La amenaza del Parque Moret
El robo del cableado eléctrico tiene sin iluminación las instalaciones, que sufren actos vandálicos continuos Hosteleros y usuarios denuncian robos y falta de vigilancia por la noche
Es una de las señas de identidad de la ciudad, motivo de orgullo para onubenses y de envidia para otras ciudades, pero corre el riesgo de perder todo su esplendor. Los robos y los actos vandálicos que sufre se han convertido en la principal amenaza del Parque Moret, uno de los emblemas del Ayuntamiento de Pedro Rodríguez, objeto de inversión y esfuerzos en los últimos años. Si no se actúa pronto para evitar las agresiones, aseguran, "se echará a perder, se convertirá en otro Alonso Sánchez".
En las últimas semanas, varios robos han llevado a hosteleros y usuarios a denunciar el estado del parque. El más llamativo, la sustracción de "más de 6 kilómetros de cableado eléctrico", que ha dejado sin alumbrado público las instalaciones. Más reciente, hace sólo unos días, otro robo de material eléctrico afectó incluso al sistema de bombeo de agua para riego, subsanado rápidamente y logrando detener a los presuntos autores del estropicio.
Los asaltos a los establecimientos de las instalaciones son otro tema. Dentro del recinto hay dos quioscos y un bar-cafetería. Los dos primeros llevan meses padeciendo las consecuencias, según sus propietarios, que vinculan el aumento de la delincuencia con la desaparición de vigilancia nocturna en enero de 2012.
"No hay seguridad, sólo dos guardiñas por las tardes. Desde que no hay vigilancia por la noche está pasando todo esto". Francisco Mora, propietario del quiosco situado junto al parque infantil, lleva tres robos en su establecimiento, dos de ellos en el último mes y medio. Ha perdido género por falta de electricidad (incluida en su concesión junto al agua no potable, asegura), está obligado a utilizar neveras portátiles para vender helados y bebidas y tampoco puede acudir en persona al negocio por la imposibilidad de conectar la bombona de oxígeno que necesita por su enfermedad.
"El domingo 7 por la noche se llevaron los transformadores. Me avisaron al día siguiente pero hasta el momento no se ha solucionado. Seguimos sin luz", explica Francisco Mora.
Pero la falta de corriente eléctrica es general en casi todo el parque. Al menos como para dejar sin alumbrado público la mayor parte de las instalaciones, en las que son visibles cables sueltos en farolas y luminarias destrozadas por el vandalismo.
En el Ayuntamiento, su responsable de Infraestructuras, Felipe Arias, asegura que están "trabajando en ello". Cree que es difícil parar los ataques y que estos se producen "en el Parque Moret como ocurren por desgracia en otras zonas de la ciudad".
"No se puede alarmar y hacer creer que esto es el Bronx. El parque no está abandonado. No hay que ser sensacionalistas. Está en perfectas condiciones y hay trabajadores cada día", afirma Arias.
En la mañana de ayer, la normalidad parecía total. Varios jardineros cuidaban del recinto y no se apreciaban grandes destrozos al margen del alumbrado público y el vallado del recinto, lleno de agujeros a lo largo del perímetro, suficientes para entrar y salir del parque cuando cierra sus puertas a las 20:00 cada día.
"Cuando más actividad hay aquí es a las nueve o las diez de la noche", apunta Leopoldo González, encargado del quiosco del lago. "Se ponen a tomar copas y luego pasa lo que pasa. Vale que se peleen entre ellos pero lo malo es cuando les da por el parque o por nosotros".
Leopoldo sufrió el último asalto en enero y optó por no denunciarlo. "Se llevaron 17 paquetes de patatas fritas. Pero es más el destrozo que hacen que lo que se llevan".
Un jardinero cuenta cómo la caseta donde guardan el material también ha sido atacada: "Se han llevado generadores, herramientas... También se plantaron 500 pinos y arrancaron y rompieron más de cien en poco tiempo".
José Manuel González, encargado del bar de la Avenida de la Cinta, asegura que "destrozan los árboles y las barbacoas (que ahora han reparado), hacen pintadas, tiran piedras, hay grupos de chavales que intimidan a niñas y peleas como la del sábado pasado, con 15 personas, que hizo venir a Policía y ambulancias". "Por las noches -añade- esto es un parque sin ley, sobre todo desde que no hay vigilancia nocturna". Los vecinos y visitantes asiduos del lugar lo confirman: "Por la noche más vale no acercarse".
El concejal asegura que la solución no pasa por volver a poner vigilancia privada y aclara que patrullas de la Policía Local y Nacional pasan a diario por el parque. Allí no lo creen: "Deberían pasarse por las noches, varias veces, hacerse visibles con las sirenas para que se cortaran con los robos y el vandalismo". "Hacer un parque es fácil; lo difícil es mantenerlo", dicen.
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