Unión política y social para gritar "no" al proyecto de Fertiberia

El apoyo oficial de 70 colectivos y seis partidos no tuvo su reflejo en la asistencia: 2.500 personas, según la Policía Nacional. Los manifestantes insistieron en su demanda de un plan de "máximos".

Foto: Josue Correa / Canterla
C. Morales

03 de diciembre 2015 - 19:23

La unidad política y la alta participación de colectivos vecinales y sociales de Huelva fue ayer una de las claves de la manifestación que recorrió las calles de la capital, convocada para mostrar el rechazo al proyecto de restauración de las balsas de fosfoyeso planteado por la empresa Fertiberia. Con gritos como "no al proyecto, sí a la marisma", unas 2.500 personas, según estimó la Policía Nacional -más de 10.000, según los convocantes-, reivindicaron otra solución para las balsas, con un proyecto "de máximos" en el que no haya limitaciones de tiempo o dinero. No obstante, uno de los comentarios que se escuchó en diversas ocasiones durante la marcha fue que la protesta había logrado una menor participación que la manifestación de apoyo al Recreativo en octubre.

La marcha partió desde la plaza del antiguo Estadio, en Isla Chica, y, durante el recorrido, numerosas personas se fueron sumando a la misma, especialmente cuando llegó a las calles más céntricas. Tras recorrer la avenida Federico Molina y la Alameda Sudheim, la marcha enfiló ya la Gran Vía -con un ambiente reivindicativo que fue in crescendo- para finalizar con la lectura del manifiesto en la Plaza de las Monjas. Dos representantes de las federaciones de asociaciones de vecinos Tartessos y Saltés -Charo Tristancho y Charo López- fueron las encargadas de leer este documento, que suscitó el aplauso emocionado de los asistentes.

Durante todo el recorrido, se sucedieron los gritos de rechazo al proyecto de restauración planteado por la empresa Fertiberia, que prevé la cubrición de las balsas y unos controles de seguridad en la mismas. Consignas como "no al proyecto, sí a la marisma", "Fertiberia paga, que Huelva no traga" o "no nos mires, únete" protagonizaron todo el recorrido de los manifestantes por algunas de las principales arterias de la ciudad.

A la protesta acudieron miembros de todos los grupos municipales en el Ayuntamiento de Huelva, incluido el alcalde, el socialista Gabriel Cruz, así como representantes de la Diputación, entre ellos el vicepresidente, José Fernández, y la diputada de Cultura y Bienestar Social, Aurora Vélez. No estuvieron presentes -o al menos no se les vio en las primeras filas de los representantes políticos- el presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, los delegados de la Junta de Andalucía ni los candidatos por Huelva a las próximas elecciones generales de partidos como el PSOE y el PP.

El alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, recalcó la importancia de buscar una solución definitiva a "este problema que nos acucia". A su juicio, ésta pasa "por el consenso" y, desde luego, porque sea "la mejor solución, sin tomar en cuenta ninguna consideración de tipo temporal, económico o técnico". Así, afirmó también que "lo que toca" es que la ciudadanía "diga una vez más alto y claro que queremos una solución, que esto no admite demora, y que sea una solución consensuada y óptima para el futuro de Huelva".

Los representantes de las tres formaciones que plantearon en sus inicios la manifestación -Mesa de la Ría, IU y Participa Huelva- subrayaron la respuesta de la ciudadanía. Pedro Jiménez, portavoz del grupo municipal de IU, destacó el acuerdo de todos los grupos políticos y de más de 70 colectivos onubenses, y consideró que "esto indica por dónde va a ir la acción política en el futuro". Jiménez insistió en que seguirán trabajando por la unidad porque "lo que queremos todos es recuperar la marisma, y no queremos un proyecto de mínimos, porque eso supondría hipotecar el futuro de las próximas generaciones".

El concejal de Mesa de la Ría, Rafael Gavilán, mostró su satisfacción porque "Huelva está respondiendo y grita al unísono que no acepta el proyecto de Fertiberia y que quiere una marisma limpia". En la misma línea, se mostró confiado en que "hoy, quien tiene que escucharnos, lo va a hacer, porque el grito va a ser unánime".

Para Jesús Amador, concejal de Participa Huelva, "está bastante claro que los onubenses le están diciendo a la empresa que no puede faltarle al respeto a toda la ciudad. Nosotros creemos que tenemos que apostar por un modelo de empresa que sea sostenible y que mire, sobre todo, por el pueblo donde se instala", aseguró.

El portavoz del grupo popular en el Consistorio, Ángel Sánchez, insistió en que la ciudad "está volviendo a decir que quiere un futuro limpio para sus hijos y sus familias y, sobre todo, que quiere que esas 1.200 hectáreas sean de la ciudad y se recuperen como estaban originalmente". A su juicio, "estamos en el camino correcto, desde el diálogo, el consenso y desde los trabajos que tengan que salir del comité de expertos creado por la Mesa de Participación".

En representación de Ciudadanos, María Martín, mostró su respaldo a la opinión de sus compañeros en el Consistorio e insistió en que los onubenses "nos merecemos una marisma limpia", por lo que incidió en la "importancia" de esta protesta.

La marcha también logró una altísima participación de colectivos sociales y vecinales de la ciudad. De hecho, los representantes de estas organizaciones eran los que encabezaban la marcha, portando una pancarta en la que rezaba "No al proyecto de Fertiberia, por la recuperación de la marisma". El objetivo era visualizar el carácter ciudadano de la protesta y el amplio respaldo conseguido por la misma.

Al inicio de la marcha, Pedro Gallego, representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos Tartessos, subrayó que lo que quieren desde este colectivo es que los científicos que ha convocado la Mesa de Participación "dictaminen lo que hay que hacer con los fosfoyesos y, en el momento que ellos digan lo que sea, actuar".

También resaltó la unión política y social en esta protesta e incidió en que "queremos recuperar esa zona de Huelva e intentar que nuestros hijos y nietos tengan esa marisma que se merecen".

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Saltés, José Luis Rebollo, también mostró su apoyo al dictamen que realice la comisión de expertos que lidera la Universidad de Huelva y remarcó que éste "no solamente es un problema medioambiental, también es un problema de salud.

La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva, Noemí Sanchís, resaltó que el objetivo es "concienciar a las administraciones de lo que quieren los ciudadanos, que es un proyecto seguro, efectivo y que garantice nuestra salud, además de que podamos volver a disfrutar de esos espacios".

En el manifiesto leído por los convocantes se resaltaba la necesidad de que la solución a las balsas pase por un proyecto "de máximos, cuya realización no esté limitada ni por plazos ni por presupuestos". También se apostaba porque se permita que el comité de expertos elabore y estudie otras alternativas que "nos permitan recuperar y restaurar la marisma, aspiración máxima a la que Huelva no puede ni debe renunciar". En la misma línea, se incidía en la necesidad de que el proyecto de restauración que se realice abarque la totalidad de las 1.200 hectáreas ocupadas por los fosfoyesos, y no sólo las 700 que ocupan las denominadas "balsas activas" a las que se limita el proyecto de Fertiberia. "Tenemos la responsabilidad de buscar la mejor solución posible y no, otra vez más, soportar la imposición de una solución que es la peor de todas las posibles", señalaron los manifestantes.

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