Tioxide cerrará su fábrica de Palos si no consigue reducir costes
La empresa plantea el despido de un tercio de la plantilla y la congelación salarial para disminuir los costes de producción · Los trabajadores se muestran inicialmente en contra y reclaman otras soluciones
El expediente de regulación de empleo temporal que está ejecutando Tioxide no es suficiente según la empresa para combatir los efectos económicos del descenso de la demanda. La compañía aseguró ayer a los sindicatos que se verá obligada a cerrar la fábrica de Palos si no consigue disminuir los costes de producción, para lo que plantea el despido de un tercio de la plantilla y otras medidas laborales.
La fábrica de Tioxide había parado una de sus dos líneas de producción hace meses debido al elevado precio alcanzado por el ácido sulfúrico, materia prima para la producción de dióxido de titanio. A ese elevado precio se sumó el descenso de la demanda de su producto, un componente de la pintura y por tanto muy relacionado con la industria del automóvil y la construcción. Estos fueron los argumentos de la empresa para la presentación de un ERE temporal que finalmente acabó afectando a 17 trabajadores de la plantilla, mientras que otros 29 fueron recolocados.
Pero ayer mismo Huntsman (la compañía matriz) anunciaba un plan de reducción de costes en todas sus divisiones para combatir la crisis económica, que supondrá una reducción de aproximadamente 1.175 empleos directos en todas sus fábricas (el 9% del total) e incluye el cierre de la planta de dióxido de titanio de Grimsby, en Inglaterra. Dentro de ese plan se enmarcaría la reducción propuesta para Huelva, donde se pretende extinguir los contratos de 104 trabajadores, la congelación salarial durante este año y un aumento de la jornada laboral. Una propuesta que los sindicatos rechazan pero que, según advierten fuentes de la fábrica, es necesario ejecutar para la factoría para no comprometer su viabilidad, ya que el producto que se fabrica en Huelva tendría un coste excesivamente alto en relación a la demanda existente en la actualidad.
Esa es la explicación que se daba ayer desde la empresa, aunque los sindicatos no se mostraron nada de acuerdo con la misma. El secretario del comité de empresa, Pedro Castilleja (CCOO), consideró que "no existe justificación para una medida tan extrema" y alertó sobre el hecho de que "nuestro trabajo se tiene que hacer, por eso se proponen más horas y se externalizarán servicios que ahora hacemos nosotros". Por su parte, el secretario general de la Federación de Industrias Afines de UGT, Luciano Gómez, aseguró que la compañía "pretende sacrificar el centro de Huelva en beneficio del centro francés de Calais", rechazando asimismo el argumento de los precios de venta.
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