Dos años de espera para revisar el grado de dependencia en Huelva: "Mi madre, con demencia y sin poder ducharse o vestirse, solo me tiene a mí"
Varias familias de Huelva aseguran esperar la dependencia desde hace más de un año y coinciden en que "con nuestros gastos" tenemos que soportar la contratación de asistencia personalizada
La familia de P. P. esperó un año y medio una valoración de dependencia que "nunca llegó" porque falleció
Huelva/Dos años sin respuesta. Es el tiempo que ha transcurrido desde que C.M. pidiese a la Junta de Andalucía una revisión de su grado de dependencia -el actual es el 2- y, por consiguiente, una ampliación de las horas de asistencia personal porque "lo único que puede hacer por sí misma es comer", asegura a esta redacción su hija, con quien vive. Más de 700 días en los que, prácticamente, la única mano tendida que tiene esta paciente onubense es la de su propia hija. "Pedimos una ampliación de las 45 horas al mes actuales a 92 porque estoy sola con ella", cuenta su hija, quien explica que su madre "tiene demencia y requiere de ayuda para ducharse, asesarse, vestirse... para todo". Tan compleja es la situación en la casa de esta onubense que su hija manifiesta que "no descanso por el estrés y porque mi madre me requiere dos o tres veces en una misma noche". Para ella la única solución es la ampliación del grado de dependencia porque "solo tenemos mi pensión, y con eso no podemos pagar a una persona que nos ayude".
C. M. es una más de las cientos de onubenses que aguarda una valoración de la dependencia. Concretamente, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía (IECA) fechados a 31 de agosto, 1.175 onubenses están en la lista de espera para la valoración inicial; a los que se suman otros 6.670 que tienen reconocido su grado de dependencia, pero no cuentan con su Plan Individual de Atención, PIA -documento en el que se recogen los servicios y prestaciones a una persona en situación de dependencia-.
A la espera de este plan individual está F. P., un onubense de 82 años que lo aguarda desde hace varios meses pese a que está aprobado desde diciembre de 2023. El mismo contempla que de las 10 horas al mes de asistencia personal pasaría "a 20 horas semanales", expresa este hombre dependiente. Según indica su asistente a este diario, F. P. "necesita que lo aseen, que le hagan cualquier cosa de la casa... porque vive solo". Muchas de las labores cotidianas "no puede hacerlas por párkinson".
Tampoco es mejor la situación en la casa del matrimonio onubense formado por J. M. M. y G. T., de 87 y 82 años respectivamente. Su nieta explica a este diario que su abuela solo tiene dos horas semanales de ayuda según la dependencia reconocida "pese a que tiene una discapacidad cercana al 60% y numerosas limitaciones por varias intervenciones en el hombro. No se puede ni vestir, ni cocinar, ni ir al baño...", cuenta, toda vez que añade que "mi abuelo, por su edad y su discapacidad, tampoco puede ser un apoyo para ella". Es por ello que en septiembre de 2023 la familia pidió la revisión del grado de dependencia de G. T., así como en septiembre de este año el reconocimiento de la dependencia de J. M. M. Sin embargo, "aún no hemos tenido respuesta", lamenta su nieta, que sostiene que, "solo tienen la pensión de mi abuelo y, como el resto de la familia trabajamos y tenemos hijos, hemos tenido que contratar a una persona para que esté cuatro horas diarias, mientras que en el resto del día nos turnamos", pues, prosigue, "con dos horas semanales como tenemos, al asistente solo le da tiempo a saludar y poco más".
Relatos que evidencian que "son las familias las que están sosteniendo la dependencia", critica la presidenta de Cocemfe Huelva, Rocío Pérez, quien advierte que "es una realidad que hay personas que necesitan cuidados para sobrevivir y que, sin embargo, no están siendo cubiertos". De hecho, según sus cálculos, "los cuidados de una persona con dependencia cuestan más que la pensión que estos reciben, por lo que para muchas familias es inasumible este gasto".
Pérez asegura tener constancia de que "los onubenses están esperando, de media, dos años para ser atendidos", un tiempo que se aleja de los 180 días en los que, según la normativa, debería tramitarse un expediente. "Están vulnerando los derechos de todas las personas dependientes y, además, les crean incertidumbre porque no saben si les alcanzará el dinero para atender los cuidados que necesitan", añade. En otras palabras, pueden llegar a pasar dos años únicamente con los recursos que tienen.
Dolores es otra onubense que espera la revisión de su grado de dependencia -al mínimo, dos horas a la semana de asistencia- desde hace algo más de un año. Con 90 años de edad y principio de alzhéimer, esta mujer "necesita ayuda para el aseo, para la limpieza, la cocina, para dar un paseo, para la medicación... es totalmente dependiente", indica su hija a esta redacción. "Como con dos horas a la semana no puedes establecer ningún vínculo con el asistente y, como tengo que trabajar y necesito ayuda con ella, pedí la revisión del grado", cuenta su hija, quien considera "vergonzoso que no hayamos obtenido respuesta en más de un año". Agradece que "económicamente, podamos permitirnos una cuidadora mañana y tarde por su seguridad -ha sufrido varias caídas-, porque si no no sé que haríamos".
Más dolorosa fue la espera de la familia de P. P., onubense que falleció hace un año "tras año y medio esperando una valoración de su dependencia, con cinco o seis reclamaciones que pusimos", recuerda su sobrina a esta redacción. "Vivía solo, con cáncer de colon y un grado de dependencia muy alto porque no podía hacer nada de lo cotidiano", explican desde su familia, que estuvieron turnándose "muchos meses mientras esperábamos una ayuda que nunca llegó".
Son algunos de los testimonios de familias que se han acogido al servicio de asistencia personal de Cocemfe Huelva, donde encuentran a una figura que les ayuda en las tareas rutinarias y que alivia "la complejidad de estos casos", apunta su presidenta, que manifiesta que, "son tantas las necesidades, que tenemos lista de espera para entrar en un programa en el que atendemos a 24 usuarios".
A juicio de Rocío Pérez la solución pasa por "una mayor partida en los presupuestos y por agilizar la tramitación", algo en lo que la Consejería de Igualdad trabaja con un programa informático nuevo que pretende reducir los trámites y agilizar la valoración de los dependientes, unificando todos los procedimientos en un único acto administrativo.
Cocemfe da el primer apoyo y la compañía a todos los onubenses que presentan dependencia o una discapacidad, una mano tendida que es insustituible. La ayuda con los trámites, la primera rehabilitación, la formación para la reconversión de su vida laboral o la asistencia a personas con discapacidad sobrevenida son algunos de los desafíos de esta federación, que trabaja porque cada uno tenga su asistencia personal.
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