La Virgen de la Cinta bendice a Huelva saliendo a la puerta de su santuario
El recorrido por el itinerario de la procesión de los marineros dio un halo de esperanza a los devotos de la patrona
La imagen llegó hasta los jardines donde se realizó una oración en el cinerario por los fallecidos en la pandemia
Huelva/Huelva y su madre se unieron en una tarde para la recuerdo. La Virgen Chiquita de la Cinta, Patrona de Huelva, celebró ayer su festividad del 8 de septiembre acompañada por cientos de onubenses. En sus semblantes se plasmaba la emoción que vivieron en esos momentos, ya que la espera se hizo larga para muchos en este tiempo de pandemia sin la Virgen en la calle. Después de la función principal la Virgen, portada en parihuelas, se asomó desde el Mirador de Marismas del Odiel para bendecir a la ciudad para recorrer luego el itinerario de la tradicional procesión de los marineros que se recupera en esta primera salida tras la crisis sanitaria hasta llegar a los jardines del santuario.
La ciudad de Huelva se volcó en este fecha tan señalada, el exterior del santuario se encontraba repleto de fieles devotos a la Virgen. Con los nervios a flor de piel, los onubenses le dieron una nueva bienvenida con los brazos abiertos a su Patrona.
Se trató de un acontecimiento sin precedentes en la historia cintera al celebrarse en el exterior ya que la función principal habitualmente se traslada cada año a la Santa Iglesia Catedral de Huelva. Asimismo, la Virgen apareció a las puertas de su santuario por la puerta principal, lo que no sucedía desde 1966 con la creación de la capilla exposición del paso; escuchándose en ese momento la Marcha Real. Portada por los hermanos costaleros, la Virgen Chiquita iba en su templete de plata, alumbrada por sus candelabros y exornada con jarras de nardos, montados por Antonio Rivera, autor del montaje floral del altar a las puertas del santuario.
Con la presencia de la Virgen de la Cinta y bajo la atenta mirada de los onubenses que asistieron al acto quedaban inauguradas las obras del mirador y Paseo de la Cinta, realizadas por el Ayuntamiento de Huelva, dentro del Programa Edusi.
La función principal fue presidida por el obispo de la ciudad, Santiago Gómez, dando paso a una jornada histórica muy especial para la ciudad en estos tiempo de pandemia. Los aforos se respetaron y los devotos pudieron seguir también este día tan señalado en Huelva desde la televisiones de sus casas.
Durante la homilía el Obispo invitó a "celebrar con alegría el nacimiento de la bienaventurada Virgen María donde los fieles expresamos nuestro homenaje a la madre de Dios Nuestro Señor". Además, señaló "la hermosa advocación de la Virgen de la Cinta en la ciudad". Asimismo, quiso añadir "el peso que sentimos en esta prolongada pandemia que nos hace sufrir" e imploró "la misericordia divina para que le de la vida que ya no tiene fin a las víctimas de coronavirus" poniendo en sus manos a los enfermos a los ancianos y a los más necesitados.
Presidió a la Hermandad de la Cinta su hermano mayor, Esteban Brito López; que estuvo acompañado por el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González. Al acto asistieron las hermandades onubenses, así como representación institucional del Ayuntamiento de Huelva, presidido por María Villadeamigo; Pilar Miranda, presidenta del Puerto de Huelva, Manuela Parralo, subdelegada del Gobierno, y Bella Verano, delegada de la Junta de Andalucía; así como otras autoridades civiles, militares y fuerzas de seguridad.
La Hermandad con esta celebración religiosa en la plaza del mirador quiso acercar a la Virgen a todos los onubenses para que no se perdiera la fe en estos momentos tan duros de la pandemia, en el que hasta ahora se había impedido cualquier salida.
Al concluir la función principal la Virgen de la Cinta se acercó al mirador y junto a la Cruz de los Ángeles bendijo a la ciudad en este tiempo de pandemia en un recorrido en el que se pudo escuchar a la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, que permaneció en todo momento en el patio del santuario; siendo la primera marcha Corazones Cinteros de Abel Moreno.
La Patrona de la ciudad se paseo por su santuario y se acercó a los onubenses que no pudieron entrar en el acto, situados en la puerta de este, para ser vista por todos. Entre vivas y aplausos, este emotivo momento llegó al corazón de los onubenses allí presentes inundando sus rostros de una expresión melancólica pero a la vez feliz.
Tras estos momentos, los hermanos costaleros de la Hermandad de la Cinta que portaban la parihuela, mandados por su capataz José Ramón Romero y acompañados por la Junta de Gobierno iniciaron el camino de retorno siguiendo el itinerario de la procesión de los marineros hasta llegar a los jardines, para visitar el cinerario y tener un recuerdo por los muchos fallecidos por la Covid-19 y por todos los hermanos difuntos.
Ante el monumento a la Virgen de los jardines se hizo una parada con la Virgen Chiquita, que no había estado aquí desde que fue ocultada en 1936, durante la Guerra Civil, y se rezó una oración, para posteriormente ser trasladada al interior de la ermita. Todo concluyó en la iglesia ante la imagen mural de la Virgen de la Cinta con el canto de la Salve de los Marineros por el coro de la Hermandad de Emigrantes.
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