La UE cree eficaz el control de las balsas de fosfoyesos y el cesio-137
Un equipo técnico ha verificado esta semana la vigilancia del centro de recuperación de inertes y los vertidos · En sus conclusiones preliminares considera "adecuados" los programas y estudios realizados
La Comisión Europea (CE) considera que los programas de vigilancia establecidos para controlar la situación de las balsas de fosfoyeso y las marismas de Mendaña (donde está depositado material contaminado con cesio-137) son "adecuados y eficaces". Esa es al menos la conclusión preliminar a la que han llegado los técnicos que la CE ha enviado a Huelva para supervisar las actividades y equipos de inspección sobre ambos depósitos de material radiactivo después de que hasta la Comisión hayan llegado varias denuncias sobre la situación ambiental de la Ría de Huelva.
A lo largo de esta semana cuatro expertos en vigilancia radiológica ambiental de la Dirección General de Transportes y Energía de la Comisión han llevado a cabo una misión de verificación de las actividades de revisión que se llevan a cabo en el centro de recuperación de inertes (CRI-9) de las marismas de Mendaña y en las balsas de fosfoyeso de las marismas del Rincón. La visita de este equipo técnico se enmarca en la directiva Euratom de protección sanitaria contra los riesgos que resultan de las radiaciones ionizantes, que establece que la Comisión Europea tiene el derecho de verificar el funcionamiento y eficacia de las instalaciones y medidas adoptadas por los estados miembros de la UE para el control del índice de radiactividad de la atmósfera, las aguas y el suelo.
En el caso del CRI-9, los expertos han valorado la actuación de las autoridades españolas en la vigilancia del material contaminado con cesio-137, las conocidas como cenizas de Acerinox. En el interior de las marismas de Mendaña se encuentran 4.857 toneladas de residuos contaminados por el isótopo radiactivo cesio-137, depositado allí por error después del accidente de la factoría de Acerinox en Algeciras, cuando la fusión de una fuente de cesio afectó a las escorias, hornos y otros equipos de la fundición. Parte del material contaminado llegó a la planta de inertización de Palos de la Frontera de la Empresa de Gestión Medioambiental de la Junta de Andalucía (Egmasa), que estaba ejecutando un proyecto de recuperación de un antiguo depósito de fosfoyesos cubriéndolo con material inertizado. Las cenizas de Acerinox fueron empleadas en ese plan antes de conocerse el incidente y, después de retirar 341 toneladas de material radiactivo, quedaron esas casi 5.000 toneladas que fueron confinadas siguiendo un plan aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y ejecutado por Egmasa.
Tras una inspección a finales de 2007, el CSN confirmaba que se estaban produciendo fugas de cesio en las marismas de Mendaña (hecho denunciado por Greenpeace), aunque circunscritas a las proximidades de la zona en la que fue depositado el material contaminado. Tras considerar que había una "falta de eficacia" en el confinamiento, el Ministerio de Industria requirió a Egmasa un refuerzo en el sistema de control.
Ahora, a falta de un informe técnico detallado, los expertos de la UE consideran que el programa de vigilancia es eficaz. Según informó ayer el CSN, los técnicos han visitado el CRI-9 para reconocer la zona y asistir a una demostración de cómo se recogen las muestras en las zonas de control designadas y las mediciones de control radiométrico que se mantienen, además de revisar los laboratorios encargados de analizar las muestras procedentes de estos trabajos.
El mismo proceso se ha seguido en el caso de las balsas de fosfoyeso, estudiadas como depósito de material NORM (materiales radiactivos de origen natural). Los técnicos han recorrido esta semana las balsas que están en funcionamiento en las marismas del Rincón, pero también la zona revegetada de las marismas del Pinar, antiguo depósito de residuos. En estos espacios también se realizaron mediciones para comprobar los métodos y equipos empleados, y posteriormente se comprobaron los laboratorios de las universidades de Huelva y Sevilla que han realizado estudios sobre el impacto radiológico de las balsas para verificar la corrección de los métodos e instrumental empleados, así como el sistema de calidad de los laboratorios.
En el caso de las balsas, los expertos europeos también han conocido los resultados de los estudios realizados sobre el impacto radiológico ambiental del fosfoyeso realizados por las universidades, que concluyen que la afección en la población y los trabajadores de las balsas está por debajo de los límites fijados en la normativa vigente.
Tras la visita cursada, en la que el equipo de la CE se ha reunido con las partes que tienen responsabilidades en ambas zonas (Gobierno, Junta, Fertiberia, Enresa, Ciemat y las universidades), los técnicos mantuvieron ayer un encuentro en la sede del CSN en el que avanzaron las conclusiones preliminares de su informe, que será emitido en los próximos meses. En esas conclusiones, resalta el CSN, se detalla que "los estudios radiológicos y los programas de vigilancia establecidos son adecuados y eficaces".
Mientras se conocen el resto de detalles del dictamen, la Unión Europea prepara otras dos visitas de Huelva, en este caso de diputados del Parlamento Europeo, que acudirán para conocer in situ la situación medioambiental de la Ría y su entorno después de varias denuncias de colectivos ecologistas y ciudadanos.
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