90 aniversario de una de las señas de identidad de Huelva
90 aniversario de una de las señas de identidad de Huelva
Huelva/La licitación de las obras del Monumento a Colón pone fin a los celebración de los 90 años de presencia en Huelva de lo que se ha convertido en uno de sus iconos fundamentales y una de sus señas de identidad más reconocibles. Según la historia recogida por Huelva Información, fue el abogado norteamericano William H. Page quien en 1917 puso en marcha la iniciativa que lo trajo hasta la Punta del Sebo. No fue hasta nueve años más tarde, en 1926 cuando a través de la Columbus Memorial Fund, se conocen los deseos de llevar a cabo su instalación. Fue la escultora Gertrude Vanderbilt Whitney, la que visitó la capital onubense y se implicó en la construcción del monumento, en un emplazamiento decidido de común acuerdo con la entonces Junta de Obras del Puerto.
Su biznieta, Fiona Irving, reconocía en una visita realizada a Huelva el pasado 27 de abril que ese lugar elegido para su ubicación “es muy apropiado porque mira al mar, hacia todos los países que exploró Colón”.
Para edificar sus 37 pies de altura, se contó con el apoyo explícito tanto del rey Alfonso XIII y el por entonces presidente del Gobierno, el general Primo de Rivera, así como del presidente de los Estados Unidos.
La puesta de largo del Monumento tuvo lugar en 1929, en medio de una expectación comprensible para la época, con focos iluminando el lugar, prácticamente intacto, así como con una exhibición de lo más granado de la sociedad onubense, que se engalanó para recibir al presidente del Gobierno acompañado del infante Don Carlos, ya que el rey excusó su presencia por estar de luto debido al reciente fallecimiento de su madre. Fue el arcipreste de Huelva, Pedro Román Clavero quien bendijo el monumento, un acto al que siguió la lectura de discursos por parte del embajador de Estados Unidos, Ogden H.Hammond, el presidente del Gobierno español y el de los Estados Unidos, Herbert Hoover. Mientras, en el Puerto se encontraban anclados los buques de las armadas española y americana, Cervera y Rigl.
Las piedras de la cantera de Niebla con las que se levantó en monumento, dejan entrever el paso del tiempo y las condiciones adversas a las que se enfrenta a diario, algo a lo que ahora se quiere poner remedio con una rehabilitación integral que deberá devolverle el aspecto con la que fue levantado hace nueve décadas en una fecha que todavía se recuerda.
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