Sindicatos y profesionales médicos alertan del deterioro sanitario

Los cambios en las direcciones hospitalarias abren la caja de pandora en el SAS · Alivio general tras la salida de Medina del Juan Ramón Jiménez y críticas a las carencias detectadas en los centros de salud

Facultativos del Hospital de Riotinto criticaron en la calle la decisión del SAS de cesar a Alfonso Haya.
Rafael Moreno / Huelva

30 de enero 2009 - 01:00

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) parece haber destapado la caja de los truenos con la reforma de las cúpulas directivas de los hospitales de referencia en Huelva a tenor de las críticas recibidas al unísono desde todos los estamentos facultativos y sindicales con capacidad de opinión y un mínimo de influencia en el sector sanitario de Huelva.

Bien es verdad que el cambio de aires en el Hospital Juan Ramón Jiménez con la llegada de Rafael García Vargas Machuca ha sido tan bien recibido como el cese de José Carlos Medina. De momento, escapa de las iras Basilio Bernard, recién llegado al puesto que deja Medina.

Algo similar ocurre en la Cuenca Minera y en el distrito Sierra, donde la marcha forzada del gerente del Hospital de Riotinto, Alfonso Haya, ha sido recibida con una sonora pitada tanto por los sindicatos, que no se la esperaban por su "efectividad" y por convertir al hospital minero en uno de los más valorados de Andalucía, como por los trabajadores del centro que han salido a defender su gestión hasta la calle.

Sin embargo, las palmas a Alfonso Haya se convierten en pitos contra el director del Distrito Sanitario Sierra-Andévalo, Juan Cipriano López, criticado por la Junta de Personal hasta la exasperación. Resultado: congratulaciones generales por su salida del departamento serrano que camina ahora hacia la unificación de la gestión de Atención Primaria y Hospital minero tras contemplar hace poco como un desaprensivo y falso doctor en medicina consiguió ejercer de galeno en Hinojales y en el centro de salud de Cumbres Mayores para intranquilidad de una población asombrada por la falta de celo y control administrativo nunca vistos desde que Roldán falsificara su título universitario.

Ahora las miradas están puestas en el futuro del Distrito Huelva-Costa, donde su máxima responsable, Maribel Garrido, aparece en la picota de las piñatas sindicales "por su pésima labor", aseguran, y por el constante deterioro de la atención sanitaria en la zona más poblada de la provincia, incluida la capital.

Desde el sindicato CSI-CSIF utilizan una frase lapidaria para resumir la situación: "el Juan Ramón Jiménez ha sido un cortijo particular". Una expresión que se amplía a otra crítica sindical más general: "En el SAS hay mucha gente pero nadie sabe dónde está".

El CSIF utiliza palabras muy gruesas para criticar la gestión realizada por José Carlos Medina en el Juan Ramón por eso no dudan en intentar una 'opa hostil' a los miembros de su equipo que se han quedado allí.

EL CSI-CSIF se "congratula", escribe César Cercadillo, por el cese de Medina, tantas veces pedido por su "mala gestión y prepotencia y falta de diálogo con los agentes sociales". Ahora piden también los ceses en cadena del director de Enfermería, José Antonio Alfonso; junto con su jefe Emilio Serrat, Juan Gómez como administrador y Agustín Ortega como director de Servicios Generales.

El sindicato subraya que el director cesado y todo su equipo "dejan las instalaciones en un estado deplorable" y sugieren una idea: realizar una encuesta de satisfacción entre los trabajadores, a los que consideran sometidos a "un alto nivel de estrés, soportando sobrecargas de trabajo por falta de contrataciones y tratados como números".

Desde el Sindicato Médico, Juan Manuel Salguero, muestra también su sorpresa por el cese de Haya pero cree que detrás de todo el malestar existente en la sanidad está esa "especie de Expediente de Regulación de Empleo (el famoso ERE en estos tiempos de crisis) puesto en marcha por la Junta de Andalucía y que afecta a un 30% de eventuales".

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