Santa Ángela, un bronce que es todo ternura en su plaza

XXV aniversario del monumento Se eligió la fecha de la creación de la compañía en 1875

La efemérides de sus bodas de plata se convierte en la antesala del centenario de la inauguración del convento de las Hermanas de la Cruz en Huelva para 2010

La comunidad de Hermanas de la Cruz asistió a la bendición del monumento a sor Ángela de la Cruz.
La comunidad de Hermanas de la Cruz asistió a la bendición del monumento a sor Ángela de la Cruz.
Eduardo J. Sugrañes / Huelva

02 de agosto 2009 - 01:00

Muchas son las huellas que las Hermanas de la Cruz han ido dejando por nuestra ciudad a lo largo de todo un siglo de su presencia en la plaza Niña. No cierran en verano por vacaciones, ni cambian su hábito por el calor. Están ahí, pendiente de cada golpe de la campanilla del zaguán de entrada, siempre habrá alguien que pida su ayuda y de seguro que la encuentra. Su trabajo abnegado, su servicio de darse a los demás, se entrecomilla en la obsesión de su fundadora: "No ser, no querer ser; pisotearse el yo, enterrarlo si posible fuera". Su labor no ha sido otra que la de la entrega a los demás, la de la asistencia a los necesitados, estar cerca de quienes se enfrentan a la soledad de su casa y acompañarle en su despedida de la vida.

Las Hermanas de la Cruz han ido forjando a lo largo de su existencia un carácter especial de servicio que ha hecho que hoy en el siglo XXI continúen siendo ese espejo necesario en el que la Iglesia vuelve a sentir la bocanada de aire fresco, derramando bondades y los perfumes de su virtud encontrado en obras con los más humildes. Una comunidad que con su ejemplo de trabajo y sacrificio ha sabido abrir los corazones de muchos a la generosidad para contribuir a socorrer a los necesitados.

En este marco de generosidad la Iglesia quiso mostrar de modelo a la fundadora, sor Ángela de la Cruz, una sencilla mujer sevillana que consiguió con tenacidad poner en marcha la comunidad, crear un espíritu propio que la hacen inconfundible y, además, necesaria en esta sociedad en la que se habla mucho y no se actúa todo lo que demanda tanta gente que necesita de que le echen una mano. La visita pastoral a España del Papa Juan Pablo II no pudo tener un mejor colofón que la beatificación de sor Ángela de la Cruz Guerrero, fundadora de la Compañía de las Hermanas de la Cruz, en Sevilla el día 5 de noviembre de 1982. Un acontecimiento de gozo y alegría que recorrió un largo camino de anuncios con especial miradas en los pueblos y ciudades donde la comunidad está asentada y se le profesa una ferviente admiración. Eso mismo ocurrió en Huelva. La Hermandad de Estudiantes, presidida por su hermano mayor José Rodríguez Santiago, tuvo una respuesta inmediata a modo de homenaje y acción de gracias, adelantada a esta fecha acuerda en mayo de 1982 levantar un monumento a la nueva beata por suscripción popular. Se inician las gestiones, el Ayuntamiento aprueba su emplazamiento, el Obispado lo alienta y la comunidad agradece esta iniciativa. El 1 de julio de 1983 la Hermandad de Estudiantes encarga a Antonio León Ortega la imagen de sor Ángela de la Cruz. La Hermandad de Estudiantes renueva así su cercanía fundacional con las Hermanas de la Cruz como cada Martes Santo y Huelva se une a este proyecto con fervorosa ilusión.

La bendición no pudo ser con ocasión del primer aniversario de la beatificación en noviembre de 1983, problemas técnicos así lo impidieron. Se eligió una fecha también muy significativa para la comunidad, el 2 de agosto, día de la fundación de la Compañía de las Hermanas de la Cruz, en 1875.

El 2 de agosto de 1984 se convirtió en un día de alegría. Por la tarde se celebró el acto de bendición, previamente en la capilla conventual hubo una celebración eucarística en la que concelebraron los sacerdotes Juan Mairena, Carlos Núñez, Bernardo Pascual, Felipe Fernández, Luis Pardo y Antonio Ruiz.

Durante la homilía Luis Pardo resaltó la figura de Ángela de la Cruz por su trabajo abnegado. En la plaza Niña y ante el monumento el sacerdote Carlos Núñez leyó un pasaje del diario de la beata. Las Hermanas de la Cruz que asistieron al acto entonando el himno de la beata 'Eres de todos'. Se depositaron flores junto al monumento donde quedaba escrita la leyenda "...Busquemos nuestra paz en dársela a los demás'. S. Ángela de la Cruz. Con el amor del pueblo de Huelva".

La vida ha ido caminando y junto a este monumento se celebran acontecimientos vividos por la comunidad, como la canonización de Santa Ángela de la Cruz que llenó de gozo a todos en 2003. Ahora esta efemérides de las bodas de plata del monumento viene de alguna forma a convertirse en la antesala del centenario de la llegada de las Hermanas de la Cruz a Huelva, cuya casa se inaugura el 15 de marzo de 1910 por el cardenal Almaraz.

Durante este tiempo la vida ha ido latiendo y en este bronce se ha mostrado a Huelva toda la ternura de las Hermanas de la Cruz.

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