Sanz aceptó sobornos a cambio de favores a un narco, según la investigación
Regaló hace 5 años, supuestamente, al ex director de la prisión dos coches a cambio de que pidiera el tercer grado para su primo Felipe 'El Negro' · El traficante ha sido trasladado a Salamanca.
Hace apenas medio mes el narcotraficante onubense Anselmo Sevillano recibía una noticia que le sentó como un tiro: iban a trasladarle a la cárcel salmantina de Topas, lejos de su edén onubense -donde sus poderosos tentáculos le permiten mantener viva su actividad criminal- . En un arrebato de sinceridad envenenado de venganza contra el ya ex director de la penitenciaría onubense, Francisco Sanz, decidió presentarse ante los de Asuntos Internos y tirar de la manta.
Sevillano aseguró que hace un lustro había regalado a Sanz dos coches de alta gama, tal y como adelantó ayer TVE. A cambio, el máximo responsable de la prisión provincial habría solicitado la concesión a un primo suyo, Felipe Escobar El Negro, el tercer grado penitenciario, de modo que pudiera salir a la calle los fines de semana.
El narcotraficante compró los vehículos en Alemania a través de las empresa Onucar Import, que él mismo regentaba y cuya sede social se encontraba en la calle Rascón de la capital. Las gestiones las hizo Romualdo Correa, quien inscribió los coches, presuntamente, a nombre de Francisco Sanz y de un familiar suyo. En 2008 el director de la cárcel de Huelva entregó supuestamente uno de estos dos vehículos en un concesionario Lexus de Sevilla, de donde se llevó otro nuevo, el que posee en la actualidad.
Ayer mismo la Guardia Civil de Huelva trasladó a Sevillano a Salamanca, no sin que antes éste se hubiera llevado por delante a uno de los directores de prisiones más prestigiosos y antiguos del país, un hombre que gozaba de toda la confianza de la secretaria general en funciones de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, quien le comunicó en la mañana del lunes su destitución tras más de 14 años al frente de la cárcel de Huelva.
Según ha podido averiguar este diario, en los próximos días, presumiblemente, podrían ser depuestos también otros miembros de la directiva de la penitenciaría, entre ellos un subdirector y un jefe de servicios, personas sobre las que también se centra la investigación interna de Instituciones Penitenciarias, que todavía continúa abierta, si bien este punto no fue confirmado por el organismo estatal.
Además, la tenencia de teléfonos móviles y ordenadores en las celdas está -a priori, ya que a veces los celulares entran de forma legal, aunque no es el caso- terminantemente prohibida, del mismo modo que no puede entrar droga al centro. No obstante, Anselmo Sevillano sí gozaba de este privilegio tecnológico en su celda individual, garantizaron fuentes de la prisión.
La Guardia Civil realiza inspecciones periódicas en las celdas de Huelva. Compete a la dirección de la cárcel "marcar" cuáles de estas habitaciones van a ser objeto de estos registros. Entre ellas nunca estuvo la de Anselmo Sevillano. Tampoco la de su ex socio, el narcotraficante Sergio Mora El Yeyo. Sin embargo, las fuentes consultadas por este rotativo aseguraron que "todos" tenían conocimiento de que los dos poseyeron en algún momento de su estancia en la macroprisión de La Ribera teléfonos con los que podían contactar con el exterior, pese a los inhibidores de frecuencia.
Francisco Sanz no es un hombre que deje indiferente a los que le rodean. Despertaba en su entorno amores y odios, a partes iguales. No obstante, su paso por la prisión gaditana Puerto III -que él mismo puso en marcha en 2007- fue "bueno" a nivel profesional. Fuentes de este penal aseguraron que, aunque era una persona "muy recta, también era justa y trabajadora", con lo que mostraron su extrañeza ante el supuesto caso de corrupción en el que se ve ahora involucrado.
Sanz fue depuesto el pasado lunes, cuando Mercedes Gallizo alegó "pérdida de confianza" en su persona para cesarlo en el ejercicio de sus funciones. Desde entonces le sustituye el subdirector de Seguridad, si bien se trata de una medida provisional, puesto que, tal y como indicó ayer a este diario Instituciones Penitenciarias, durante estas navidades se designará a un director en funciones que llevará las riendas de la cárcel de Huelva hasta que se incorpore el nuevo equipo -de color político popular- a la Secretaría General.
Los sindicatos que representan a los trabajadores de la cárcel onubense pidieron ayer "cautela" a la hora de abordar un tema tan delicado y que puede empañar la imagen modélica del penal.
Desde CSI-F mostraron su preocupación en este sentido e instaron a "no realizar juicios apresurados" sobre el trabajo de los funcionarios de prisiones, un colectivo que desempeña su labor en unas circunstancias especialmente complicadas. El delegado sindical de CSI-F en la prisión onubense, José Miguel Huertas, pidió "respeto" y subrayó que "no se puede acusar a nadie sin pruebas". Al mismo tiempo, apuntó que "si hay trabajadores que no han cumplido correctamente con su labor, habrá que exigirles explicaciones, pero hasta el momento no se puede señalar a nadie".
El delegado sindical de Acaip en Huelva, Genaro González, insistió, por su parte, en que no se debe poner "nunca en tela de juicio la profesionalidad" del funcionariado del centro onubense y defendió el "buen nombre de la prisión y de sus trabajadores".
González aseguró que una destitución como la de Francisco Sanz "siempre coge por sorpresa", puesto que llevaba muchos años al frente de la penitenciaría. Defendió, por ende, su presunción de inocencia y solicitó que no se emitan "sospechas infundadas, porque no podemos hacer caso a la rumorología". El responsable del sindicato mayoritario de la cárcel provincial manifestó que "los trabajadores somos los primeros interesados en que se esclarezcan los hechos y se depuren responsabilidades" e insistió en que, una vez que la investigación interna dé sus frutos, "las cosas se tendrán que demostrar en los juzgados".
En la misma línea, su homólogo en CSI-F, José Miguel Huertas, indicó ayer que, antes de realizar cualquier manifestación sobre el fulgurante cese de Sanz, "es fundamental que se esclarezcan los hechos". Por ello, consideró que "hasta que se demuestre lo contrario, hay que respetar siempre la presunción de inocencia".
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