Seabery, la empresa de Huelva que recrea las escenas de los crímenes con realidad virtual

La Guardia Civil forma a sus alumnos con una herramienta digital novedosa impulsada por la compañía onubense

Los futuros agentes se introducen en una experiencia totalmente inmersiva con la que aprenden a no contaminar las evidencias

La empresa onubense Seabery crea escenarios virtuales de crímenes para la Guardia Civil

Set de realidad virtual para la recreación de escenas de crímenes.
Set de realidad virtual para la recreación de escenas de crímenes. / Josué Correa

Huelva/Atrás queda la tradicional formación de la Guardia Civil en inspección técnica ocular en escenas de crímenes -obsoleta con el paso del tiempo-. Sus alumnos, de la mano de la empresa onubense Seabery, se introducen ahora en una experiencia de aprendizaje inmersiva nunca antes experimentada.

Ataviados con un set de realidad virtual compuesto por gafas y dos mandos, los futuros agentes se sumergen en un crimen. Como si de un videojuego se tratase, si miran hacia abajo, ven sus manos y sus dedos moviéndose, pero si miran hacia el frente tienen ante sí toda la escenografía que se les presentaría en el caso de ser los primeros en llegar cuando se ha cometido un crimen. Pueden desplazarse por todo el 'decorado' y hacer uso del maletín forense para la preservación adecuada del escenario hasta que llegue el servicio de criminalística.

Captura de pantalla de una escena del crimen.
Captura de pantalla de una escena del crimen. / M. G.

Todo ello gracias al acuerdo entre la propia Guardia Civil y la compañía onubense Seabery, que presta una solución tecnológica denominada VirtualCSI, que permite a los investigadores y a los alumnos del cuerpo realizar los procedimientos técnico-oculares habituales en estos entornos, que son recreados de manera digital y en triple dimensión. La misma es una versión 'demo' o, lo que es lo mismo, la versión candidata a ser la de mercado, que recibirá unos pulidos finos antes de su lanzamiento, previsto para septiembre.

Imagen de lo que ve el usuario con las gafas de realidad virtual.
Imagen de lo que ve el usuario con las gafas de realidad virtual. / Josué Correa

La Guardia Civil, consciente de la necesidad de modernizar su formación en inspección técnica ocular de la escena del crimen, encuentra en Seabery a su aliado para formar a todos sus agentes. Cuando se comete un crimen el primero que llega al lugar de los hechos es el agente local, el más cercano. El objetivo de esta acción educativa es tener "formación suficiente para preservar las evidencias y evitar contaminar el escenario hasta que llegue el servicio de Criminalística, que podría tardar un día, incluso", explica a este diario el fundador de Seabery, Basilio Marquínez. Añade, asimismo, que "en el caso de que estas evidencias no se preserven adecuadamente, se pierden, y sería imposible condenar al culpable, de ahí la importancia de esta aplicación para una correcta formación".

Antes de encomendarse a Seabery para el desarrollo de la referida herramienta digital, la Guardia Civil instruía de forma puramente teórica en esta materia, "pese a que se trata de algo eminentemente práctico", opina Marquínez. Los alumnos practicaban únicamente el día del examen, en el que la Benemérita confeccionaba un escenario donde se cometía un supuesto delito. Allí entraban los futuros agentes y ejecutaban los procedimientos aprendidos con la teoría. "Poco eficiente", resumen desde Seabery.

Colocación de las gafas de realidad virtual.
Colocación de las gafas de realidad virtual. / Josué Correa

Sabedores de que se trataba de un modo de aprendizaje arcaico, la Guardia Civil encontró en la compañía onubense al compañero perfecto. De la mano -el denominado know-how lo aporta la Guardia Civil y Seabery el desarrollo de la aplicación-, emprendieron un camino que les ha llevado a emplear la realidad virtual como metodología de trabajo. "Entendemos que es mejor que la realidad aumentada -utilizada en su producto estrella, Soldamatic- porque podemos crear múltiples escenarios con infinitas evidencias", comenta Basilio Marquínez, que destaca la evolución de un aprendizaje "puramente teórico a uno práctico e interactivo que se extiende mucho más allá del examen".

