La Universidad de Huelva enseña otras lenguas con el idioma universal de la música
Un proyecto de innovación docente en el que participa la Onubense emplea el videoclip como herramienta para conocer otras culturas y favorecer la conciencia crítica y democrática
Huelva/Manuel Carrasco, Ed Sheeran y Bruno Mars enseñan lenguas extranjeras en la universidad y no lo saben. Ellos se dedican al idioma universal de la música y la parte pedagógica viene de la mano de un proyecto innovador en el que participan cinco docentes y un alumno de la Universidad de Huelva junto a otros profesores de las universidades de Córdoba y de la Pontificia de Comillas.
La catedrática de la UHU Carmen Fonseca dirige este proyecto de investigación además del Centro de Investigación Pensamiento contemporáneo e innovación para el desarrollo social. “Hemos investigado que la musicalidad ayuda a desarrollar la sensibilidad auditiva, la pronunciación y la memoria verbal”, explica Fonseca.
De ese punto de partida llegaron a un elemento musical como el videoclip, muy popular entre el alumnado universitario. Sin embargo, el proyecto va más allá del mero aprendizaje de una lengua extranjera. “Si se usa la metodología adecuada”, prosigue Fonseca, “anidan los afectos, la positividad, la sensación de bienestar y de pertenencia al aula”.
Esta iniciativa del Departamento de Filología Inglesa de la Onubense denominada Mejora de la fluidez lectora en lengua extranjera de adultos: el uso de videoclips en el aula universitaria, ha recibido recientemente el Premio a la Innovación Docente de Excelencia de la Universidad de Huelva.
Además, ha cosechado otro reconocimiento más y es que ha tenido réplicas en universidades de Eslovaquia, Italia, Austria, Alemania y Bélgica. En esos centros entra Manuel Carrasco con su Qué bonito es querer y aquí llegan, entre otros, Bruno Mars al ritmo de The lazy song mientras Sheeran hace lo propio con su tema Perfect.
Los alumnos participan, además de en otros muchos aspectos, en la elección de estas canciones. En el desarrollo de las actividades que se les plantean, comprueban cómo valores universales como el amor o la alegría se expresan de diferente manera a través de otros idiomas. O lo que es lo mismo, se dan cuenta de la cantidad de aspectos que unen a todos mientras aprenden a valorar otras culturas. “Se avivan la tolerancia y la empatía, saber usar una lengua para que el otro entienda”, apunta Carmen Fonseca.
En cursos anteriores, el proyecto arrancó en 2017, los alumnos erasmus proponían vídeos acerca de los mismos sentimientos de diferentes lugares. Así, los universitarios extraen los diferentes tipos de metáfora para expresar un mismo mensaje y por ejemplo, aprenden que lo que para un español en el lenguaje del amor es una media naranja, para un turco es una media manzana.
Cada alumno cuenta con su propia experiencia musical, pero sea cual sea ésta, tienen capacidad para desarrollar las distintas actividades del proyecto, diseñadas para que se involucren lo más posible en él. Deben realizar posts y también emplean elementos multimedia además de utilizar la aplicación Kahoot, una herramienta con la que el profesor crea concursos en el que participan los grupos en los que se divide el aula.
“Nosotros conectamos con valores democráticos”, señala Fonseca, porque están “formando a ciudadanos” y una lengua “no es sólo gramática”.
En este sentido, el proyecto abunda, también a través de los videoclips, en un análisis detenido de lo que dicen las canciones porque “la música y el ritmo tienen más fuerza que la letra”. Es un estudio más profundo por parte del alumnado a través del que “se está creando un pensamiento crítico”.
En la actualidad, la metodología, como todo, se está viendo afectada por la pandemia debido a las obligadas distancias de seguridad cuando se permite la presencialidad, y a las dificultades técnicas derivadas del sistema telemático. El número de erasmus también ha bajado considerablemente. Sin embargo, el proyecto continuará su recorrido por su capacidad de adaptación a otras etapas y ámbitos educativos, como es el caso de la Escuela Oficial de Idiomas de Ayamonte, donde también se aplica el método.
Cómo se disecciona un videoclip
En un ensayo en la Revista de Estudios Socieducativos, la catedrática Carmen Fonseca y la profesora Carmen Sánchez, ambas de la Universidad de Huelva, concretan los aspectos para analizar un videoclip.
La dimensión lingüística sirve, por ejemplo, para determinar si hay alguna variedad dialectal con posibles conexiones discriminatorias. También hay que atender a la capacidad de fragmentación para su estudio en función de la iluminación o de los tipos de plano.
Otros elementos a tener en cuenta son los gestos y la apariencia del artista o miembros del grupo, las figuras retóricas de la letra y su estructura narrativa, los recursos sonoros, los tipos de escenario y cómo se representan a los grupos humanos que aparezcan, así como los valores que refleja.
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