UCI en Huelva: "Los pacientes que van a cuidados intensivos son los que van a vivir"

La médico intensivista del hospital Juan Ramón Jiménez, Antonia Tristancho, asegura que la nutrición es "vital" para que la persona salga de la UCI con calidad de vida

Huelva acogió la pasada semana la cita más importante de la medicina intensiva andaluza

Imagen de archivo de una Unidad de Cuidados Intensivos. / H. I.

Huelva/A las unidades de cuidados intensivos de Huelva no van los pacientes con alta probabilidad de fallecer, “sino los que van a vivir”. Así lo quiere recordar la médico intensivista del hospital Juan Ramón Jiménez, Antonia Tristancho, quien vela por los pacientes que permanecen en la UCI para que “salgan con la mejor calidad de vida posible” gracias a una óptima nutrición.

El equipo de UCI “se replantea cada día al enfermo” o, lo que es lo mismo, “diariamente vemos exhaustivamente al paciente durante todo el tiempo que se necesite”, pudiendo extenderse esta revisión incluso a las ocho horas. Una vez realizada la valoración del mismo, apunta Tristancho, “replanteamos qué cantidades compondrán la nutrición y cual será la mejor”, dado que “no siempre es la misma, al depender del paciente y de su patología”.

Cuando un paciente ingresa en cuidados intensivos por una enfermedad crítica sufre una inflamación, de manera que el cuerpo reacciona para sobrevivir con un proceso llamado autofagia. El mismo se traduce en que las células se comen a sí mismas para generar energía, en tanto que “sacamos la energía de los alimentos, algo que se antoja imposible cuando se tienen una enfermedad aguda y, por ende, se te quitan las ganas de comer”, sostiene Antonia Tristancho.

La médico intensivista, Antonia Tristancho, para 'Huelva Información'. / Rafa del Barrio

Lejos de ser un problema este proceso de ‘autocanibalismo’, resulta positivo porque “limpia las partículas que no le interesan, entre ellas los virus y las bacterias”, de ahí que permita combatir las infecciones. Por tanto, “si a un paciente le das muchos alimentos en esta situación inhibe ese proceso de autocanibalismo, lo que puede ser peligroso porque evita que se limpie la célula”.

Esta explicación de la intensivista del hospital Juan Ramón Jiménez viene a confirmar que la nutrición no consiste únicamente en “poner grasas, hidratos y proteínas”, sino “los mejores hidratos y las mejores proteínas y grasas”. A ello se le suman, añade, otras sustancias como “minerales, vitaminas e, incluso, fármacos que ayudan a disminuir la inflamación que trae consigo la enfermedad crítica”. Todo ello comprende la nutrición del paciente, siendo “vital” proporcionar al paciente alimentos de calidad “y monitorizar si lo estamos haciendo bien” por lo desfavorable que es para el organismo la estancia prolongada en UCI y la inactividad aparejada a la misma.

A este respecto, la especialista insiste en que el cuidado del paciente en la UCI “no es únicamente para salvar vidas, sino para que las personas que salen lo hagan con una buena calidad”. Tanto es así, que la doctora Tristancho recuerda que “una buena nutrición se traduce en menos infecciones, secuelas y debilidades en general, así como en un mayor porcentaje de supervivencia”. Así, subraya que “yo no quiero sacar pacientes vivos, que también, sino con la calidad de vida necesaria para volver a su vida normal”.

Antonia Tristancho en el 38 Congreso de la Samiuc (Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias). / Rafa del Barrio

Los pacientes que entran en cuidados intensivos lo hacen por causas muy diversas, véase un infarto, una neumonía grave, una hemorragia cerebral o una infección, entre otras. Precisamente, es el hecho de que haya tanta diversidad entre pacientes y patologías que “no hay tanta investigación clara”, expone Tristancho. De ahí la necesidad de individualizar cada tratamiento nutricional, si bien la especialista considera que “no es imposible” que las investigaciones en curso consigan encontrar un patrón común a la hora de administrar la nutrición.

El médico intensivista, según explica a este diario Antonia Tristancho, se forma cinco años más que los especialistas en la parte aguda de cada enfermedad y, además, “nunca deja de estudiar porque tiene que estar al día en todo”. Es una de las piezas angulares del equipo de cuidados intensivos, al que se unen también las enfermeras y las auxiliares de enfermería, desviviéndose todos ellos para que el paciente salga con la mejor calidad de vida.

Tales han sido los avances y los cuidados, que “los que hace 30 años se morían en una semana, ahora no se mueren”, finaliza la especialista del hospital Juan Ramón Jiménez.

Todo ello se puso de manifiesto la pasada semana en la cita más importante de la medicina intensiva andaluza, que tomó Huelva como ciudad acogedora. La Casa Colón vio así pasar por ella a especialistas de toda Andalucía que acudían al 38 Congreso de la Samiuc (Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias), la sociedad científica que aglutina a todos los profesionales de las UCI de Andalucía.

Una de las prácticas para los jóvenes onubenses enmarcadas en el Congreso. / Rafa del Barrio

Profesionales de las UCI de toda Andalucía abordaron cuestiones "de máximo interés" para la especialidad como aspectos en el manejo del paciente crítico, los cuidados intensivos orientados a la donación, el paciente neurocrítico o la humanización en la atención a los pacientes, entre otros muchos temas.

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