¿Cómo es la aplicación?

La novedosa herramienta digital presenta tres modos de uso. El primero, bajo el nombre de Aprendizaje, permite al alumno ser guiado por la propia app, de manera que, realizará todos los movimientos que se le indica. Por tanto, subraya Marquínez, el alumno "aprende mientras practica". De hecho, prosigue, "tenemos comprobado que, con un aprendizaje práctico e interactivo con realidad muy virtual, la curva de aprendizaje se dispara".

El modo Asistido no guía al alumno, pero si se equivoca se lo advierte y le corrige el error. Por tanto, si se salta un paso o hace algo mal, el alumno lo sabrá. Por último, en el modo Examen la aplicación no ayuda, pero sí evalúa.

Imagen de archivo de una recogida de evidencias.
Imagen de archivo de una recogida de evidencias. / Seabery

De otro lado, cabe destacar que la herramienta reúne dos apartados, uno destinado al alumno y otro al docente. El primero de ellos consta de un simulador, sobre el que trabaja el alumno cuando accede al escenario; mientras que el segundo contempla una plataforma de gestión del aprendizaje con la posibilidad de crear contenidos, supervisar y evaluar.

"Queremos que la aplicación para el profesor le dé mucha versatilidad a la hora de aplicar diversas metodologías", cuenta Marquínez. Ejemplo de ellas, puede ser la posibilidad de asignar un ejercicio durante un rango temporal, de manera que, durante un número determinado de días, el alumno tiene todos los intentos que quiera para superar el modo examen; o un ejercicio operativo de forma ilimitada en el tiempo, pero con un número ilimitado de intentos". "El alumno será proactivo y dueño de su formación", resumen.

La Policía argentina emplea el set de realidad virtual.
La Policía argentina emplea el set de realidad virtual. / M. G.

Otra funcionalidad que incorporará en un futuro la aplicación es la de recreación de crímenes reales que hayan sucedido, con la escena y los indicios que se encontraron los agentes en su día. "Será un reto para los nuevos alumnos, que deben resolver un hecho ya acontecido", expone Basilio Marquínez, quien subraya también la importancia de que la aplicación sea "escalable", es decir, que pueda incorporar nuevos módulos de formación con el paso del tiempo.

En un momento en el que los infractores emplean la tecnología para sus actos delictivos, la Guardia Civil no quiere quedarse atrás y abrir una brecha tecnológica entre los agentes y los transgresores que los sitúe en desventaja.

Expansión a otros países

La aplicación de la empresa onubense no atrae únicamente a los agentes españoles. La Guardia Civil, en contacto con otros cuerpos de seguridad, aporta una mayor visibilidad a la herramienta de Seabery y ya son varios Cuerpos los que han mostrado interés en contar con ella para la instrucción de sus agentes.

La Universidad de las Fuerzas de Seguridad de la Provincia Argentina de Misiones ya ha incorporado el simulador de realidad virtual de escena del crimen para la formación de los policías en Criminalística. Así, desde Seabery se trabaja en un proyecto consistente en determinar las necesidades de los agentes argentinos al objeto de "realizar los ajustes necesarios".

Más allá de Soldamatic

Fundada en 2007 por Basilio Marquínez, si bien su actividad actual comenzó en 2010, Seabery diseñó y patentó Soldamatic, la primera solución de formación en soldadura con simulación por Realidad Aumentada, para dar respuesta a los principales retos del sector, que se pueden resumir en la necesidad de atraer jóvenes y con ello incrementar el número de profesionales cualificados que demanda la industria a nivel mundial. No se quiere quedar en Soldamatic, pues su vocación es la de ser un líder mundial en la formación técnica o industrial mediante habilidades. Confirman así su apuesta por ir incorporando verticales bajo el concepto tecnológico denominado Virtual Training. Y toda esta escalada se hace con la bandera de Huelva a la espalda porque, tal y como asegura Basilio Marquínez, "para nosotros es un orgullo decir que somos de Huelva y, además, mantener nuestra sede aquí".

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