sede y con un local prestado que deberá dejar en unos meses

ARO alerta de que los menores prueban el alcohol por primera vez a los 13 años

Una de las sesiones de ARO Huelva en la capital onubense. / Rafa García
Antonio Carrasco

15 de mayo 2022 - 06:01

Huelva/ARO Doctor Cristóbal Gangoso Aragón necesita ayuda. La asociación de alcohólicos rehabilitados de Huelva se quedará en la calle dentro de unos meses si no consigue el dinero necesario para reformar el local que posee en los bajos del Nuevo Colombino. El colectivo se encuentra actualmente de prestado en un espacio cedido por Antonio Carbonell Rodríguez en la zona de Zafra que alterna cuando la agenda de actividades lo permite con la Gota de Leche.

ARO se vio obligada a abandonar su sede anterior en la calle Isaac Peral por la imposibilidad de realizar sus sesiones presenciales con los requisitos sanitarios actuales ni en las condiciones mínimas. Tiene un local amplio en los bajos del Nuevo Colombino sufragado con fondos propios. Ahora necesita reunir unos 400.000 euros para acometer las obras. Es una carrera contrarreloj porque lo necesita para después del verano o puede verse en la calle. El espacio donde se encuentra ahora está en venta. En cuanto el propietario lo traspase deberá abandonarlo. Tiene el proyecto y espera la licencia de obras de forma inminente. Le falta el dinero necesario para completar el objetivo.

Su local actual, que fue costeado con las cuotas de sus socios y adquirido mediante una hipoteca colectiva en la que sus directivos llegaron a poner sus bienes como aval, está en venta para pagar una parte. La previsión es obtener unos 100.000 euros de la operación, los recursos de la asociación rondan los 70.000 y faltan unos 125.000 para afrontar todo el proyecto.

Para lograr el dinero que necesite puso en marcha una iniciativa benéfica novedosa. ARO busca patronos para sus sillas. La icónica imagen de las terapias con los asistentes sentados contando uno a uno su experiencia o compartiendo sus inquietudes es el mejor escaparate para obtener la ayuda que necesita. Son 250 sillas a 500 euros cada una. Los 125.000 euros que faltan. De momento ya han encontrado la respuesta afirmativa de nueve firmas solidarias: Náutica Carballar, Distribuciones Hermanos Núñez, Max Pesca, Pevaro Gestión Inmobiliaria, Instalaciones Técnicas Alumdur, Restaurante Chiringuito Camarón, Direct Casas y Cristalería Lorca. Los interesados en apoyar la causa de la asociación pueden dirigirse a los teléfonos 959 25 17 48 y 638 422 261, bien en la página web www.aro.org o al correo electrónico arohuelva@arohuelva.es

Hay conversaciones abiertas y gestiones hechas con muchas más a la espera de respuestas. “Sentarse en una silla dentro de un grupo de autoayuda es dar el primer paso para la reconstrucción de la vida de las personas, es el lugar donde vuelcan toda su problemática y empiezan a reconstruir sus vidas”, recuerda ARO. Por lo que apadrinar una silla se convierte “en un símbolo que va mucho más lejos de la aportación económica”. Al hacerlo, las empresas estarán contribuyendo “a la rehabilitación de muchas personas y a la reconstrucción de sus familias”. La iniciativa está destinada fundamentalmente a empresas, pero abierta igualmente a particulares que quieran participar.

Manuel Darriba Álvarez y Juan Rodríguez Carrasco, de ARO Huelva. / Alberto Domínguez

Actualmente ARO cuenta con seis sedes repartidas entre la capital, la costa, la sierra y el condado: Huelva, Punta Umbría, Cortegana, Valverde del Camino, Zalamea y Bonares. En total son 18 grupos de apoyo y ayuda que a día de hoy presta servicio de rehabilitación a más de 700 familias con adicciones tales como el alcohol, la cocaína y otras psicodependencias. Según el presidente de la entidad, Manuel Darriba, “cada año entran en ARO alrededor de 300 nuevos usuarios sólo en nuestra sede de Huelva capital pidiendo ayuda para todo tipo de adicciones”. Si en un principio la Asociación nació para la recuperación de personas con problemas con consumo de alcohol, “actualmente lo que llega hasta nosotros es un policonsumo que se empieza por el alcohol y sigue hasta la cocaína, siendo cada vez a una edad más temprana en la que se debuta, en el caso de los jóvenes, con el consumo de cannabis”, asegura Darriba. De estas hay 400 en la capital. No hay un rasgo indentitario claro. Sus asistentes son de cualquier edad, sexo o estrato social. El alcohol y la adicción no distinguen. La cifras hablan por sí sola. El 98% de los asistentes, según los datos que maneja el colectivo, no recae en su adicción si completa el ciclo de terapia. Su labor queda fuera de toda duda.

En las nuevas instalaciones, cuyas dimensiones son el doble de las anteriores, se busca sobre todo atender a los más jóvenes proponiéndoles alternativas de ocio saludable en el momento en que dan el primer paso para comenzar su rehabilitación: clases de baile, teatro, yoga, zumba, etc, “actividades que ya veníamos realizando con anterioridad a una parte de los usuarios debido a las limitaciones de la sede antigua”, declara Darriba.

La asociación sufraga sus gastos ordinarios con los 10 euros de cuota que aportan sus socios (aquellos que no tienen recursos acuden de forma gratuita). El dinero permite afrontar los pagos fijos de luz, agua, limpieza, mantenimiento y gestoría. Los monitores son todos voluntarios. ARO es la asociación más grande de España y tiene casi medio siglo de vida.

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