Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Medios de locomoción, que formaron parte de las flotas de vehículos de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa) y del Parque de Bomberos de Huelva, se conservan actualmente como patrimonio etnográfico de la ciudad. Hace años que estos vehículos juegan un papel activo durante las navidades. Un camión de bomberos Magirus, que tiene más de sesenta años de antigüedad, es el encargado de abrir la comitiva de los Reyes Magos.
El vehículo, un camión 4x4 forestal, que llegó a la capital onubense en la década de los años ochenta procedente del aeropuerto de Zaragoza, es ahora una pieza de museo. Aparte de salir en la cabalgata de Reyes, todos los años participa en el circuito de coches antiguos que recorre las calles de la capital onubense en el mes de octubre. Además se ha cedido temporalmente para exposiciones y ha estado en actos de carácter solidario.
Por su parte, un Pegaso Comet 5064 B se habilitó a finales de la década de los noventa para el belén itinerante de Emtusa. Éste autobús urbano, que también llegó a la ciudad en la década de los ochenta, es una versión carrozada por la empresa Unicar, que posteriormente fue absorbida por Castrosua.
El chasis de este autobús, uno de los primeros vehículos de la flota de Emtusa, está basado en el del camión Pegaso para el transporte de mercancías de la época que, con una cilindrada de 6.600 cc, desarrollaba una potencia de 135 cv. El tipo de motor diesel es de inyección directa, aunque sin turbo. Su escasa potencia se suple con un cambio automático electro-neumático de velocidades bastantes cortas que le da el necesario equilibrio en las rutas urbanas.
La disposición del motor es delantera y con un chasis readaptado y alargado hasta los diez metros para el uso como autobús urbano. El acceso al vehículo se realiza por la puerta delantera y no por la trasera como se venía realizando tradicionalmente, siendo de los primeros buses que se adapta a la imagen de conductor-perceptor. Anteriormente en los autobuses urbanos trabajaba un conductor y un cobrador.
Contaba con veintidós asientos, incluido el del conductor, y tenía capacidad para cuarenta y una personas de pie. En la actualidad, el número 78 -que corresponde a este vehículo- no es apto para el transporte de personas. El primer belén itinerante se montó en 1999.
Formando parte del equipamiento urbano de la Plaza Isabel la Católica, junto a la popular Plaza Niña, se encuentra una locomotora del Puerto de Huelva. Fue cedida en 1984 por la Autoridad Portuaria a la comunidad de propietarios de los edificios de la cooperativa de trabajadores de Renfe.
Es la número 1 de las que adquirió la institución portuaria para trabajar en su zona de servicio. Se compró, junto con la número 2, a la casa Cockerill de Bélgica. La Real Orden de adjudicación de ambas data del 4 de septiembre de 1889. Era una locomotora a vapor de 20 toneladas de peso adquirida para el servicio del muelle embarcadero de mercancías (antiguo muelle Sur).
Desde su instalación en la Plaza Isabel la Católica, esta joya del patrimonio urbano ha sido objeto de multitud de actos vandálicos. Al principio la caldera se podía abrir pero hubo que soldar la puerta para que no sufriera más daños y todos los detalles de la locomotora fueron desapareciendo (cadenas de soporte de los vagones, manivelas...). Actualmente está llena de pintadas.
Hace unos cinco o seis años la comunidad de propietarios, ante la imposibilidad de cerrar la plaza, la cedió, y con ella la locomotora, al Ayuntamiento de Huelva para que éste se encargue de su conservación.
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